sábado, 25 de junio de 2011

Contraloría General de la Nacion investiga a Ramos por contratos


El ente de control halló mérito para abrir un proceso de responsabilidad fiscal por presuntos sobrecostos de $4.592 millones en cinco obras públicas de la Gobernación.

Germán Jiménez Morales | Medellín | Publicado por el Periodico el Colombiano 25 de junio de 2011

Si, como el mismo Luis Alfredo Ramos Botero lo ha dicho, que él no firma contratos de infraestructura, ¿por qué la Contraloría General de la República decidió abrirle al mandatario un proceso de responsabilidad fiscal por presuntos sobrecostos de 4.592 millones de pesos en la celebración de cinco contratos de obras públicas de la primera emergencia vial que decretó su gobierno en el 2008?

Una fuente del ente de control le explicó a este diario que aunque lo que dice el mandatario seccional es cierto, la Contraloría está aplicando aquí la misma tesis que tiene en problemas jurídicos al actual alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, y a su antecesor, Luis Eduardo Garzón: "cuando uno es la cabeza de una administración, frente a los actos de esa administración tiene una responsabilidad por el control de tutela que ejerce sobre sus funcionarios".

Este no es un tema nuevo para la Contraloría, enfatizó la fuente, que prefirió mantener su nombre en reserva, porque con ese mismo fundamento se han tratado temas similares e incluso de mayor calado en otras regiones del país.

En el caso de Ramos Botero, también se le investiga por desatender las advertencias que dirigentes gremiales, políticos y medios de comunicación le hicieron sobre la existencia de un presunto 'cartel de la contratación'.

Sobre el particular, este diario inició el 27 de marzo de 2011 una serie de trabajos periodísticos, con una primera entrega titulada "Movidas maestras en asuntos de contratación".

El 17 de abril también se revelaron las intimidades de la que se conoce en el medio de los contratistas como la 'Alianza Humo', a través del informe "Sí hay 'cartel' de obras: empresario". Posteriormente, el 1 de mayo, se reveló cómo tres de las firmas que presuntamente manipulan contratos también participaron en la compra de un paquete de 6.000 millones de pesos en acciones de Fogansa, en un negocio que fue manejado por el entonces gerente General del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA).

El funcionario de la Contraloría confirmó que las investigaciones del ente de control responden, en parte, a las denuncias formuladas por EL COLOMBIANO, las cuales han contado con el respaldo de empresarios, dirigentes gremiales y expertos en materia de contratación. Así mismo, las indagaciones de la Contraloría obedecen a una solicitud de control excepcional de la Comisión Sexta del Senado de la República, sobre los contratos de obras públicas e infraestructura, incluidas las urgencias viales, desde enero de 2008 hasta octubre de 2010, por parte de la Gobernación de Antioquia, así como la contratación que con recursos públicos hizo la Fundación para el Buen Gobierno.

El caso Ramos

Según el comunicado oficial que expidió ayer la Contraloría General de la República, la investigación cubre al gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero; a su secretario de Infraestructura (Mauricio Restrepo Gutiérrez y a quien le haya tocado liquidar esos contratos), y a los contratistas Unión Temporal Vías Antioquia y Consorcio Vial 08.

En cinco contratos adjudicados a estas firmas, el "ente de control encontró diferencias entre los valores pagados y los valores calculados y actualizados mediante el Índice de Costos de la Construcción, que ocasionaron el sobrecosto de más de 4 mil millones de pesos".

En el contrato para atender la emergencia vial del Suroeste el presunto daño supera los 1.279 millones de pesos; en el del Oriente, pasa de 716 millones; en el del Norte, es de 1.376 millones; en el del Nordeste, 101 millones, y en el de Occidente, supera los 1.118 millones.

Los líos del gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos

“Carrusel de contratos en Antioquia”, en las que se detectaron supuestas anomalías en los pliegos de condiciones pera beneficiar a unos contratistas y excluir a otros, en un sistema parecido al popular “juego del botellón”, para alternarse los contratos de obras.

Esas investigaciones se han extendido a casi todas las dependencias del gobierno seccional.

INVESTIGACIONES

La Contraloría General de la República inició inspecciones oculares a los contratos de obras públicas de la Secretaría de Infraestructura de Antioquia y otras dependencias, como parte de una investigación por el denunciado Carrusel de las Contrataciones en el gobierno departamental. Con pruebas testimoniales aportadas por ingenieros particulares y documentos acopiados en las oficinas de otros profesionales, se decidió el procedimiento administrativo del organismo de control.

Para darle imparcialidad a la investigación, el organismo de control nacional le retiró esa competencia a la Contraloría Departamental de Antioquia.

