jueves, 29 de noviembre de 2018

CARTA A UNA IMBECIL


Sin duda una de las cosas más ingratas de la vida es aguantar a los imbéciles. De pequeño, estos imbéciles eran claramente identificables: llamaban a los otros gordos, enanos, maricones, o pordioseros o cuatro ojos, independientemente de que ellos lo fueran también. Los otros eran —éramos— “los otros” porque no sentíamos la necesidad ni encontrábamos placer en insultar a nadie. Nos expandíamos y replegábamos en función de nuestras posibilidades de supervivencia y relación, pero no intentábamos ganar terreno a costa del escarnio.
Después, uno crece y va conociendo distintos tipos de imbecilidad o, más bien, distintas formas de enmascararla porque, al final, la imbecilidad es un concepto inmutable. Uno crece y va descubriendo en sí mismo fragmentos de esa imbecilidad y se aplica en extraerlos con pinzas o telequinesia. Uno cuestiona la objetividad de sus diferencias con los imbéciles a diario, pero periódicamente obtiene una visión global de la imbecilidad ajena y entonces dice: Dios, yo no soy así.
Porque yo sigo sin dedicarme a criticar a los demás, a decir si son o no “SON BUENOS TRABAJADORES, ESTUDIANTES”, si son o no “auténticos”, o “cultos”, o “lectores”, o “petulantes”, o “talentosos”, que no son más que etiquetas evolucionadas de aquellos gordos, maricón y cuatro ojos.
El imbécil se caracteriza, sobre todo, por no dejar tranquilo a los demás. Hay una fuerza interior que le empuja a tratar de adoctrinar con su visión del mundo —de inestimable valor—, a buscar la complicidad de otros imbéciles cuando medra o arrincona; tiende, básicamente, a considerarse superior y a aplicarse con vehemencia en labrarse una reputación de ser elevado.
El imbécil es un secundario mal construido, porque sólo tiene una cualidad que utiliza invariablemente para hacer avanzar su trama de folletín y, además, es plano, ya que sus contradicciones son tan obvias que no dejan lugar a la sorpresa. El imbécil NO MOTIVA, LO CONTRARIO DESTRUYE cuando está en un puesto de paso y puede decidir, él solo, el que es un “gran libro” y el que es resto no sirve, Porque todo imbécil tiene su camarilla. Y eso no es lo malo. Eso puede incluso ser lo bueno. El problema es que no reconoce las diferentes circunstancias a las que los demás se han enfrentado en la vida, Todo esto, para el imbécil, es símbolo inequívoco de pereza, de mediocridad, de falta de rigor, y cualquier intento de promoción de las propias cualidades en el que incurran estas personas es, automáticamente, un acto de vanidad, de impostura, un acto antiestético perpetrado por un perdedor. No entienden, o quizás no entienden en ese momento, que una persona puede tener objetivos simultáneos en la vida, que a veces es difícil priorizar entre ellos, elegir entre sentarte en la alfombra y jugar con tu hijo o leerte la última novela de tu autor favorito, entre descansar o escribir, dormir etc. Y, sobre todo, no entienden que nada de esto es excluyente, pero que no renunciar al juego, al descanso y a la cocina significa avanzar más despacio hacia los otros objetivos.
A mí me importa ir lento, sufro cuando veo lo lento que voy, pero, por suerte, después se me enciende una bombilla y recuerdo cómo fui y cómo soy, veo el camino recorrido y las metas volantes atravesadas y pienso que, quizás, si no he sido más imbécil en la vida es porque no he tenido tiempo suficiente, y porque el que he tenido no lo he perdido en fijarme en los demás si no era para aprender de ellos, cuánto menos para FASTIDIARLOS.


