sábado, 18 de diciembre de 2010

Se arrimaron al enemigo

Por IVAN MARULANDA

En la política abundan las personas que se pegan de los éxitos de los demás para ascender sin mayores esfuerzos. No son creativas sino que se aprovechan del impulso de los que marcan el paso. Si esta especie no existiera la sociedad no se perdería de nada.

Otros están en la vida pública para innovar. Son inconformes, imaginativos, trabajadores del cambio que mantienen en marcha el progreso. De no ser por ellos el tiempo de la sociedad no correría y los problemas y los interrogantes permanecerían sin reacción ni respuesta. La vida sería pasado en presente.

El nervio que ha dado importancia al liberalismo en la historia colombiana ha sido la rebeldía y la curiosidad por lo desconocido aunque solo ha vibrado por épocas no muy largas por cierto. Esos momentos estelares impulsaron otros largos de vagancia intelectual y política para el disfrute de la burocracia.

Los personajes más interesantes del liberalismo tuvieron sus picos de lucidez fuera del poder aunque fueron por lo general magníficos gobernantes cuando lograron llegar. A varios los mataron cuando su popularidad era incontenible. Unos y otros fueron líderes que alimentaron sueños de vida nueva en las multitudes.

Hace 20 años el liberalismo está en manos del genio complaciente y amañado que en vez de cultivar glorias cultiva comodidades. Han sido decenios de decadencia y desperdicio. A falta de conquistar espacios de frontera se acomoda en los nichos que abren otros y sus dirigentes van de aquí para allá y de allá para acá detrás del calorcito del motor de adelante.

Son personajes del montón que confunden la inteligencia con la avivatada y el liberalismo con las aguas mansas del estatus quo y el refocile. Como si el oficio del liberalismo fuera chupar rueda.

Los congresistas liberales y el director del partido están contentos de gobiernistas en abrazo complaciente y de renuncia. Hacen de comodines de mayorías conducidas por gentes que se deleitan del poder que manejan de tiempo atrás con modales non santos.

Ese corrillo de amigotes ignora la ira santa que producen en el espíritu del liberalismo los atropellos del régimen en los últimos tiempos. Atropellos a la Constitución, a la dignidad humana, al anhelo de justicia social, a la ética, a los derechos humanos, al derecho internacional.

Los liberales que claudicaron creen que se debe aceptar más impunidad y burla en este país pero van a saber que no tienen derecho a pactar el olvido con tanto cinismo. No se puede reconocer el derecho a prolongarse en el poder a los responsables de la reelección presidencial abusiva y criminal, de los “falsos positivos” monstruosos, de la corrupción que apesta, de la “parapolítica” que asquea, del espionaje y el acoso ilegales, de la concentración de riqueza y privilegios que humilla, de las guerras que enervan odios venganzas y sufrimientos, de angustias en las fronteras, de destrucción de ecosistemas.

No se puede reconocer el derecho a prolongarse en el poder a políticos que hicieron sus glorias en el ambiente de pestilencia y tensiones de los últimos años y lo ejercen porque se prestaron para amasar con los pies la dignidad de esta nación y la democracia que con tantas dificultades vienen construyendo los colombianos en dos siglos.

Dicen que en democracia “el que la hace la paga”. De no ser así sería dictadura, politburó, aparato de poder, mafia.

Desde el liberalismo raso se sostiene el compromiso con la rebeldía, el cambio y la justicia. Por fortuna no han acabado con las elecciones y el año entrante vienen las locales en las que habrá oportunidades de expresión. Porque lo que es en el liberalismo las deliberaciones y las elecciones internas las cerraron por ahora con la misma arbitrariedad e hipocresía con la que se aliaron al enemigo. Aunque espero no sea por mucho tiempo.

Dirán que se están haciendo cosas buenas que justifican la entrega. Yo digo que para eso no era necesario claudicar. Que sin responder por los actos no hay democracia. Y que el tope de ambiciones que se puso a la mansedumbre es modesto. Los sueños de los liberales van mucho más allá en lo político, social, ambiental, internacional, económico, cultural, institucional. Para realizarlos se necesita el poder y no la poca cosa de arrimarse al poder.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Cómo lo estafan por Internet?


