viernes, 31 de diciembre de 2010

!FELIZ AÑO¡

QUE ESTE 2011 SEA PARA RESPETAR MAS EL PLANETA. QUE LOS SERES HUMANOS SEAN MAS CONCIENTES DE CUIDAR LA NATURALEZA Y QUE DIOS NUS ILUMINE PARA CUMPLIR NUESTROS SUEÑOS EN EL 2011. LES DESEO UN MUY FELIZ AÑO NUEVO Y QUE EL AÑO QUE LLEGA NOS TRAIGA MUCHOS SUEÑOS NUEVOS POR CUMPLIR Y PODERLOS HACER REALIDAD. DIOS GRACIAS POR TODO LO QUE NOS HAS DADO. POR LA FAMILIA, POR LOS AMIGOS, POR LOS ENEMIGOS, POR LOS AMORES, POR LOS DESAMORES, POR EL ESTUDIO, POR LA SALUD, POR CONOCER LOS QUE MIENTEN, POR CONOCEN LOS QUE DICEN LA VERDAD, POR LOS AMPLIOS, TAMBIEN POR LOS AVAROS, POR LOS SOLIDARIOS, POR LOS NIÑOS Y NIÑAS QUE SUFREN, POR LA ALEGRIA QUE LES DAS Y SOBRE TODO POR FORJAR MI CARACTER. GRACIAS DIOS POR MOSTRARME EL CAMINO, GRACIAS DIOS POR NO ABANDONARME CUANDO LO HE NECESITADO, GRACIAS DIOS POR SER TAN BUENO CONMIGO. GRACIAS DIOS POR DARME TODO LO QUE HE PEDIDO. TENGO UN AMIGO LEAL Y FIEL Y ERES TU " DIOS"., QUE SIEMPRE ESTAS AHI CUANDO TE HE NECESITADO. UN AÑO MAS QUE SE VA Y UN AÑO MAS DE EXPERIENCIA QUE TENGO. ME FALTA UNA GRADA PARA LLEGAR Y SE QUE AHI ESTARAS AHI PARA VERLO, SERAS MI INVITADO ESPECIAL, PORQUE ERES EL UNICO QUE MERECE ESTAR DE PRIMERO EN LA MESA DE LA VICTORIA. !FELIZ AÑO DIOS¡

DIEGO ROLDAN JARAMILLO.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

A QUE TE COJO RATON: A QUE NO GATO LADRÓN.

OPINION LIBRE120

POR: DIEGO ROLDÁN JARAMILLO

Ya para despedir este año 2010, que se fue como los otros, me parece que siempre han sido iguales, los mismos 365 días, los mismos promeseros, los mismos ladrones, los mismos estafadores, los mismos hipócritas, los mismos cínicos, los mismos aduladores, y para rematar los malos gobernantes. Este jueguito ha sido el mismo de siempre: a que te cojo ratón: a que no gato ladrón.

Este año ha sido fatal para Locombia: los Nule y los Moreno se robaron la plata, la ingeniería Colombiana se llevo el billete de las grandes obras: todas se cayeron.

El alcalde de Yarumal (Antioquia), construye una planta de mieles donde no hay caña de azúcar a 10 kilómetros a la redonda. Mejor dicho que desastre. El invierno los desnudo a todos. Que falta de planeación.

Los medios de comunicación se dedicaron a prenderles velas a los gatos, y los ratones a correr.

La situación de cuatro millones de desplazados es triste: unos por el invierno, otros por la violencia. Y la única fórmula para sacarlos de este desastre es una teletón. El salario mínimo sube un 3%, máximo un 4%, eso sí, por la generosidad del empresario colombiano, con la alianza de los banqueros que se llenan los bolsillos de cuenta del pobre, aguantador y sufrido pueblo colombiano. Este cuento a que te cojo ratón: a que no gato ladrón, se repite una y otra vez, año tras año, esto es deprimente. Si los reyes magos se descuidan les roban hasta los camellos.

El mejor ejemplo es el del pato pelietas de Uribe, sus hijos, y el periodista Daniel Coronell, que nos tienen mamados con esta discusión: a que te cojo ratón: a que no gato ladrón.

Termino con esta historia: el bribón y el bobo


“Cuéntase – que un bribón y un bobo, andando su camino, se encontraron un zurrón que contenía mil dinares. Ambos estaban asociados en un negocio. Ante el hallazgo, acordaron emprender su regreso a sus casas, y ya cerca de la ciudad se sentaron para repartisen el dinero. Dijo entonces el bobo al bribón: “Coge la mitad y dame la otra mitad”,pero el bribón ya había pensarse en adueñarse de todo, y así dijo al bobo: “No lo repartamos, que la compañía y la colaboración son pruebas de lealtad y de afecto entre amigos. Toma, más bien, parte y yo hago otro tanto, y enterremos el resto en sitio seguro, y cuando tengamos necesidad, volveremos y tomaremos lo que necesitemos.

