sábado, 5 de noviembre de 2011

Se dona crema merek para quemados de las elecciones del 30 de octubre en Colombia

El operativo que acabo con Cano

Foto: Revista Semana
CONFLICTO

El bombardeo en el que fue dado de baja Guillermo León Sáenz, alias 'Alfonso Cano', se produjo sobre las 8:30 a. m. en el municipio de Belalcázar (Cauca).
Sábado 5 Noviembre 2011
Hace tres meses la persecución contra el jefe máximo de las FARC estuvo a punto de dar resultado. En junio pasado, el presidente Juan Manuel Santos viajó hasta Chaparral (Tolima) para revisar los operativos contra las FARC, en los que se alcanzó a decir que alias ‘Alfonso Cano’ estaba herido. Y aunque lo único que se confirmó fue que la noche anterior al bombardeo ‘Cano’ estaba cerca del lugar de la operación de las Fuerzas Militares, en realidad, le dijeron fuentes militares a Semana.com, en esa fecha y en ese lugar comenzó el fin del jefe guerrillero.


De inmediato, y con la información de por medio de estarle pisando los talones, el Ejército le cerró el camino que le permitía a 'Cano' recibir las provisiones que le llegaban del Bloque Oriental. Y a punto de bombardeos lo obligaron a moverse. Entonces, el único camino fue buscar el auxilio del Bloque Occidental, liderado por ‘Pacho Chino’ y ‘Sargento Pascuas’. Mientras tanto, el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CECOES del Comando General de las Fuerzas Militares, no cejó en agudizar la presión, más aún cuando confirmó que lo acompañaba un máximo de diez guerrilleros.
‘Alfonso Cano’, a diferencia de otros jefes guerrilleros, no estaba en un campamento grande.

Este viernes, un bombardeo que se registró sobre las 8:30 a. m. en un pequeño poblado Chirriadero, cerca de la represa de La Salvajina y de los municipios de Belalcázar y Suárez (Cauca), le comenzó a poner fin a su larga vida en la guerrilla. Más de una tonelada de explosivos cayeron en la zona donde se movía.

La primera pista que encontraron los hombres del Ejército tras el bombardeo fue su billetera; al lado, las gafas y unos periódicos. Luego, según contó en rueda de prensa a la medianoche el ministro de defensa, Juan Carlos Pinzón, se inició una persecución y, tras el enfrentamiento entre los hombres del anillo de seguridad de ‘Cano’ y tropas de las Fuerzas Militares, el número uno de las FARC murió. En los operativos, dos soldados resultaron heridos.

Hombres del CTI confirmaron, horas más tarde, su identidad, en principio por simple identificación visual y luego a través de las huellas dactilares. En el hecho también fue dado de baja ‘Pacho Chino’, líder del Bloque Occidental de las FARC. Y fue justamente por él que la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL) fue clave en el operativo. ‘Pacho Chino’ era blanco de DIPOL y la información que esta dirección tenía de él (jefe de seguridad de ‘Cano’) permitió dar con el máximo jefe de las FARC.
El cuerpo sin vida de ‘Cano’ fue llevado a Popayán (Cauca).

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Las 15 claves del nuevo mapa político

En el balance de ganadores y perdedores, es claro que el espectro del poder regional y local cambió drásticamente. Aquí las principales conclusiones de la jornada.
Ganó el antiuribismo

 Tras signar los comicios regionales de 2003 y 2007, uno de los hechos más claros de la jornada electoral de ayer fue la derrota del uribismo. Luego de jugarse a fondo en la campaña, el ex presidente Álvaro Uribe sumó graves derrotas, en especial en Bogotá, pues no sólo perdió con su apoyo a Enrique Peñalosa, sino que el triunfador en el segundo cargo más importante del país fue su más enconado rival Gustavo Petro. Igual perdió en Antioquia, ya que los aspirantes que impulsó a la Gobernación (Carlos Mario Estrada) y a la Alcaldía (Federico Gutiérrez) fracasaron. Tampoco ganó la ex ministra Pinto de Hart en Bucaramanga, Daniel Cabrales (Montería) y Alberto García en Barranquilla, entre otros. De los 26 aspirantes a gobernaciones y alcaldías capitales que tenían el guiño del ex mandatario, no más de seis lograron el favor en las urnas. Quedó claro que Uribe, que conserva altos índices de popularidad, no puede endosar su apoyo político y que su influencia política viene en franco descenso.