Una comisión de la Procuraduría General de la Nación llegó a Medellín para verificar el estado de la contratación adelantada por la Gobernación de Antioquia, y precisar si existen irregularidades en las adjudicaciones.

El Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, y la Delegada para la Vigilancia Preventiva Función Pública, María Eugenia Carreño Gómez, enviaron esa comisión para adelantar la revisión de los contratos que fueron denunciados por el Senador Eugenio Prieto Soto y el excongresista Ramón Elejalde Arbeláez.

En esa misión estuvieron los funcionarios de la Procuraduría Irma Trujillo y Fernando González, acompañados por investigadores de la Procuraduría regional de Antioquia.

CONTRALOR DEPARTAMENTAL

El Contralor de Antioquia, Jorge Rojas Otálvaro, se declaró extrañado por los comentarios y las decisiones de la Contralora General de la República, Sandra Morelli, según los cuales la Contraloría de Antioquia ha sido hostil con la información solicitada por su organismo para iniciar control excepcional a algunos tópicos de la contratación.

viernes, 24 de junio de 2011

RODRIGO JARAMILLO VILLEGAS GESTION 2004-2007 YARUMAL ANTIOQUIA

En 86 municipios antioqueños hay denuncias de trashumancia electoral.


Las autoridades han reforzado la seguridad en Antioquia para estas elecciones, con el objetivo de disminuir los problemas de orden público y los fraudes electorales. ...

Actualizado 2011-06-24 00:38:45 | Teleantioquia Noticias

En 86 municipios antioqueños hay denuncias de trashumancia electoral. Las autoridades electorales anunciaron investigaciones para aclarar los casos.

Mientras la policía ha identificado los municipios de mayor riesgo electoral en Antioquia y reforzó la seguridad de 10 candidatos a cargos públicos que han denunciado amenazas en diferentes zonas del departamento.

“Tenemos a Tarazá, Valdivia, Yarumal, Chigorodó, Apartadó, Ituango y Anorí. Tienen en calificación extraordinaria por las situaciones que allí se vienen presentado”, dijo el coronel José Acevedo, comandante de la Policía Antioquia.

La Registraduría Departamental informó que las denuncias de trashumancia electoral van en aumento en Antioquia.

“La delegación departamental de Antioquia, ha recepcionado 163 quejas, que han pasado por la delegación departamental correspondiente a 85 municipios”, indicó Luz Elena Rivera, registradora Delegada de Antioquia.

Hasta el 30 de julio tiene plazo el Consejo Nacional Electoral para entregar los resultados de las investigaciones en estos 86 municipios y definir que pasa con esas cédulas mal inscritas.

“Ellos desplazan varias comisiones a estos municipios, donde adelantan las investigaciones, recogen las pruebas y posteriormente ya definen si dejan sin efecto o no, la inscripción de cédulas en ese sitio”, explicó Rivera.

Las autoridades han reforzado la seguridad en Antioquia para estas elecciones, con el objetivo de disminuir los problemas de orden público y los fraudes electorales.

Contraloría halló mérito para iniciar proceso de responsabilidad fiscal por el túnel de La Línea

Foto: El Exministro Andres Uriel Gallego y el Expresidente Uribe

Contraloría halló mérito para iniciar proceso de responsabilidad fiscal por el túnel de La Línea

*Serán vinculados el ex ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego, ex funcionarios y funcionarios de INVÍAS y firmas contratistas.

Nacion 24 de junio de 2011/ colombia / CGN

La Contraloría General de la Republica encontró merito para abrir un proceso de responsabilidad fiscal contra el ex ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego, altos funcionarios y ex funcionarios de INVÍAS por haber realizado pagos sin justificación por una suma superior a $193 mil millones de pesos, para las obras de construcción del túnel de La Línea, que adelanta la empresa Unión Temporal Segundo Centenario.

La Contraloría Delegada para el sector de Infraestructura Física cerró la indagación preliminar de este caso y estableció que a los contratistas del túnel de La Línea se les ha pagado hasta el momento $321.634 millones.

La obra recibida hasta el momento vale $127.931 millones.

El costo total de este contrato, que lleva el número 3460 de 2008, es de $629.052.928.746 y tiene un plazo de ejecución de 70 meses.

Dentro de la indagación preliminar, la Contraloría pretendía que el contratista justificara en dónde se encuentran los recursos que se pagaron de más ya que no están dentro de la obra.

Los contratistas no hicieron la justificación correspondiente y por lo tanto hay un pago anticipado que genera un presunto detrimento patrimonial por $243.682 millones.

Estos dineros están desprotegidos y pasaron a manos privadas sin que se cumplieran las normas que la ley establece, para salvarguardar ese tipo de pagos anticipados.