Está bien – dijo el bobo.
Tomaron del dinero una pequeña parte y enterraron la otra en el tronco de un árbol gigante. Poco después volvió el bribón y se llevo el dinero y echo tierra en su lugar.

Meses más tarde. Dijo el bobo al bribón: “Ya estamos necesitando una suma de dinero, vayamos a coger parte del que guardamos”. Se fueron ambos hacia el árbol, y cavaron en el sitio en que estaba depositado el dinero. Pero nada encontraron. El bribón se puso a desgreñarse, a golpearse el pecho y a gritar. “Que nadie confíe en nadie ni tenga fe en el hermano ni en el amigo. Has venido a hurtadillas y sustraído el dinero”. El bobo negaba y maldecía. Pero el bribón adoptaba, frente, a él, una actitud cada vez más dura, y le decía: ¿Quién fuera de ti, pudo haberse llevado el dinero? ¿Acaso alguien fuera de los dos conocía el escondite?”.

Luego el bribón hizo comparecer al bobo ante el juez y le narró la historia y le sostuvo que fue el bobo quien se llevó el dinero. Dijo el juez, ¿Tienes alguna prueba?. Dijo el bribón: el árbol en cuyo tronco depositamos el dinero da su testimonio.

La afirmación de que el árbol podía dar testimonio causó asombro al juez, si bien no la creyó. Pidió al bribón constituir una fianza y ordeno al fiador conducirlo ante él al siguiente día para que presentara el testimonio del árbol conforme alegara.
Se fue el bribón a su casa y narró su historia a su padre, y le dijo: “Padre, no he ofrecido el testimonio del árbol por lo que de él espero, sino porque cuento contigo. Si colaboras conmigo, nuestro será el dinero y otro tanto ganaremos del bobo por indemnización”.

¿Y qué quieres que haga?” pregunto el padre.
Dijo el bribón: “el dinero lo llevamos a un árbol gigante que tiene una cavidad a la cual se llega por una entrada invisible, y lo enterramos en el tronco. Después me fui solo y lo sustraje. Ahora he puesto una falsa denuncia contra el bobo a quien acuso ser el que lo sustrajo.

Quiero que vayas esta noche y te internes en la cavidad del árbol, y si va el juez y pide al árbol su testimonio, contestaras desde adentro: “el bobo se llevó el dinero. Dijo el padre: “en ocasiones la astucia conduce al astuto a su propia desgracia, cuídate, por lo tanto, de ser víctima del engaño. Páginas 92-93 Calila y Dimma. El libro del soberano y del político. Antonio chalita Sfair.

martes, 28 de diciembre de 2010

UN CUENTO DE LA SABIDURIA ZEN.


Hay un cuento, de la sabiduria Zen el cual me gusta mucho, y me sirvo de el en el diario vivir. Quiero compartirlo con uds, ya que es muy edificante

Le dice el Maestro, a uno de sus discipulos, hijo mio vete al cementerio, y dile toda clase de insultos a los muertos, y despues vuelve a mi para que me cuentes, lo que te respondieron.

Y asi lo hizo el discipulo, fue al cementerio y subiose a una tumba desde donde le vocifero toda clase de insultos a los muertos. Luego volvio a donde su maestro como se le pidio, el Maestro le pregunta hijo mio que te respondieron los muertos. !Nada Maestro! ah si , nada ?, bueno ahora vuelve al cementerio y dile a los muertos toda clase de elogios y alabanzas, y luego vuelve a mi para contarme la respuesta de ello

Volvio el discipulo al cementerio, y desde la misma tumba anterior empezo a vociferar toda clase de halagos y alabanzas a los muertos, y mas tarde emprendio el camino a donde su maestro.

Hijo mio dime ahora que te dijeron los muertos, igual que la vez anterior !Nada! Maestro. Ah si nada?, asi debes hacer tu ante los elogios y ante los insultos… Quien hoy te alaba y ensalza, manana, te insulta y te critica , y quien hoy te insulta y critica manana te alaba y te ensalza; Y tu como los muertos sin reaccion alguna . Ante el elogio , los halagos y los insultos y la critica vamos a permanecer sin reaccionar como los muertos .

domingo, 26 de diciembre de 2010

Los Mayas tenían razón Autor: FERMIN LOPEZ Creada: diciembre 23 de 2010 .