El Gobierno se consolidó

 El uribismo perdió mucho terreno en la puja de fuerzas en La U. El santismo, ganador ayer como líder de la Unidad Nacional, a la cual pertenece el 90 por ciento de los electos, se afianzó en el espectro político. La estrategia de no jugarse a fondo en materia de guiños o preferencias le terminó resultando al presidente Santos, que terminó ganando con cara o con sello. Aunque es claro que la Unidad Nacional, que maneja las mayorías partidistas, falló al no reunirse en torno a un candidato único en la capital del país, lo cierto es que a Santos, a la larga, le convenía más un triunfo de Petro o cualquier otro aspirante en Bogotá distinto a Peñalosa, pues si este ganaba el ex presidente Uribe seguramente habría cobrado el triunfo como propio y sería, como el principal crítico de la Casa de Nariño en que terminó convertido, una cuña muy difícil de manejar para el Gobierno.
Ganó anticorrupción, pero…

El país está hastiado de los escándalos de corrupción y ello se reflejó en las urnas según se evidenció en la forma en que resultaron elegidos Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Rodrigo Guerrero, Aníbal Gaviria y otros aspirantes que son sinónimo de transparencia, cambio o de denuncia de anomalías en el manejo de lo público. Sin duda hubo aquí un voto castigo contra muchas administraciones salientes fuertemente cuestionadas, ya fuera porque sumaron escándalos o porque los sucesores que proyectaron para continuar el dominio político local tenían muchas reservas. Sin embargo, el lunar más negro está en que la mayoría de los aspirantes a gobernaciones y alcaldías que fueron relacionados con congresistas condenados por parapolítica o caciques cuestionados, terminaron ganando en por lo menos cinco gobernaciones y varias alcaldías capitales. Incluso a los partidos que se dice maneja directa o indirectamente el preso ex senador Juan Carlos Martínez se le achacaban ayer el triunfo en las gobernaciones de Casanare y, posiblemente, en el Valle, así como en Mitú y la

alcaldía de San Andrés.

Encuestas reivindicadas

 Muchas veces cuestionadas porque sus pronósticos no terminaban concordando con el resultado en las urnas, o blanco de críticas y señalamientos de manipulaciones y politización, no se puede negar que las encuestas se anotaron ayer un triunfo importante porque la mayoría de los vaticinios que hicieron sobre preferencias electorales se terminaron cumpliendo casi al pie de la letra. El hecho de que hubo pocos palos o sorpresas en materia de ganadores y perdedores, es un síntoma que los sondeos acertaron en los escenarios que venían mostrando semana tras semana. Sin embargo, es claro que urge una reglamentación más a fondo en materia de encuestas pues los vacíos en su vigilancia e implementación siguen dejando muchas luces y sombras en la contienda.

Espaldarazo a procesos de paz

 El que al segundo cargo de elección popular más importante del país haya llegado una persona que como Gustavo Petro integró un grupo guerrillero, se desmovilizó y ha jugado dentro de las reglas de la democracia desde entonces, es clave que en momentos en que el Congreso y el Gobierno urgen un nuevo marco para adelantar un proceso de paz. Pese a la satanización que se intentó contra Petro, es claro que su elección (así como ocurrió con los presidentes de Paraguay y Brasil) es un golpe directo a las Farc y otros grupos armados ilegales que insisten en la violencia bajo la excusa de que el sistema político es excluyente y sólo permite gobernar a las élites. La paz como política y la capacidad del Estado de cumplir la palabra empeñada a quienes dejan las armas, fueron ganadoras ayer en las urnas.

