Ver, pensar y actuar son las premisas a las cuales me siento más cómodo. Para mí Ser-Pensar-Actuar de la misma forma en todo tiempo, espacio y lugar representan el enorme reto de la coherencia que conduce a la plenitud a todo ser humano. Hay seres humanos que conducen más fácil hacia la destrucción que a la construcción. Mis argumentos frente al poder son muchísimos, como no lo son los argumentos de la oposición, y no pueden ser iguales, pero con una connotación distinta, mientras en el primero el poder soberano reside en el pueblo, en el segundo reside en la lengua. Escribía un articulo hace mucho tiempo referente a esos seres CRISTALES DE LA TRANSPARENCIA, donde pienso y, sigo pensando: que los transparentes críticos son tan nítidos que no se ven; porque chillan tanto o peor que un chanchito, que sus alaridos quedan en el viento y terminan en este suculento plato ancestral llamada bandeja paisa, o como dicen algunos textos árabes “frente a esa comida de la garra “no comerás lo que no eres”. Quienes critican este gobierno debieran mirarsen ellos mismos y su pasado oscuro lleno de maldad. En mi juventud, algunos de los críticos de hoy, lo único que hicieron en su inmaculado sueño fugaz de RICOS, fue traquetear y envenenar las calles de muchos gobiernos, contaminando muchos jóvenes y destruyendo familias. Los que critican HOY, tienen un pasado oscuro lleno de maldad; recuerdo cuando llegaban a Yarumal a prostituir jóvenes en sus “lanchas de carros”, a cañar con el producido del producto, hoy tal vez se movilizan en cualquier pedazo de Monza viejo por nuestras calles; pero las gentes no saben que esos CRISTALES DE TRASPARENCIA dejaron una estela de odio y traición entre ellos mismos por su apasionada labor dedicada a la maldad. Tal vez esos personajes espurios, hoy Santos Beatos del arrepentimiento local, creen que ellos y sus “distinguidas familias”, son las más blancas hojas de la honestidad, pero su pasado los acosa mucho, creen que el tiempo les limpio todos sus pecados. Ojala sus brillantes atados le preguntaron a sus padres por su pasado y más bien se dedicaran mejor hacer obras de caridad o visitar enfermos para haber si con ello limpian sus almas de tanto daño que hicieron en sus “tiempos” pasados. Por mucho que se laven las manos, la sangre jamás se borrara. “BLANCO ES, GALLINA LO PONE".
Triste
cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque
quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni
valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni
cosa buena que le envidien.
Baltasar
Gracián (1601 – 1658), escritor español