Al recomendar la apertura del proceso de responsabilidad fiscal, se establece que existe mérito para vincular al mismo a las siguientes personas:

Unión Temporal Segundo Centenario, integrada por el señor Miguel Emilio Castillo Baute y las empresas Condux S.A., Constructora Fronpeca Sucursal Colombia, Alvarez y Collins S.A., Constructora Carlos Collins, Promotora Montecarlo Vías S.A, Túneles de Colombia S.A., Construirte Ltda, Constructores Gayco S.A., Tecniciviles S.A., Arquitectura S.A y el representante legal Carlos Guillermo Collins Espeleta; el ex ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego; Juan Gabriel Berón Zea, ex secretario técnico del INVIAS; Daniel Andrés García Arizabaleta, ex director de INVÍAS; Carlos Alberto Rosado Zuñiga, actual director de INVÍAS; Juan Esteban Gil Chavarria, ex director de gerencia de proyectos de INVÍAS; Héctor Nieto Céspedes, funcionario de INVÍAS y supervisor del contrato; Consorcio Dis S.A.-EDL LTDA y su representante legal Enrique Dávila Lozano, cuya firma era la interventora privada del contrato.

También se abrirá proceso de responsabilidad fiscal a Gabriel del Castillo, ex asesor externo de INVÍAS.

Una perlita:

*Recuerdo las palabras del ExPresidente Uribe cuando posesiono al señor Gallego como ministro de Transporte de Colombia : "Lo nombro porque no roba ni deja robar".

La reforma política es exequible: Corte Constitucional



Juan Carlos Henao, presidente de la Corte Constitucional.

NACIÓN

Si bien el grueso del proyecto pasó el examen constitucional, se cayeron algunas normas. Entre ellas, una que restringía la composición del censo electoral.

Viernes 24 Junio 2011

En la madrugada del viernes Corte Constitucional mediante pronunciamiento de presidente Juan Carlos Henao, declaró exequible “la gran mayoría del articulado” del proyecto de ley estatutaria de la reforma política con lo que la normativa pasará a sanción presidencial. En plata blanca, 18 de los 57 artículos fueron eliminados.

La legislación se propuso como la manera de poner coto a arraigadas costumbres políticas que durante años han permitido la corrupción, el clientelismo, la debilidad institucional de los partidos y otras irregularidades.

El principal artículo que se cayó tenía que ver con la composición del censo electoral, pues tal y como estaba redactada la norma solo podrían votar en octubre próximo aquellos que participaron en las últimas elecciones legislativas o presidenciales, además de aquellos que se les expidió su cédula por primera vez y no tienen impedimento legal para sufragar. Así las cosas, sigue vigente el censo actual, cercano a los 30 millones de votantes.

El texto de ese artículo declarado inexequible, era considerado un ‘mico’ dado que no fue discutido y meramente fue presentado como una proposición. Fue tumbado en palabras del magistrado Henao porque era “atentatoria contra los principios de universalidad y libertad del voto”, lo que incluye el derecho de abstención.

Tal norma si bien no afecta en mucho la elección para cargos populares, en caso de referendo o consulta popular si hubiese permitido que cualquier iniciativa pudiera ser aprobada con un umbral mucho más bajo del que hoy se tiene.

Por otra parte, el alto Tribunal encontró ajustado a la Carta Política la norma que señala que como mínimo el 30% de los puestos en las listas de aspirantes a corporaciones públicas deberán ser para las mujeres, artículo que “promueve acciones positivas para buscar la equidad de género” en la participación política, según el presidente de la Corte.

Así mismo se mantuvo el texto que prohíbe a los testigos de las mesas electorales llevar puestas camisetas alusivas a sus respectivas colectividades. Según Henao, ello atenta contra la libertad de los electores y “lo sagrado” que debe ser el día de los comicios.

Hubo disposiciones que también fueron declaradas exequibles y que tienen que ver con que se castigará la doble militancia y la manera en que se entregarán anticipos a las campañas.

Otra norma que dio alivio a varios candidatos con miras a las próximas elecciones regionales de octubre es que se dejó en doce meses el tiempo de inhabilidad para ser aspirante para quienes hayan ocupado cargos públicos ya sea de elección popular o administración pública. Tal tiempo es el mismo que se aplicó hasta hoy solamente a los parlamentarios y así se extiende también a los mandatarios y miembros de corporaciones locales.

jueves, 23 de junio de 2011

No es suficiente ser cabeza de familia para recibir la casa por cárcel


Foto: León Darío Peláez Pabellón de máxima seguridad de La Picota

JUSTICIA

Así lo consideró la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema, que cambió la jurisprudencia que permitía a una persona cabeza de familia invocar la casa por cárcel. Ahora, los jueces deberán estudiar cada caso.