Tenga especial precaución si recibe un correo electrónico que proviene de ‘Facebook Security’, en el que le informan que su cuenta se va a desactivar.

Facebook es utilizado para ataques de phishing, los datos personales en redes sociales se usan para pedir créditos y publicidad sobre cómo ganar dinero fácil, arruinan a los que caen.

Los usuarios de redes sociales y en particular de Facebook tienen que estar en permanente alerta. Los cibercriminales ahora ven a esta red como una oportunidad única para acceder a la información de los más de 450 millones de usuarios. Lo que están haciendo es utilizar estas redes para hacer ataques de phishing desde una página Web conocida.

FinanzasPersonales.com.co habló con Jaime Garcés, quien hace parte del equipo de especialistas de Websense, sobre qué están haciendo los cibercriminales y cómo deben protegerse los usuarios de las redes sociales.

Ojo con los mensajes de ‘Facebook Security’

Tenga especial precaución si recibe un correo electrónico que proviene de ‘Facebook Security’, en el que le informan que su cuenta se va a desactivar, y le piden que haga clic en un link señalado para que verifique sus datos personales. Esto es igual a los otros ataques de phishing que vemos todos los días. Aquí la diferencia radica en que cuando el usuario hace clic llega a una página que se carga dentro del sitio de Facebook, usando un iframe. Esto lo hace parecer mucho más legítimo que un sitio hospedado en otro dominio.

Otra manera, es hacer que cuando los usuarios ingresen al link de www.facebook.com que aparece en el correo, sean redireccionados a un sitio Web malicioso que contiene la página de phishing.

Cuando las personas caen, e ingresan datos en los portales maliciosos, los cibercriminales comienzan a hacer ingeniería social. Esto es, definir qué tipo de usuario es usted, para luego empezar a atacarlo con un tipo de información que esté acorde con su perfil. Por ejemplo, si usted es un gerente de una entidad financiera le pueden mandar después un correo electrónico que dice que están lanzando un curso en finanzas en línea o un programa de MBA y que de clic en un link para obtener un descuento. Una vez en el portal malicioso, le instalan virus a su maquina y comienzan a hacer un monitoreo remoto de todo lo que hace en su computador, así miran lo que escribe, las páginas Web frecuenta y sus contraseñas.

Para controlar los ataques de los cibercriminales, tenga en cuenta que:

1.Las redes sociales no mandan correos electrónicos notificando que su cuenta será desactivada.

2.Si le llega uno de esos correos, lo mejor es ignorarlo e ingresar manualmente a la página de la red social y acceder a su cuenta como siempre lo hace.

3.Una vez en su perfil, revise sus autenticaciones si no aparece nada, el correo que recibió era un ataque de phishing.

Ignore las rifas y ofertas

En esta temporada navideña, los cibercriminales se están moviendo por todas partes. Otra de las modalidades que utilizan son las ofertas y rifas que promocionan por correo electrónico y que incluso pueden estar albergadas en portales conocidos como el de Amazon o el sitios de mercado de Facebook.

Así que si usted nunca ha hecho compras por Internet, probablemente diciembre no sea una buena temporada para intentarlo. Igual, si realmente, lo que usted quiere es aprovechar alguna de las ofertas que hay en la red, siga las siguientes recomendaciones:

1.Vaya directamente a la página Web donde va a realizar las comprar, no haga clic en los link que aparezcan en los correos electrónicos que haya recibido.

2.Solo ingrese a sitios de alta reputación, que sean reconocidos y confiables. Documéntese bien.

3.Antes de comenzar a comprar en línea, registre su número celular para que su banco le informe inmediatamente sus transacciones. Usted podrá saber en tiempo real, qué transferencias ha hecho y así estar mucho más alerta.

No publique datos personales en las redes sociales

Los ciberdelincuentes saben cómo armar los rompecabezas para hacer actividades fraudulentas. Y en muchos casos, usted, con la información que deja disponible en las redes sociales, hace que para ellos sea mucho más fácil conseguir la información que les falta.