Los Mayas tenían razón. Esto se acaba en el 2012...O yo creo que nosotros, los estúpidos humanos lo acabamos antes. El fin ya empezó por el solar del mundo, por el patio del planeta, el sifón del globo terráqueo: por Locombia. A Locombia se lo está tragando el agua y la tierra. La violencia y la corrupción se la tragaron hace rato. Lo que nos faltaba. No falta sino que nos orine un perro o que tiemble. !Ahí sí, apague y nos vamos...

Y mientras los políticos de turno y los vivarachos bancos se embolsillan mucha de la ayuda humanitaria, o trabajan con los intereses de esa platica, y Caracol y RCN siguen comerciando con el dolor ajeno, la naturaleza nos sigue cobrando su cuenta, y nosotros seguimos eligiendo esos enteleridos dirigentes nuestros que se comieron en lechona y caviar o se fueron a pasear con los recursos destinados para programas de control y prevención de desastres.

Si ni siquiera sabemos cuales son los desastres naturales: los geofísicos, los geológicos, los hidrometereológicos, los biológicos, los tecnológicos… (Los que nos están dando lidia ahora son los geológicos y los hidrometeorológicos). Donde nos coja otro de los anteriores, ¡ahí sí, muñecos todos!. Frikis Mortis. No somos capaces de prevenir una verraca inundación, que el río está ahí diciéndole a uno constantemente: “Vea, eche pa´ allá no sea conchudo, no construya ahí, casi en la mitad de mi cauce. ¡Eche pa´allá home! ¡De la orilla pa´ allá! No me dañés los arbolitos que eso es un muro de contención natural. No me echés basuras ni residuos industriales que después no respondo…Eche pa´allá...”.O un derrumbe q es la montañita ahí bien empinada y chupe agua de lo lindo en el invierno y los políticos vendiendo y legalizando lotes allá en la loma. –“¡Hágale! Construyan allá, que eso son voticos…” –“Déjenlos invadir pa´ darles tejitas y ladrillitos y prometerles casita en época de elecciones.” –“Hágale que ahí caben seis barrios más, cada cuadra le cambiamos de nombre y ahí cumplimos…” Ahora ¿Se imaginan ustedes un sismo, una plaga o una explosión nuclear? ¿En mano de que dirigentes estamos? ¡Ay Dios mio!, estamos es vacíos, como decía un tío mío. Estamos en la puta olla…

Acá, las alcaldías, las oficinas de prevención de desastres, las corporaciones autónomas, y demás entidades creadas para velar por nuestra seguridad u orientarnos en casos de emergencias, se limitan a sacar unos verracos manuales de prevención (sí es que los sacan) que parecen la constitución nacional y no los lee ni misiá hijueputa. La otra vez una prima me pasó un manual sobre qué hacer en caso de sismo.

–“Oiste, pero de acá a que me lea esta tesis me cae una viga encima y me deja chapaliando”. Y así son todos los manuales…¿Qué cuesta home metele a eso, unos verracos dibujitos y resumir en dos páginas lo esencial?: No construyás en las verracas laderas de los ríos ni en zonas expuestas a desprendimientos de rocas o deslizamientos; no cortés los arbolitos, no tirés la basura al río home que se represa, no usés tanta bolsa plástica, reciclá, no tapés las alcantarillas, identificá las rutas seguras en caso de emergencia, no elijás ese vivaracho como diputado, ese bandido como concejal, ese incompetente como alcalde, ese oportunista como representante, ese delincuente como “cenador” etc. Los pongo así, con minúscula, esa parrandada de solapados no merecen una mayúscula. Esos no saben nada, son unos pobres zánganos fracasados y obsoletos que creen que con mandar y tener villegas (billete) lo pueden todo. ¡Pobres hijueputas!, ¡Vea! se les vino este país abajo y no saben ni que hacer, los desastres naturales los cogió cagando, contando sus millones, posando para las páginas sociales y pelando los de leche en Caracol y RCN que siguen comerciando con la tragedia y el dolor ajeno, irrespetando a las víctimas y a sus dolientes. ¡Par de canales chichipatorciopanguanorreas!...

Y mientras tanto: -“…Sigan construyendo casas en los barrancos…”–“…Tumben esas guaduas a la orilla del río que hay que ampliar la avenida…” –“…Meta ese barrio de interés social ahí en la mitad de la montaña…” ¡Ah juemadre¡ sí es que somos tercos como unas mulas. Y al final los mas desvalidos son los que llevan del arrume, por la terquedad y el oportunismo de los ladrones de cuello blanco.