Regitraduría cumplió

 Tras lo ocurrido el año pasado en los comicios parlamentarios y las consultas de los partidos era claro que existía mucho temor sobre la confiabilidad no sólo de la capacidad de la organización electoral para garantizar que no hubiera un fraude a gran escala, sino sobre la rapidez y transparencia en la transmisión y entrega de los resultados de las urnas. Sin embargo, al final de cuentas el que a las seis y media de la tarde ayer ya en gran parte de gobernaciones y alcaldías hubiera claridad sobre ganadores y perdedores, evidenció que muchas de las falencias fueron corregidas. Aunque hubo problemas y polémicas, al final el registrador Carlos Ariel Sánchez dio un parte positivo.
La prensa pesó mucho

 Los comicios regionales fueron escenario de un fuerte protagonismo de algunos medios de comunicación que decidieron jugarse a favor de algunos candidatos o alternativas políticas. Varios periódicos en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades tiraron línea editorial en medio de la campaña y, al final, terminaron ganando los candidatos que apoyaron o perdiendo aquellos que fueron blanco de fuertes críticas y denuncias. La prensa, sobre todo la escrita, se evidenció una vez más como un instrumento de alta influencia y credibilidad entre el país político y la ciudadanía. Claro, así como hubo medios que ganaron, otros perdieron en sus posturas.

Coalicionismo y firmas

 Como ya se había advertido es claro que los partidos políticos, tanto los históricos como los más nuevos, se han debilitado debido a que en muchas gobernaciones y alcaldías los candidatos eran respaldados por alianzas de varias colectividades, las mismas que anoche sumaban como propio el mismo triunfo departamental o municipal (Cundinamarca, Boyacá, Caldas y Chocó). Igual pasó con los aspirantes respaldados en firmas que, para sólo hablar de gobernaciones, ganaron en Santander, Quindío, Risaralda, Norte de Santander, Nariño, Meta y Magdalena. En alcaldías por esta vía hubo triunfos clave como los de Bogotá, Cali y Valledupar. Sin embargo, sería ingenuo desconocer que en muchos casos no se trata de aspirantes nuevos e independientes, sino de nombres provenientes de castas políticas que, ya fuera por estar cuestionadas o porque les negaron los avales en medio de las pujas internas en sus colectividades de origen, se presentaron bajo el ropaje de alternativas políticas sin serlo realmente.

La debacle conservadora

 Los comicios de ayer pueden considerarse una verdadera catástrofe para el conservatismo. En materia de gobernaciones apenas mantenía anoche la de Putumayo, mientras que perdió plazas tan importantes y de tradición azul como Antioquia, Boyacá y Norte de Santander. En materia de alcaldías ni siquiera compitió en Bogotá y Medellín, perdió en Tunja, Cali y otras ciudades importantes. Apenas si ganaba anoche en Popayán, Montería y Mocoa. Los pronósticos del Directorio Nacional conservador en torno a que aumentaría las seis gobernaciones que ostentaba y subiría el número de alcaldías quedaron por el piso. Aunque hay aspirantes que se respaldaron en firmas pero eran de origen conservador (caso Guerrero en Cali), la derrota azul fue tan grave como histórica, y la cúpula seguramente será llamada a un juicio de responsabilidades.
El deshielo del Polo

 Si bien no resultó una sorpresa que la votación del partido de las toldas amarillas haya disminuido, la dimensión de la caída fue más grave de lo esperado. En Bogotá su lista al Concejo apenas si superó la tercera parte de la registrada hace cuatro años y apenas le alcanzó para rescatar 4 curules en el Cabildo Distrital. A nivel nacional, contando la anunciada pérdida de la gobernación de Nariño (la única que tenían), la votación del Polo fue muy baja, y su nivel de representación en asambleas, alcaldías y concejos fue crítica. Es más, se prevé que el movimiento de Petro, es decir Progresistas, le entró a competir fuertemente por la supremacía en la centro-izquierda, y seguramente esa situación acelerará el cisma interno en el Polo, que ya se evidencia a nivel de la bancada parlamentaria.
Liberales en sus cuentas