LA FALTA DE PLANEACION DE LAS ENTIDADES GUBERNAMENTALES


Política.
 ¿Tienes dificultades para planificarte y esto te causa problemas en tu negocio y en tu vida?
La falta de planificación es la principal causa del fracaso en los negocios, y en cualquier área de la vida. ¿Te imaginas poder casarte sin dedicar tiempo y energía a planificar la boda? Obviamente todo el mundo planificaría el día de su boda con todo lujo de detalles, o lo encargaría a un experto para evitarse problemas. Sin embargo, muy poca gente planifica su vida conyugal. Lo que en muchas ocasiones desemboca en la rutina y el aburrimiento, y esto desencadena la ruptura.
Si bien es cierto que muchos emprendedores planifican con mucho mimo la apertura de su negocio, también lo es que luego le dedican muy poco tiempo o nada a planificar el buen funcionamiento del negocio. Y ello origina problemas de organización y gestión que pueden llevar al traste con cualquier empresa.
“Nadie planea fracasar, pero la mayoría de los que fracasan no tenían un plan.”
Planificar con antelación los objetivos y detallar en un plan de acción las tareas necesarias para lograrlos, no garantiza el éxito empresarial, pero reduce en gran medida las posibilidades de error y fracaso. Ahora bien, no planificar sin lugar a dudas conlleva una serie de problemas graves. Es posible que en el corto plazo no se note el efecto de estos problemas originados por la falta de planificación. Quizás al principio se trate de pequeños inconvenientes sin importancia que se van sorteando, pero a la larga la suma de muchos pequeños problemas originan un grave problema de difícil solución.
“Si no planificas el éxito, planificas el fracaso.”
Desde mi punto de vista y mi experiencia, es preferible fallar al planificar y tener que reajustar la planificación, a no planificar e ir actuando sobre la marcha. Conozco empresarios que trabajan con la filosofía de la improvisación, lo que les causa muchos dolores de cabeza. Estas personas se defienden con la idea de que es imposible controlarlo todo. Y es cierto. Pero nunca olvidaré la gran frase que un amigo, profesor de negocios y emprendedor, me dijo en una ocasión:
“Se improvisa mejor lo que se planifica primero.”
PRINCIPALES PROBLEMAS DE LA FALTA DE PLANIFICACIÓN
1.     Estrés y ansiedad. La emoción de enfrentarse a lo desconocido eleva los niveles de adrenalina en el cuerpo, y hay quien se vuelve adicto a ello. Hay un estrés positivo que nos da energía extra, nos permite estar alertas y tener los sentidos despiertos. Pero si esta adrenalina no se quema con alguna actividad física real se acumula en el organismo e intoxica nuestros órganos. El no saber a qué atenerse ni por dónde tirar de forma continuada y prolongada en el tiempo llega a desquiciar a la persona más zen.
2.     Descontrol de horarios. Cuando improvisas continuamente sabes cuando empiezas tu jornada, pero no cuando la terminas. Las personas que no planifican quieren abordar en el día todas las tareas que les surgen, lo que les exige un nivel de actividad muy exigente, pues todo lo que se empieza debe ser acabado. Eso en ocasiones puede ser muy rentable, sin embargo agota al más “pintao” y acaba con cualquiera. Y en el mejor de las casos tu salud te da un susto antes de que sea demasiado tarde.
3.     Desequilibrio personal. El que no planifica en su trabajo tampoco lo hace en el resto de áreas de su vida. Nada se consigue casualmente. Los hábitos saludables son fruto de una buena planificación del tiempo. Igualmente, la prosperidad y la riqueza es la consecuencia de una buena planificación financiera. Y es obvio decir que hacer planes con amigos o familia también necesita de una mínima atención para que salgan bien. Y las consecuencias en las relaciones, en la salud, y en el bolsillo de la falta de planificación son nefastas.
4.     Conflictos personales. El mayor riesgo de la falta de planificación en nuestras relaciones es la cantidad de malos entendidos que se producen por ello. Normalmente necesitamos de otras personas para cumplir nuestros objetivos, ya sean personales o profesionales. Una mala o nula planificación afecta a esas personas de nuestro entorno de manera directa, pues cada cual va a intentar resolver la situación a su manera, y si no hay consenso, hay desacuerdo.
5.     Mala delegación. No planificar conlleva no delegar tareas o responsabilidades, lo que sin lugar a dudas implica una sobrecarga de trabajo sobre humana. Además de la sensación de tener que hacerlo todo solo/a, de ser la única persona en el mundo capaz de sacar tu negocio adelante, y de caer en el papel de víctima de las circunstancias.
6.     Falta de creatividad e innovación. El estar todo el día trabajando en las tareas urgentes y atendiendo contratiempos deja poco espacio para la reflexión y el análisis. Aunque sea cierto que la necesidad agudiza el ingenio, en una atmósfera de trabajo dominada por las prisas y la presión de los plazos es muy poco probable que surjan nuevas ideas o soluciones innovadoras. Y eso se traduce en un estancamiento de la productividad y en falta de crecimiento empresarial.
7.     Falta de visión. Si no dedicas el tiempo suficiente a planificar tu negocio o tu futuro es, sin duda, porque no has desarrollado una visión clara de adonde quieres llegar. Y lo que muchas veces encierra esta falta de objetivos claros es una falta de creencia en ti o en el proyecto. Sin visión no hay motivación para planificar, y sin planificación no hay visión que desarrollar.
8.     Falta de rumbo. Cuando un empresario o emprendedor no planifica su tiempo o su jornada laboral adecuadamente navega sin rumbo hacia ningún lugar. Uno de los síntomas de esta falta de rumbo es sentir desbordamiento por estar de apagafuegos continuamente y no distinguir lo urgente de lo importante. Además cuando no hay una hoja de ruta preestablecida y un plan de acción predefinido tampoco podemos medir el progreso y el avance.
“Cuando un barco navega sin rumbo cualquier viento es favorable.”
Fuente: Emma García