También es que somos muy olímpicos home, hablamos de prevención sin ni siquiera identificar los peligros, la vulnerabilidad, los riesgos, las emergencias etc. Ni siquera nos sabemos la formulita R=PxV o sea: Riesgo igual a Peligro por Vulnerabilidad. Ni siquiera tenemos un plan de emergencia pa´ nuestro hogar en caso de temblor, incendio, inundación o vendaval. Le apuesto que mientras lee estas babosadas que estoy escribiendo puede temblar y usted ni siquiera sabe cual es el lugar más seguro de su casa pa´usted y su familia resguardarse. Usted debe ser de los que cuando hay sismo sale como energía que acarrea Luzbel, como espíritu que carga Belzebú (como alma que lleva el diablo) pa´ la calle arriesgando que le caiga un poste encima o la fachada de su casa o la del frente. Es más, debe estar leyendo estas bobadas mientras encima, o cerca suyo, hay una lámpara, un baúl, una repisa, un bafle, una podadora o cualquier otro aparatejo que lo puede descalabrar con el más mínimo movimiento telúrico. Eso, mire pa´ arriba a ver que hay y deje eso por allá bajito…

-¿Qué mas Fermín? Me grita don Plutarco, uno de los vecinos de la vereda que sube con su mulita por el camino de mi casa acarreando su cargamento: unas pacas de panela pa´ vender en el pueblo hoy día de mercado.

Mientras regreso de mis grises pensamientos a la verde realidad de mi parcelita le respondo: - ¡Bien don Plutarco, bien inundado! Vea pues como se me dañó el yucal home con tanta llovedera, ah pero es que quien me manda a ser bien terco, me puse a sembrar eso en vez de haber sembrado otra cosita que no se demorara tanto y que no tuviera tanto lío con este invierno. ¡Por terco! Qué le hago sí soy de esta raza terca y porfiada de Locombia don Plutarco. Y me acuerdo de un poema de Gustavito Cobo Borda: “Colombia es una patria de leones, país mal hecho cuya única tradición son los errores…” ¿Y vos que home? ¿Cómo vas con el invierno? Inquiero a don Plutarco.

-“Ahí muchacho, ahí. Ha estado muy duro eso sí, más de lo acostumbrado pero hay que entender que así es la naturaleza, hay que comprender que es que nosotros estamos acá de inquilinos, de paso, esto es prestao, nosotros pasamos y la naturaleza queda. Nosotros somos los que debemos acomodarnos a ella y no ella a nosotros” Responde don Plutarco mientras amarra la mula al palo de guayabas y se sienta un rato a departir conmigo esa maravillosa sapiencia campesina que me demuestra las palabras de Schopenhauer: “La habilidad natural puede compensar cualquier clase de cultura, pero no hay cultura capaz de compensar la habilidad natural”…

-“Y los últimos arrendatarios que han pasado don Plutarco, le han dado como a violín prestado a este pobre planeta.” – “Sí home Fermín, que tristeza, por la avaricia de unos cuantos y la ambición, llevan del bulto los más desvalidos y estamos acabando con la tierrita, que nos sirve de hogar” Agrega el cucho mientras saca dos ataos de panela y me los regala y yo le paso 4 yucas que alcancé a salvar de la inundación.

-“Espere pués pa´que se tome un poquito de aguapanela mientras escampa don Plutarco que se largó otra vez el agua” le digo mientras empiezan a caer unas goterotas de agua del firmamento que se viste de gris intenso. –“¿Se largó el agua? Antes llegó Fermín ja ja ja…” Me responde don Plutarco mientras hala la mulita para debajo del alero del corredor de la casa y yo le acerco unos pedazos de caña al pobre animalito pa´que acompañe el pasto y le pongo un poco de agua en una vieja ponchera.

Desmontamos las pacas de panela de Matilde, la mulita de don Plutarco y las ubicamos en una banca del corredor, mientras el cielo grita inclemente ¡TRONK! ¡TRONK! Y ahora el aguacero es más intenso y el gris se funde casi a negro.

-“Seguite pa´ acá, pa´ la cocina”, le digo al viejo mientras prendo el bombillo y acomodo una ollita con aguapanela en el fogón de leña pa´ calentarla un poco. Me subo la cremallera del suéter que traigo puesto y me froto las manos pa´ combatir el frio.