De ahora en adelante los jueces deberán evaluar en cada caso en el que sea condenado un padre o madre cabeza de hogar si le otorga la prisión domiciliaria o no. La nueva jurisprudencia se abrió paso con la revisión de un caso de una mujer que aceptó los cargos en primera instancia por “tráfico, fabricación o porte de estupefacientes”.

La mujer, de Puerto Tejada (Cauca), fue condenada luego de que la Fiscalía hizo un allanamiento en su casa y encontró varios gramos de cocaína.

En primera instancia, la mujer fue condenada a 42 meses de prisión, el juzgado le negó tanto la suspensión condicional como la prisión domiciliaria después de haber evaluado el grado de vulnerabilidad de sus hijos.

La defensa de la mujer apeló la sentencia invocando su condición de madre cabeza de familia. No obstante, en segunda instancia el Tribunal Superior de Popayán reiteró el alcance del fallo.

La Corte Suprema de Justicia acaba de pronunciarse de fondo. El alto tribunal negó la petición de la defensa. Además cambió la jurisprudencia para que sean los jueces en cada caso los que examinen las condiciones para otorgar ese beneficio.

En criterio de la Corte, “la privación de la libertad en el lugar de residencia del procesado en razón de su condición de padre o madre cabeza de familia no puede en principio suscitar situaciones intolerables de impunidad”.

En criterio de la Corte, el tribunal que conoció del caso antes que ella adoptó “una decisión ajustada a derecho, en la medida en que consideró que el fin de resocialización de la pena se hallaba en este caso por encima del interés de no separar a la madre del cuidado de sus dos menores hijos”.

*Revista Semana / Junio 23 de 2011.

martes, 21 de junio de 2011

Enrique Peñalosa y Aníbal Gaviria lideran intención de voto para alcaldías de Bogotá y Medellín / La W Radio | Junio 18 de 2011



Aníbal Gaviria, con un 34, 2 por ciento, y Enrique Peñalosa, 24,8 por ciento, lideran la intención de voto para las alcaldías de Medellín y Bogotá a menos de cinco meses de las próximas elecciones regionales, según una encuesta de Datexco.

En Bogotá, Peñalosa es seguido por el excandidato presidencial Gustavo Petro, con un 12,7 por ciento; Gina Parodi, con 9,4 por ciento y Carlos Fernando Galán y David Luna con un 7,2 por ciento.

En quinto lugar aparecen Paulo Laserna, quien rechazó decidió rechazar la propuesta del Partido Conservador de ser candidato, aparece con 5,4 por ciento. En cuarto lugar se ubica William Vinasco Ch, con 4,6 por ciento.

Finalmente, aparecen Jorge Enrique Robledo (3,4 %), Jaime Castro (1,7%), Carlos Eduardo Guevara (0,3%) y Luis Fernando Rosas (0,1%).

Por el lado de Medellín, Luis Pérez Gutiérrez está con el 23,0 por ciento, seguido por Omar Flórez, con un 7,4 por ciento.

Después aparecen Federico Gutiérrez (4,5%), Luis Bernardo Vélez (2,6%), Carlos Ignacio Cuervo (1,4%), y Federico Zuluaga (1,2%).

Las encuestas fueron realizadas entre 1.200 personas en Medellín y Bogotá y tiene un margen de error del 3,4 por ciento.

CARTA ABIERTA A ANA MERCEDES GOMEZ


Luis Pérez

En el Editorial de su periódico El Colombiano y en una entrevista que le ofreció a la W, se refiere a mi legítima candidatura a la Alcaldía de Medellín en términos desobligantes e irrespetuosos, que no le acepto ni como ciudadano; ni como candidato a la alcaldía con el aval de más de 452.000 firmas de ciudadanos libres y con el honor de haber sido respaldado casi por unanimidad por el Gran Partido Conservador y otros partidos. En virtud de ello, le solicito con firmeza que rectifique su infundado escrito que atenta contra mi buen nombre y coarta la libre expresión en la Democracia electoral.

Doctora Ana Mercedes. Yo soy un candidato éticamente incuestionable. Decente. Honorable. No permitiré que otra vez vuelvan con palabras leprosas a afectar mi buen nombre. Y la reto a usted a que me muestre un solo acto que cuestione mi decencia y mi ética pública. Uno solo señora Ana Mercedes, que sea de mi responsabilidad y que justifique sus infames declaraciones!

Como Rector de la Universidad de Antioquia fui Honorable. Como Secretario de Educación fui Honorable. Como Director Nacional del Icfes fui Honorable. Como Director de Planeación de Antioquia fui Honorable. Y cuando llegué a la Alcaldía de Medellín, como no me sometí a la manipulación de unos pocos que usan y desusan el jugoso presupuesto del Municipio de Medellín para beneficio propio, empezaron, de una manera rastrera y oprobiosa, a lanzar rumores infundados para que como alcalde popular me arrodillara a sus mezquinos intereses lo cual, por supuesto jamás hice ni haré.