Asamblea General de la Organización se realizará en Medellín, los días 26, 27 y 28 de junio de 2019.


El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó hoy una resolución para que la próxima Asamblea General de la Organización se realice en Medellín, los días 26, 27 y 28 de junio de 2019.
Durante su presentación ante el Consejo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, destacó el compromiso del país con la renovación del multilateralismo interamericano.
Explicó que el ofrecimiento de Colombia está enmarcado en “un acto de fe en el sistema interamericano, y en la OEA, un acto de fe que surge de la más profunda convicción de que hay respuestas a los grandes desafíos que enfrentamos en las américas, que solo el sistema interamericano, con los valores y las cualidades que les son propios, y a pesar de sus limitaciones, puede ofrecer”.
Por su parte, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, afirmó que Colombia “es un socio, amigo y colaborador estrecho de nuestra Organización en cada uno de los temas de nuestra agenda; prueba de ello es la decisión de su gobierno de ser anfitrión de la próxima Asamblea General de la OEA”.
El Secretario General destacó además la atención que ha dado el Gobierno del Presidente Duque a la crisis migratoria que afecta a la región.
“Colombia es un ejemplo admirable. Representa lo mejor de nuestros valores, de nuestra permanente solidaridad entre hermanos en donde no hay lugar para racismo y xenofobia, solo para brazos abiertos al vecino, al pueblo necesitado”, dijo Almagro.
Colombia fue sede de la Conferencia Interamericana en donde se firmó la Carta Fundacional de la OEA el 30 de abril de 1948, y ha sido sede de la Asamblea General en dos oportunidades: 1985 y 2008.

martes, 27 de noviembre de 2018

Se cayó la ponencia de la ley de financiamiento

Foto archivo
Hasta el momento se conoció que el proyecto solo lograría recaudar 7 billones de pesos. La propuesta de descontar el IVA hasta 90% se eliminó del articulado. (Tomado el 27/11/2018 . El Nuevo siglo).

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...