Se define como “idiota útil” a un ignorante de los hechos, a tal punto que termina involuntariamente por favorecer el avance de una causa adversa a él, a la que obviamente, no apoyaría de otra manera. Al idiota útil podemos descubrirlo en casi todos los ámbitos; en la política, la justicia, el gremialismo, el periodismo; ama la notoriedad y, no conforme con su destino, cree que nació en el lugar y el tiempo equivocados. Miserable en el estricto significado de la palabra, sueña con muchedumbres que aclamen su nombre...LA FAMOSA “U”
Un ingrediente fundamental es la ingenuidad de un pueblo, el adormecimiento de las masas o apaciguamiento, y la poca credibilidad que ostentan los medios y por supuesto, los idiotas útiles –en algunos casos los periodistas son utilizados y en otros casos artífices de la estrategia que se venden por una cuña publicitaria.
Nunca muestran su independencia, son un canto a la mentira y en sus conciertos se definen como testaferros de aplausos con su invitado de turno. Creo que los medios gobiernan por la mañana y por la tarde gobiernan con los mismos a quien se les da palo: eso si dígale al periodista que se pase por el cheque por la tarde.
Claro que como ejemplo uno se da cuenta de aquellos medios de comunicación pueblerinos que derraman babas en el día y en la noche. Tienen un sello inconfundible; son tan lambones que creo que la bobada la llevan pegada desde que se levantan.
No tienen un objetivo claro y sincero en sus opiniones no miran con lupa de detalles los problema sociales por los que pasan las comunidades, son ciegos, sordos y mudos frente a los eventos que todos los días son tan comunes en el día a día del acontecer nacional, regional y local. Solo se dedican a dar palo a los corruptos y a los malos administradores del erario público en la mañana, y por la tarde pasan a mantel con ellos. Son tan corruptos como los mismos que gobiernan y solo los separa un micrófono o un medio escrito, que en terminada cuenta solo son payasitos del sistema de turno.
Cuento Ñapa: Jesús le dijo a Pedro su Apóstol amado- mira Pedro - coge este costalado de sinvergüenzas foráneos y dirigentes incapaces, y por cada pueblo por donde paséis me dejáis uno; Pedro sin vacilar llego a Yarumal y allí los descargo a todos.