Soy un líder popular que defiende a los más necesitados de esta ciudad, soy un líder independiente de poderosos que han usufructuado los dineros públicos y los han usado como si fueran propios, y que son culpables de la pobreza que acosa a esta sociedad. Está bien que no le guste mi estilo de gobierno ni mis ideas urbanas transformadoras, ni mi cercanía con los más pobres; y para eso es la democracia, para disentir, pero no le acepto pasar su discrepancia por encima de mi reputación ni de mi honorabilidad. Si alguien no le gusta cómo usted escribe, pues que no compre su periódico pero que no la haga aparecer a usted de ética cuestionable.

Le pido respeto. Fuera de rumores leprosos sin fundamento, la reto a que me diga si en mi gobierno hubo carruseles de contratación. O si hubo paramilitares involucrados en mi alcaldía. O si enriquecí o favorecí a mi familia en mi gobierno. O si participé en escándalos cuantiosos similares a Orbitel. O si nombré guerrilleros en la Junta de EPM. Cuando uno es honesto y limpio de corazón no tiene que estarlo predicando a los cuatro vientos, pues es una condición necesaria e inviolable de todo dirigente público. Cuando algunos tienen que predicar un millón de veces que son honestos, es porque sus propias picardías le atormentan el alma y el corazón.

A usted, doctora Ana Mercedes le guardo afecto y respeto. Cada vez que me hizo solicitudes solicitudes oficiales cuando me desempeñé como Alcalde de la Ciudad fue atendida con toda decencia, afecto y gusto.

La misma decencia con la que la he tratado a usted le solicito que me la de y, en verdad, no esperaba de usted tan indigno tratamiento.

Dios aborrece tres cosas: La lengua mentirosa, los pies presurosos para correr al mal y el corazón que maquina pensamientos mezquinos. Si el periodista no tiene ley en la tierra, al menos no debería dañarle el buen genio al Creador.

lunes, 20 de junio de 2011

Uribe ante la Comisión de Acusaciones



Hernando Gómez Buendía


POLITICA Y GOBIERNO
Domingo, 19 de Junio de 2011 23:39


Un análisis razonado de lo que pasó, de lo que está pasando, de lo que va a pasar y de lo que sería preferible que pasara en relación con hechos decisivos para el pasado, el presente y el futuro de Colombia.


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No ha sucedido nada

La audiencia fallida del ex presidente Álvaro Uribe ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes pudo haber sido otra noticia menor en la vorágine de cosas que suceden, pero podría también ser el comienzo de un debate ruidoso y doloroso que partirá a Colombia en dos mitades.

Comencemos con mucha claridad. Contra el señor ex presidente Uribe no existe ninguna condena, ningún proceso judicial, ninguna investigación formal y ninguna prueba contundente o abrumadoramente validada ante el llamado “tribunal de la opinión” (algo, digamos, como los “narcocasetes” de Samper o aquel vestido azul de Mónica Lewinsky).

También es indudable que ningún juez o autoridad nacional o extranjera distinta de la Comisión de Acusaciones de la Cámara puede dar curso a un eventual proceso contra el doctor Uribe por “hechos u omisiones ocurridos en el desempeño del cargo (de Presidente de la República” (artículo 174 de la Constitución colombiana). Y no se trata de un fuero caprichoso sino de una institución que se remonta a los comienzos del constitucionalismo inglés, para garantizar que los cargos contra una persona que ocupa tan alta magistratura sean tan serios que ameriten el trauma que implica el simple hecho de abrir su investigación.

Podría suceder

Con la misma claridad hay sin embargo que advertir;


•Que las interceptaciones ilegales o “chuzadas” que motivaron la audiencia del pasado jueves 16 de junio son apenas una de las ¡242! acusaciones que se han presentado ante la Comisión contra el ex presidente Álvaro Uribe;
•Que son varios los funcionarios, congresistas o allegados a Uribe que han sido condenados o sujetos a medidas cautelares en procesos por hechos sucedidos durante su gobierno y que en algún momento podrían salpicarlo. Si la historia es una guía, en todos o en casi todos los juicios penales contra un presidente o un ex presidente de cualquier país del mundo, la evidencia inicialmente se refiere a subalternos y va ascendiendo en un ciclo de negativas y revelaciones hasta llegar al jefe del Estado.

Esta, repito, no es la situación del ex presidente Uribe, pero sí vale notar que en los casos del DAS o el de Agro Ingreso Seguro (AIS) la negación rotunda del primer momento dio paso a las condenas o las medidas de aseguramiento contra funcionarios de rango ascendente.