 La previsión en las toldas rojas en torno a que ganarían los comicios regionales y locales se cumplió a medias. Si bien es cierto que mantuvieron el mismo número de gobernaciones (seis) y que sumaron siete alcaldías capitales con candidatos de su propia cauda, perdieron estruendosamente en Bogotá, Cúcuta y Santander. En la primera ciudad la votación de David Luna fue muy baja, en la segunda el triunfo anunciado de Andrés Cristo no se concretó y, más grave aún, no pudieron mantener la gobernación que desempeñó en los últimos cuatro años Horacio Serpa. Haber ganado la alcaldía de Medellín con Aníbal Gaviria o la gobernación de Atlántico fue muy positivo. Al final, solo cuando se conozca el dato de alcaldías y escaños en concejos y asambleas se sabrá si el liberalismo ganó las regionales. Además, hizo coalición en varias gobernaciones clave.
La paradoja de Cambio

 El partido que fundó Germán Vargas Lleras tenía como principal reto evitar una debacle en los comicios regionales y al tenor de los resultados parece que lo logró. Sólo conquistó la gobernación de Guajira, aunque el candidato ganador fue uno de los cuestionados por la misma colectividad por tener problemas judiciales. De las alcaldías capitales que conquistó, sin duda la más importante fue la de Barranquilla, con Elsa Noguera, confirmando así su dominio en la arenosa. También sumó triunfos en Leticia, Puerto Inírida, Puerto Carreño, Pasto y Quibdó. En Bogotá, la votación de Carlos Fernando Galán, que se acercó a los 300 mil votos y las ocho curules en el Concejo terminaron siendo un parte positivo para un partido que muchos creían que sufriría una debacle en las regionales.
Verdes, no pero sí

 Se había advertido con anterioridad que si este partido, que el año pasado en las presidenciales se convirtió en la segunda fuerza política del país, no ganaba la Alcaldía de Bogotá, no importaba qué tanto sumaba en otras regiones, su desempeño sería catalogado como negativo. Y eso pasó: la alianza con el uribismo y la consecuente deserción de Antanas Mockus desembocaron en la pérdida de Enrique Peñalosa y apenas conquistaron cinco curules en el Concejo. Lo único que terminó salvándole la patria a los verdes fue el triunfo contundente de Sergio Fajardo en Antioquia. También ganaron en Tunja, San José del Guaviare y en Cúcuta, pero perdieron plazas clave como Boyacá, que dominaba el grupo de Londoño, aunque conquistaron Amazonas.
La U no rindió

 El partido del presidente Santos tuvo un desempeño irregular en los comicios. Si bien ganó en Huila, Córdoba, Arauca y Cesar, al tiempo que representantes suyos gobernarán en Arauca, Neiva, Sincelejo y Villavicencio, y hacen parte de varias coaliciones triunfantes en varios departamentos y alcaldías capitales, lo cierto es que le fue mejor en los comicios de 2007. Además, no sólo debe sumar las graves derrotas en Bogotá y Medellín, sino cargar con el lastre del mal desempeño de los aspirantes que habían recibido el guiño del ex presidente Uribe. Quedó claro que La U ganó cuando la polarización uribista primaba pero que desaparecida ésta, cedió terreno al liberalismo, el coalicionismo (impulsado por la Unidad Nacional) y los candidatos avalados por firmas, así no se tratara de aspirantes verdaderamente independientes.

ASI y otros

 Los resultados anoche evidenciaban que la Alianza Social Independiente podría convertirse en una de las nuevas fuerzas políticas del país, pues sumaba triunfos en las gobernaciones de Vichada, Guaviare y Cauca, así como la alcaldía de Cartagena con el periodista Campo Elías Teran. A su turno, otro movimiento de origen indigenista, Aico, logró quedarse con la gobernación de Vaupés gracias al triunfo de Roberto Jaramillo.

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...