-“Esperate home que por acá en este canastico tengo unas arepitas de chócolo pa´ que acompañemos la aguapanelita. Oíste, a mí el frio me alborota la gurbia.” expreso y le paso una tasa echando humo a don Plutarco.

-“Eso es cierto muchacho, el frio le da a uno mucha hambre.”

-“Oiga Fermín, que pesar de toda esa gente de poallá que están tuditos con el agua al cuello y en medio de esos derrumbos, ¡Pobre gente!”, dice sorbiendo de la tasa después de haber mordido un pedazo de arepa que puse en un platico sobre la mesa. Ahora sus ojos se ponen tristes.

-“Sisas don Plutarco, ¡que vaina home!. Y vea, esto no tiene cara de escampar”, digo mientras el agua se empieza a colar por entre las tejas de barro de mi rancho de bahareque y cae al piso de tierra de mi cocina. Entonces corro un balde pa´ hacerle frente a la desafiante gotera, que ahora se alía con dos, cuatro, cinco, siete, nueve goteras y muchas más que me agotan los recipientes y de repente ¡PASSS! Se me cae medio techo en la esquina del salón que está enseguida de la cocina mientras don Plutarco grita: -“¡Ave Maria por Dios Santísima! ¿Que fue eso?”

Ahora, por un lado del barranco del corredor de atrás, se empieza a filtrar el agua hacia el improvisado estudio que tengo en el fondo del salón. Y se empieza a inundar también la pieza…-“¡Vea Fermin, se le están mojando los libritos!…” salta don Plutarco cogiendo la enciclopedia Salvat y unos discos de acetato que tenía debajo de un estante. –“¡Bendito sea mi Dios, don Plutarco!”, expreso mientras de un salto le echo mano al portátil antes q se me moje. Y empiezo a empacar en un morral impermeable el portátil, el celular y el Ipod, y unos papeles con un trabajo que debo entregar antes de que termine el año. Monto sobre el escaparate la grabadorcita y un televisorcito mas viejo que el vicio de andar a pié y los tapo con un plástico.

Miro arriba a un lado y ahora un vendaval se lleva otro grupo de tejas mientras observo a don Plutarco encartado con un arsenal de libros. –“Tranquilo don Plutarco, dejalos ahí. Ya cumplieron su misión, ya les llegó su hora, venga mejor salgamos rápido y nos resguardamos en la ramada de moler caña que ese techo de allá es mas seguro, va y se nos cae este encima y me lo cobran a usted por nuevo. Coja mejor las arepitas de chócolo y esa ollita y salgamos de aquí.” Digo mientras por un pequeño riachuelo, que sale de mi casa camino abajo, flota “La Caída” de Albert Camus…

Llevamos la mula y las pacas de panela pa´ la ramada y al rato la lluvia cesa dando una pequeña tregua. -“¡Gracias a María Santísima! Parece que no se le cayó el techo del todo, vamos, yo le ayudo a organizar”. –“Tranquilo don Plutarco, mejor siga pa´l pueblo pa´ que venda la panelita, aproveche esta escampadita, vea que esa carretera está muy mala y los caminos deben estar como un tobogán. Mejor se apura antes que lo coja la menguante. Mas bien, cuando baje, me da vueltica a ver cómo voy, aunque parece que no fue tan grave el asunto”, le digo al viejo mientras observo, reposando en el suelo, a un lado de mi casa, el palo de guayabas agrias que tanto le gustan a mi amiga Lina.

Un tímido rayo de luz se filtra por un par de nubes y veo a Don Plutarco y su mula perderse camino arriba y de repente ¡TRASST! Escucho que cae algo atrás de mi casa por la esquina. Medio barranco se vino y tumbó una pared y un pedazo de alero. Desde la ramada donde se hace panela, a unos cuantos metros de mi casa, observo incrédulo la furia de la tierra.

Vea pues…también me cogió el invierno con los pantalones abajo, ya iba a decir el “desastre natural”, pero me acordé de un artículo que me enviaron esta semana por mail, escrito por Gustavo Wilches, donde decía: “Los desastres no los provoca la naturaleza, sino la incapacidad de las comunidades humanas para convivir tranquilamente con los efectos de las dinámicas naturales.”

El implacable aguacero retoma su sinfonía. No me queda más remedio que sentarme acá en la ramada a ver caer la lluvia. Saco del morral el celular y llamo a la casa de mis padres para decirles que voy mañana a visitarlos y a quedarme una temporada. Luego saco el portátil, que afortunadamente tiene toda la batería cargada y empiezo a escribir, un poco con tristeza, con rabia e ironía: “Los Mayas tenían razón…”

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...