•Que a lo largo de los años han circulado rumores y “evidencias”[1] más o menos creíbles sobre una amplia gama de actuaciones potencialmente ilícitas en la vida del hoy ex presidente. Aquí se incluyen las licencias concedidas cuando era Director de la Aeronáutica Civil, su gestión de la seguridad como gobernador de Antioquia, sus acuerdos electorales con dirigentes que fueron condenados por nexos con el narcotráfico o el paramilitarismo y la nube de escándalos de algún modo tocantes a su reelección o a su política de seguridad mientras fue presidente de la República (chuzadas, yidis-política, para-política, AIS, INCODER, Dirección de Estupefacientes, falsos positivos, falsas desmovilizaciones, notarías, carrusel de los Nule y otros más).

De nuevo hay que decir que estos varios episodios han sido objeto de debate público o de investigaciones periodísticas que casi siempre han concluido en absolución o por lo menos sin que salga a la luz la respectiva “prueba reina”; algunos episodios incluso han sido examinados por los jueces, sin que el doctor Uribe fuera formalmente vinculado al proceso. Y sin embargo a la luz del principio hermenéutico según el cual la interpretación de conjunto de los hechos aparentes tiene un cierto valor como prueba del hecho de fondo –cuando no en términos puramente probabilísticos– esta pluralidad de rumores y “evidencias” podría llevar a la formulación de cargos eventuales contra el doctor Uribe.

Jamás habrá certeza

Y me falta la claridad principal: es imposible saber la verdad sobre esos cargos. Solo Dios tendría la certeza de que un sindicado sea o no sea culpable del delito que se le imputa (o incluso del delito que el reo se auto-impute porque podría mentir o estar equivocado). En el mundo real no hay pruebas “reina” sino indicios para ser evaluados por algún ser humano: un juez, un periodista, una lectora o algún otro observador.

Ante esta limitación irreductible, los seres humanos hemos creado las instancias judiciales y hemos convenido en que sus fallos sean lo que todos tendremos por verdad. Ese invento por supuesto supone jueces imparciales y que a todos nos parezcan imparciales.

Por eso, ya de entrada y en cualquier país del mundo, el juicio de un ex presidente será siempre polémico y dudoso. De Clinton a Samper, de Fujimori a Berlusconi, estos procesos son inescapablemente políticos, politizados y polarizados. Pues el de Álvaro Uribe también lo sería o lo será. Cada caso es un caso, pero en el suyo además se añadirían al menos dos factores que agraven la tensión.


•Por un lado no hablamos de desfalcos comunes o de vicios privados, sino de abusos con intención política (la reelección, la lucha antisubversiva…) que por lo tanto aprueban o disculpan sectores influyentes del país.

•Por otra parte y al contrario, algunos de los cargos eventuales implicarían violaciones graves del derecho internacional humanitario y la protesta entonces necesaria de la opinión civilizada de acá y del exterior.

Lo segundo menos malo

Como no somos Dios y como el juicio de un ex presidente siempre está politizado, las democracias han inventado un sistema –imperfecto por supuesto– pero muy bien calibrado para evitar la impunidad del gobernante culpable y evitar los abusos de sus contradictores políticos o enemigos personales.

•Este sistema comienza por el mito de que el Congreso representa la diversidad de perspectivas ciudadanas y actúa en función del más alto interés público. Por eso es él quién debe pasar juicio sobre la gravedad y credibilidad de los cargos que se levanten contra el gobernante o ex gobernante en relación con el desempeño de su cargo.

•El juicio ante el Congreso es por lo mismo de carácter propiamente político. Como decía la Constitución de Weimar, “la responsabilidad política se da cuando un funcionario causa o no impide un daño grave y evidente a la Nación”. Y aunque la Constitución colombiana no menciona expresamente la responsabilidad “política”[2], sí establece que cuando la acusación se refiera “a delitos cometidos en ejercicio de funciones, o a indignidad por mala conducta, el Senado no podrá imponer otra pena que la destitución del empleo, o la privación temporal o pérdida absoluta de los derechos políticos” (numeral 2 del artículo 175). Es decir, en castellano, que el juicio ante el Congreso no es de carácter penal sino político.

•Tanto así que el Senado, además del anterior juicio político, deberá remitir al presidente o al ex presidente a la Corte Suprema de Justicia “si los hechos lo constituyen responsable de infracción que merezca otra pena” (numeral 2 del 175) y “Si la acusación se refiere a delitos comunes, el Senado se limitará a declarar si hay lugar o no a seguimiento de causa y, en caso afirmativo, pondrá el acusado a disposición de la Corte Suprema” (numeral 3 del mismo artículo).