En Colombia ya han sucedido casos de clonación de tarjetas y hasta de solicitud de créditos. ¿Cómo lo hacen? En el caso de la clonación, cuando los hackers obtienen los datos de la tarjeta de crédito (como número, tarjeta de expiración), buscan la información que les falta para hacer las compras en línea, en las redes sociales. Encuentran así la dirección de correspondencia o su número telefónico. Los delincuentes cogen cédulas perdidas para solicitar un crédito y hacen lo mismo -buscan todo lo que les falta en Facebook, Linkedin o Twitter-.

Tenga precaución al momento de aceptar las solicitudes de amistad. Ya se ha detectado que en algunos casos los ciberdelincuentes crean perfiles de personajes reconocidos (cantantes, políticos o actores) y empiezan a agregar a las personas de las que quieran obtener información adicional.

No publique información personal como teléfono, dirección física, número celular. Nada que dé un punto de contacto.

No se deje tentar con correos o publicidad sobre ‘cómo ganar dinero fácil’

Ahora los ciberdelincuentes utilizan la publicidad para crear algún banner en páginas reconocidas, incluso periódicos, para hacer supuestas recomendaciones sobre cómo ‘ganar dinero fácil’, ‘aprender a sacar provecho a las acciones’ o ‘engañar a la bolsa de valores’, las cuales resultan muy atractivas para la gente que está navegando en la red.

El problema es que esta manera de hacer dinero fácil, no es tan cierta. Es un método más para engañar a la gente. Ya se ha detectado, por ejemplo, que lo que están haciendo es recomendar la compra de una acción internacional. La gente va y compra; se produce una compra masiva, el precio se dispara; los que inicialmente tenían millones de acciones se enriquecen, luego salen y venden; se genera una venta masiva; los precios bajan; y los miles de compradores ingenuos pierden dinero.

Lo único que hicieron fue prestarse para que unos pocos ganaran.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

La navidad es el momento donde la familia se reùne para festejar el nacimiento de Jesùs en nuestro hogar.

La navidad es alegrìa y ganas de festejar porque Jesùs ha venido al mundo para salvarnos del mal.

La navidad son buenos deseos para todo el mundo, es la epoca del año para compartir lo poco que tienes con el que ha de sufrir.

Es vibrar de alegrìa porque Jesùs nacerà y nos traerà la paz a nuestro hogar.

En la Noche Buena nos prepararemo s para la llegada de Jesùs a nuestro seno.

Es prepar la casa para el gran acontecimiento, el nacimiento de Jesús en nuestro pequeño establecimiento.

Es brindar con nuestras copas a las 24hs porque Jesùs ha nacido para cambiar la historia, los niños ansiosos en las familias creyentes, preparan a sus hijos para el gran presente.

En las familias no creyentes, es simplemente un dìa de fiesta para comer y brindar, reunièndose con la familia a pasar una Navidad mas, sin nada de simbolismos solo comer y brindar, y a los niños enseñarles sobre Santa Claus, y todos los regalos que les traerà, si son buenos niños en la navidad, y eso no es lo mas importante a festejar, sino el nacimiento de Jesùs en nuestro hogar.

El 24 a la noche se prepara el corazòn para el nacimiento de Jesùs nuestro Señor, para que nazca en nuestra vida y en nuestro corazòn rejuvenecièndolo de mucha paz y amor.

El 24 a la noche la estrella que iluminara el cielo anunciara el nacimiento de Jesùs en nuestro seno. Y desde ese instante nuestra vida cambiara porque el amor fraterno nacerà en el hogar.

Autora: Marìa Guadalupe
*Derechos Reservados*

¿Principio de oportunidad? Impunidad


Francisco Javier Saldarriaga A. | Medellín | Publicado el 16 de diciembre de 2010

Doy disculpas a quienes imparten injusticia en Colombia, pero aquí el principio de oportunidad es un circo, debido a la incapacidad, actitud, logística y lo más importante, intereses políticos de quienes investigan, juzgan y fallan en última instancia.

Quienes se dedican a esto en Colombia caen en el gran poder de corrupción de los delincuentes y no están libres de ceder a las tentaciones o a recibir como pruebas documentos y evidencias fraudulentas, eximentes de la culpa del malhechor.

