Opinión libre
Por: Diego Roldán
Jaramillo
Los campesinos y leñadores
que la han visto, dicen que es una señora corpulenta, elegante, vestida de
hojas frescas y musgo verde, con un sombrero cubierto de hojas y plumas verdes.
No se le puede apreciar el rostro porque el sombrero la opaca. Hay mucha gente
que conoce sus gritos o bramidos en noches oscuras y de tempestad peligrosa.
Vive en sitios enmarañados, con árboles frondosos, alejada del ruido de la
civilización y en los bosques cálidos, con animales dañinos. (Leyenda
suramericana).
Que tan parecido esta
leyenda o mito a quienes ostentan el poder como legado del pueblo, que hundido
en una hipnosis de memoria atraviesa a diario por el lento discurrir del tiempo
con su presente, y no con su pasado. Se conoce bien al que promete para
engañar, su rostro de camaleón permite ver quien es, pero aun no conociéndolo a
la distancia se puede oler, y ahí está el engaño y el engañado.
Cuando se sientan en el
trono de la democracia sus cómplices son la deshonestidad, la corrupción,
y se vuelven títeres de la vanidad como el retrato de Dorian Grey; el ego
los mata, y cuando saben que el lapicero lo tiene otro, es como la pelea de
niños en la escuela o en casa, “mami me quito el bombón”……… (Véase por los
medios de comunicación el diario discurrir del expresidente Uribe Vs Santos).
Qué bueno sería tener un
país en Santa Paz, un país de primavera, un país de oportunidades, un país que
reconstruya su tejido social sin amarguras, un país alegre, productivo,
inteligente, que no tenga demencia social, que los niñ@s vivan en paz, que la
violencia no exista, que los seres humanos no se maltraten ni física ni
psicológicamente, y esa paz es parte de nuestra calidad de vida, siempre y
cuando cada ciudadano de este país se comprometa a hacer su tarea de “no más
violencia”.- Cuando los que gobiernan piensen más en el ser humano e inviertan
más en ellos, de seguro las cosas empezaran a cambiar, pero si seguimos
enriqueciendo al más rico y menospreciando al más necesitado es ahí donde se
parte la paz, y esta se convierte en foco o nido de violencia.
Los seres humanos somos
predecibles en todo sentido, somos cambiantes, evolucionamos, paro ante todo lo
que debemos buscar siempre es estar en paz con uno mismo y con los demás.