•Finalmente y en virtud del Tratado de Roma, un alto funcionario o ex funcionario de un Estado firmante podría ser investigado y procesado por la Corte Penal Internacional pero (a) sólo en relación con los delitos precisamente señalados por el artículo 5 del Tratado (genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crimen de agresión), y (b) con sujeción al “principio de complementariedad” es decir, una vez se demuestre que no operó la justicia del país en cuestión.

Pero aquí

No gastaré mucha tinta en decir que la audiencia iniciada del ex presidente Uribe esta semana deja sin aire alguno la esperanza de que entre nosotros vaya a funcionar el delicado sistema que las democracias inventaron para evitar la impunidad del gobernante y evitar los abusos de sus contradictores.

•Por una parte el mito del Congreso pluralista y jugado a lo público solo se cumple en tanto la palabra “mito” se entienda en su acepción de ser “una creencia falsa”.

Lo que hemos visto en estos días es una Comisión de Acusaciones donde toman asiento y se han rotado algunos congresistas coloridos y cuyas hojas de vida, a juzgar por lo que informan los medios, no pasan de prontuarios (remito aquí a la semblanza del representante que llevó la voz cantante, ingeniero Yahir Acuña, “ex miembro del PIN y señalado de tener estrechos vínculos paramilitares”, en anterior edición de Razón Pública http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2093:un-presunto-parapolitico-investigara-a-uribe-en-la-comision-de-acusaciones&catid=26:recomendados&Itemid=356).

•Por otra parte asistimos a un espectáculo “con patas de pato, con pico de pato y con plumas de pato”, a un proceso penal o un simulacro de proceso penal donde no hubo sino recusaciones y referencias más o menos airadas o refinadas al artículo N parágrafo R de la Ley 600 (de 2000, Código de Procedimiento Penal) sazonadas con otras cuantas alusiones a la Ley 5 (de 1992, Reglamento del Congreso). Y como era de esperar de un ingeniero (civil) acompañado de otros dos ingenieros (electorales) frente a los jurisperitos más curtidos de Colombia, los señores juzgadores hasta ahora han hecho gala de una torpeza angelical o de una astucia sibilina y suficiente para hacernos creer que ellos creen que de verdad estarán persiguiendo la verdad (declaraciones ante los medios que por supuesto los inhabilitan, diálogo privado con una de la partes en plena audiencia pública, suspensión de la audiencia ante una duda cuando la suspensión depende de si vale esa duda…).

Y en el caso remoto de pasar a Plenaria de la Cámara o el todavía más lejano de llegar al Senado, el show sería cada vez más sofisticado y las presiones subterráneas que sabemos se irían volviendo más y más titánicas. Remember Samper, como diría el bueno de Cervantes.

Entre un mal y otro peor

Así pues aclaremos desde ya que las audiencias o el juicio ante el Congreso van a ser una farsa:


•Un veredicto de la Comisión de Acusaciones, y eventualmente de la Cámara en pleno o peor, del Senado- no sería aceptable para medio país y el veredicto opuesto sería rechazado por el otro medio;
•Las instituciones saldrían todavía más desprestigiadas,
•Y quedaríamos más divididos todavía sobre el tramo decisivo de la historia de Colombia que en el futuro tal vez podrá llamarse “el período de la Seguridad Democrática”.

Muchos dirán entonces que es mejor ahorrarnos la farsa y darle a las audiencias un entierro de pobre. Pero con eso estaríamos renunciando nada más que
•a buscar la verdad,
•a intentar la justicia,
•a que un ex presidente pueda limpiar su nombre,
•a que las víctimas presuntas tengan voz, y
•a imaginarnos un mañana distinto.
Con el silencio todos ganaríamos un poquito. Con el silencio todos perderíamos mucho.

[1] Cuando digo “evidencias” no significo por supuesto que yo conozca o sepa de alguna prueba susceptible de persuadir a los jueces competentes de que se haya cometido un delito, sino a textos publicados cuya fuente en general disfruta de credibilidad. Sería el caso de la revista Newsweek en su edición del 8 de agosto de 2004 y según la cual: “El desclasificado Informe de Inteligencia del Departamento de Defensa (de Estados Unidos) de fecha septiembre de 1991 parece un “Quién es Quién” en el tráfico de cocaína en Colombia…. Y está la entrada (o ítem) número 82: “Álvaro Uribe Vélez –un político colombiano y senador dedicado a colaborar con el Cartel de Medellín desde las altas esferas del gobierno. Uribe fue vinculado con empresas implicadas en actividades de narcotráfico en Estados Unidos…Uribe ha trabajado para el cartel de Medellín y es un cercano amigo personal de Pablo Escobar Gaviria…” (Trascribo el original inglés: “The declassified defense Department intelligence report, dated September 1991, reads like a Who's Who of Colombia's cocaine trade… Then there's entry 82: "Alvaro Uribe Velez--a Colombian politician and senator dedicated to collaboration with the Medellin cartel at high government levels. Uribe was linked to a business involved in narcotics activities in the U.S.... Uribe has worked for the Medellin cartel and is a close personal friend of Pablo Escobar Gaviria" http://www.newsweek.com/2004/08/08/blacklist-to-the-a-list.html
[2] El artículo 198 sin embargo dice que “El Presidente de la República, o quien haga sus veces, será responsable de sus actos u omisiones que violen la Constitución o las leyes”; como no se reduce a las leyes penales y puesto que “un grave daño y evidente a la Nación” difícilmente se dará mientras el gobernante cumpla la Constitución y las leyes, de este texto podría derivarse la noción de responsabilidad política.