El resultado es un delincuente reconocido en las calles y la frustración razonable de los integrantes de la Fuerza Pública. Eso sin principio de impunidad.

Si bien es cierto que la filosofía del principio de oportunidad es beneficiosa para la aplicación de la justicia, también lo es que si se corrompe ese principio, como parece estar sucediendo, lo que se origina es impunidad, puesto que con tal de disminuir sus penas, muchos delincuentes acusan a diestra y siniestra, sin pruebas, sabedores del escaso discernimiento de quienes los juzgan, su poca capacidad logística para constatar la veracidad de sus acusaciones o más grave, de los intereses políticos de sus jueces.

Después vienen los medios que, ni cortos ni perezosos, hacen de esas acusaciones la noticia del día, creciendo una mentira y convirtiéndola en verdad irrefutable.

"Don Señor", acusado por "Mala cara", un reconocido delincuente, termina siendo peor que él y la gente se olvida de "Mala cara", para ensañarse en "Don Señor".

Cabe decir que mientras más reconocido social o políticamente sea "Don Señor", más grande y sustancioso será el festín de medios y opinión pública.

A estas presiones de los medios no se sustraen los investigadores y acusadores que, ante tanto ruido, "pierden" su objetividad y trabajan con la premisa de buscar lo malo de "Don Señor" y, cualquier infracción de tránsito, ayudados por los medios, la vuelven una película: "Don Señor" estaba huyendo de las autoridades, cuando simplemente el semáforo estaba en amarillo y se lo pasó.

Reitero: La justicia en Colombia es débil por falta de recursos informáticos, capacidad de investigación, criterio de quienes investigan y juzgan, debilidad de principios de los anteriores, presupuesto y capacidad gerencial de quienes lo administran y, muchas otras causas que hacen de ella un rey de burlas, con espectáculos tan deprimentes como los que vimos en los últimos días, cuando en un día salieron de una encrucijada que tenía más de un año.

Eso es demasiado obvio.

Eso sucede en la sal y cuando esta se corrompe, el resto de los alimentos se dañan. Decir más es redundancia.

martes, 14 de diciembre de 2010

Sobre la justicia transicional


Michael Reed H. | Medellín | Publicado el 13 de diciembre de 2010

La justicia transicional se esparció por Colombia como por arte de magia, o al menos lo ha hecho la evocación del término. Su promesa se vende y se especula. Entidades del Estado son nombradas "de justicia transicional". Algunos culebreros ofrecen pociones con versos transicionales. Proyectos de ley recurren a la referencia como una fórmula licenciosa. Algunos operadores judiciales justifican piruetas para desviarse del sentido racional de las normas, evocando la justicia transicional para recorrer el laberinto hermenéutico con flexibilidad churrigueresca.

Se ha tornado una referencia común, como una justicia mística que permite hacer lo impensable apelando a fines loables.

En principio, no está mal que se hable tanto de justicia transicional. La perpetración masiva y continuada de atrocidades lo demanda y, probablemente, lo demandará durante años. El problema radica en que el término ha sido embelesado por abogados, restringiendo su alcance al mundo jurídico y equiparando la justicia transicional a una especie de justicia especial y preclara.

No hay nada de preclaro en la justicia transicional ni en los procesos que facilitan una transición de la dictadura a la democracia o de la guerra a la paz. Se trata de procesos inherentemente complejos y repletos de contención.

La justicia transicional no es una forma especial de justicia. No ofrece fórmulas ni soluciones fáciles. Es una respuesta pragmática para enfrentar la comisión masiva y sistemática de atrocidades. Busca brindar reconocimiento a las víctimas y hacer frente a los procesos de negación que se instalan en las sociedades sometidas a la violencia masiva.

La justicia transicional pone en marcha herramientas -como comisiones de la verdad, iniciativas especiales de persecución penal, reformas institucionales, programas de reparación, y proyectos de memoria y recordación- para transformar el sentido de justicia que califica a una sociedad y a un Estado, acercándolo al ideal del respeto pleno y de las garantías efectivas de los derechos humanos.

Se trata de un campo de conocimiento reflexivo que debe aprender de lo hecho. Las experiencias más conocidas de justicia transicional se derivan de las respuestas sociales y oficiales a los crímenes masivos perpetrados durante las dictaduras en Argentina y Chile. Estas experiencias evidencian la primera lección que debemos interiorizar en Colombia: los procesos de justicia transicional son un continuo que responden a dinámicas sociales, políticas y jurídicas. Tres décadas después de iniciados los procesos de verdad, justicia y reparación en esos países, estos continúan, con mucha vigencia en materia penal. Es decir, la justicia transicional no debe ser vista como cosa de un ratico. Es un compromiso ético con verdades molestas y con las víctimas, que requiere tiempo de tramitación.

Segundo, la puesta en marcha de herramientas de justicia transicional no se debe hacer de manera fragmentada, de lo contrario no tendrán el efecto deseado. La aplicación concomitante de las distintas medidas garantiza un mayor impacto.

Tercero, la experiencia evidencia que la aplicación a destiempo de medidas de justicia transicional puede llevar a resultados no deseados. Por ejemplo, en el ámbito de la persecución penal, la puesta en marcha de iniciativas penales parciales da lugar a que los perpetradores más poderosos evadan la justicia. En materia de verdad, la puesta en marcha de comisiones de la verdad sin condiciones políticas o de seguridad para encarar verdades incómodas (como la complicidad estatal en la violencia) conduce a formalizar relatos parciales y negacionistas. El tiempo, el ritmo y la secuencia son elementos estructurantes del éxito de la justicia transicional.

Cuarto, la justicia transicional no es un fenómeno declarativo ni nominativo. El sentido de las medidas aplicadas sólo se adquiere a través de un proceso participativo. El ejercicio nominativo no tendrá efecto si el proceso no está revestido de sentido social.

En conclusión: la justicia transicional promete, pero no hay que abusar de sus promesas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Se agota la fábrica del derecho


Por: Humberto de la Calle

PARA NO ABOGADOS: LAS FUEN-tes del derecho son los manantiales de donde brota el ordenamiento jurídico. Son las minas que lo producen.

Nuestra tradición europea encontró que la ley es la fuente por excelencia. Las demás posibilidades, esto es, la jurisprudencia, la doctrina y los principios generales, han venido siendo apenas instrumentos auxiliares. La costumbre no tiene fuerza contra la ley. En la nueva Constitución se mantuvo la idea de que los jueces sólo están sometidos al imperio de la ley.

Pero ocurre que en 1991 también se dijo que la Constitución era norma de normas. Que no sólo contenía orientaciones de filosofía jurídica supeditadas a la ley, sino que sus preceptos debían ser tomados en serio para ser aplicados de manera directa. De esa manera surgió paralelamente un entramado normativo bastante abierto, basado en principios. Algunos hablaron de “nuevo derecho”. Lo cierto es que a partir de ese momento, cuando los jueces, en especial por vía de tutela, comenzaron a ir directamente a los principios, dejando de lado la ley, ésta comenzó a perder eficiencia como minería privilegiada del derecho. Con fundamento en la dignidad humana, en la igualdad o en la equidad, muchos jueces se apartaron de la ley. No porque su letra fuera textualmente contraria a la Constitución, sino porque los valores tenían primacía. El efecto ha tenido algo positivo: tenemos un derecho más humano, un derecho más justo.

Pero hay un elemento preocupante. La ley se fue desvalorizando lentamente, fue quedando rezagada. Las decisiones de los jueces comenzaron a llenar el espacio vacío. Esto tiene serias implicaciones políticas. Un Congreso disminuido y deslegitimado ha cedido terreno a las cortes. Y esto hasta produce alivio. Pero, en términos de seguridad jurídica, que no es sino un ejercicio de predicción, estamos en el peor de los mundos. La ley relegada y la jurisprudencia, que sería la otra fuente importante, es errática, voluble e inasible. Hemos llegado, en la práctica, a aplicar la tesis del “juez libre”, una especie de pretor que aplica la ley en función de la manera como entiende la equidad, muchas veces de manera subjetiva, sin referente de ninguna clase.