"Aunque el tesoro esté en tu casa, sólo lo descubrirás cuando te hayas alejado" (Paulo Cohello)

domingo, 19 de junio de 2011

Los colombianos aún no deben cambiar de licencia de conducción


Esta semana, varios Colombianos pagaron 95.000 pesos para obtener un pase que no necesitaban.

La falta de información sobre una ley que el año pasado cambió el régimen de licencias de conducción en el país tiene a un número indeterminado de bogotanos -y colombianos- haciendo trámites inútiles y botando su dinero.

La confusión o desinformación se inició en marzo del 2010, cuando el Congreso de la República expidió la Ley 1383 del 2010, que exige unificar en un solo formato las licencias de todos los conductores del país, tal como ocurrió en su momento con las cédulas de ciudadanía.

Desde esa fecha han venido apareciendo volantes, correos electrónicos y rumores de boca en boca en que se advierte que el cambio del documento es obligatorio y debe hacerse en un plazo breve.

Pero la realidad es otra. La Ley 1383 otorgó plazo hasta marzo del 2014 para establecer las características que deberá tener ese nuevo pase único nacional, pero, dado que esas especificaciones aún no se han definido, todos los anteriores siguen siendo válidos.

No importa si el pase es del viejo formato de los años 90, con foto en blanco y negro; o gris, con código de barras o sin él; con foto en color y una barra amarilla en la parte alta; o el más reciente, del 2009, blanco, con foto en color, huella y hologramas. Todos los formatos deben ser aceptados, incluso los vencidos, pues ahora las licencias de conducción son a término indefinido.

"Mientras no se haga efectiva la nueva normativa, los anteriores pases son válidos, porque no se le puede trasladar al usuario una responsabilidad del Estado", explicó Jorge Carrillo, asesor del Ministerio de Transporte.

Por su parte, Felipe Targa, viceministro de Transporte, reconoció que hay una campaña de desinformación "que busca pescar en río revuelto", es decir, lucrarse con la desinformación de la gente.

Por esta razón, el ministerio se ha visto obligado a desarrollar varias estrategias de comunicación, destinadas a dejarles claro a las personas que sus pases actuales son válidos hasta que se defina el nuevo. Pero la confusión continúa siendo enorme.

Esta semana, y en el marco de una campaña de la empresa Servicios Integrales para la Movilidad (SIM, contratista de la Secretaría de Movilidad de Bogotá), la entrega de una información errada indujo a dos bogotanas a solicitar una nueva licencia, a pesar de que no la necesitaban. Un trámite por el cual pagaron 95.000 pesos cada una.

"Me dijeron que el ministerio había expedido una ley hace 15 días y que era necesario tener la nueva licencia y por eso la saqué", dijo una de las afectadas.

Gabriel Saldarriaga, gerente del SIM, aceptó que hubo una mala información de sus funcionarios. "Quizá no se preparó bien a la gente que estaba al frente de la unidad", dijo antes de autorizar la devolución del dinero a las dos afectadas.

Dagoberto Mejía, gerente de operaciones del SIM, añadió que su empresa no actuó de mala fe y que se trató de un caso excepcional. Y recalcó que si alguien pide un duplicado de su pase o cualquier otro trámite, el SIM está en la obligación de prestar el servicio.

En todo caso, tanto el Ministerio como el SIM coinciden en denunciar que hay tramitadores alimentando la confusión para ganar dinero. Finalmente, se trata de un mercado muy jugoso: solo en Bogotá hay más de 2 millones de licencias y en el país, más de 11 millones.

Cuándo sí hay que cambiar la licencia

Deberá cambiar su licencia si esta no está legible (no se ve su nombre o su número de cédula), solicitando un duplicado por deterioro. También, cuando en su pase figure un número de tarjeta de identidad y usted ya tenga cédula. Cuando haya errores en los nombres y, por último, si piensa manejar en el exterior y su pase está vencido, pues aunque aquí ya no vencen, en otro país seguramente será multado.

JORGE QUINTERO
REDACCIÓN PERIODICO EL TIEMPO DOMINGO 19 DE JUNIO DE 2011.

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