En el sistema anglosajón, la mayor parte de la minería jurídica se hace en la jurisprudencia. Ésta tiene carácter vinculante para los jueces, quienes sólo pueden separarse de los antecedentes mediante un sofisticado mecanismo. Esto le brinda seguridad al sistema.

Por eso, algunos han opinado que debe darse carácter obligatorio a la jurisprudencia, idea que algunos jueces rechazan. Pero algo hay que hacer. No podemos seguir con un sistema jurídico a la deriva, en manos de jueces que, aún si se les supone diligentes y honestos, deambulan sin guía, emitiendo opiniones contradictorias e impredecibles. Y no sólo el pequeño juez municipal. Es asombrosa la cantidad de sentencias contradictorias de las salas de las altas cortes. Y no escapa a ese sino siquiera la aprestigiada Corte Constitucional, que suele contradecirse con demasiada frecuencia.

El camino de la obligatoriedad de la jurisprudencia hay que estudiarlo sin prejuicios, buscando superar estos momentos de transición y con la mira puesta en la certidumbre jurídica, que es un valor fundamental de la civilización.

domingo, 12 de diciembre de 2010

El primo trinando


Por: Felipe Zuleta Lleras

EL TEMA DE LAS FILTRACIONES DE Wikileaks definitivamente nos está permitiendo conocer una cantidad de información a la que nunca hubiéramos podido acceder.


Esta semana supimos, por ejemplo, que el director de la Policía, general Óscar Naranjo, estuvo en la embajada manifestando sus sospechas sobre las personas que podrían estar detrás de las chuzadas: Bernardo Moreno, ex secretario de la Presidencia, y el ex asesor José Obdulio Gaviria. No entiendo por qué se arma semejante barullo por esta información si es que las sospechas del general Naranjo se han ido confirmando en la medida en que van avanzando las pesquisas de la Fiscalía en lo que tiene que ver con las chuzaDAS.

Cuando el entonces embajador americano sostenía en sus informes que las sospechas de Naranjo podrían ser ciertas porque el general es una de las personas mejor informadas del país no estaba diciendo algo que no fuera cierto. De hecho muchas de las personas procesadas por el caso del DAS han mencionado reiteradamente, en este asunto, a Moreno y al primo de Pablo Escobar.

Por supuesto que el señor Gaviria ahora pretende voltear la atención de la opinión pública en contra de Naranjo, pretendiéndolo hacer ver como un traicionero, desconociendo que precisamente el papel de los embajadores es recibir información para transmitirla a sus gobiernos. Yo personalmente le creo más a las sospechas de Naranjo que a las verdades del primo de Pablo, como lo dijera el periodista Camilo Durán en su Twitter.

Faltaba más que el director de la Policía Nacional no pueda reunirse con quien le dé la gana y manifestar sus sospechas sobre un gobierno que se dedicó a delinquir. Si es que la Policía Nacional está para perseguir delincuentes y a eso es a lo que se ha consagrado el general Naranjo desde que era un joven oficial.

Lo realmente patético de todo esto es que José Obdulio Gaviria y su jefe Álvaro Uribe Vélez tratan de justificar sus perniciosas conductas a través del Twitter pretendiendo explicar sus erradas decisiones en 140 letras y en donde dejan entrever sus propios temores de verse enfrentados a la justicia penal acá o en el exterior.

Uribe y su gente querían perpetuarse en el poder por otros ocho años. Era, como le hemos sostenido, un proyecto mafioso que pretendió adueñarse del país y para lograr eso se dedicaron a delinquir desde la misma Presidencia de la República. Escuchaban ilegalmente a los candidatos, jueces, periodistas, opositores. Tan saben de sus responsabilidades que el propio Uribe les ha pedido a sus secuaces que se asilen.

No en vano querían quedarse con un tercer canal de Televisión para defender ese proyecto mafioso, pues al parecer el canal de cable que le entregaron a los hermanos Ángel, uno de ellos piloto de Pablo Escobar, no les parece suficiente vitrina para protegerse. Y para el primo de Pablo no lo será, pues ni su columna en El Tiempo ni su programa de opinión le servirán para escaparse de las investigaciones penales.
Twitter @fzuletalleras

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...