sábado, 21 de enero de 2012

historias



El chamán es un “indio igualado” que merece cárceltexto: A A A El chamán es un “indio igualado” que merece cárcel

por GODOFREDO CÍNICO CASPA

Salí esta mañana madrugado al Tribunal Superior de Bogotá y le informo a la opinión pública, a la feligresía en general y a los altos dignatarios, potestades, círculos y coros celestiales y eminencias de nuestra Santa Madre Iglesia, que en mi condición de apoderado de Monseñor Rubiano, acabo de demandar al autodenominado chamán Jorge González por los delitos de competencia desleal, estafa, calumnia, daño en cosa ajena, asociación y concierto para delinquir y abuso de confianza. ¡Indio igualado!

El cielo es católico y responde solo a los designios y oraciones de la gente de bien, de tal manera que mal le puede obedecer a un brujo sincrético, famélico y aindiado, que pretende que nuestro cielo cargado de arcángeles y santos (de los buenos, no como el luciferino Juan Manuel) no descargue su santa ira en forma de aguaceros y apocalípticas granizadas sobre la impía y pecadora gleba atea, agnóstica y pagana, como la tal Ana Martha de Pizarro. Esa fémina que contratara al usurpador chamán (Anamerta la llaman desde chiquita) bruja máxima, directora del satánico festival ese de teatro regido por el Patas en asocio con el comunismo, evento espurio y contaminante que se inventara la gran pecadora, la María Magdalena de nuestros tiempos, la peligrosísima Fanny Mickey que hoy en día le rinde cuentas a nuestro Amo desde las pailas mochas del Averno. ¡Que Mefisto la tenga en su abismo!

Como dice en Twitter mi seguidora Nata Ladenata, precisamente Monseñor Rubiano se ha sentido inmensamente perjudicado moral y económicamente por la desleal competencia, de tal modo que le obligaremos a pagar al chamán y a sus contratistas, todo el lucro cesante con el que nos vamos a ver enfrentados. Todo por la falta de control y complicidad de la sociedad y del gobierno ateos, que dejan que un aparecido se meta en los temas que durante más de cinco siglos son nuestros, del catolicismo, de la espada y la cruz, del partido conservador y los chulavitas, de las gentes que si tenemos dios y ley y temor de la divinidad, como Fernando Londoño, piadoso y apostólico que hace sus cositas siempre en complicidad con la Divina Providencia y Santa Catalina.

Aunque tras nuestra demanda y en esta primera parte del proceso aun no hemos calculado el monto del desfalco hecho por el chamán y sus cómplices intelectuales y políticos, calculamos la suma con la que tendrían que resarcir a la Iglesia Católica por daños y perjuicios, en no menos de 100 billones de pesos, que tendrán que pagarnos el Festival Iberoamericano, la campaña de Santos y el propio gobierno nacional.

Y los condenaremos no solo al juicio final, al infierno y la excomunión, sino a pagar por atreverse a competir de manera torcida, ilegal y fanática, con los únicos autorizados por la División de Rifas Juegos, Misas y Espectáculos a hacer milagros, o sea, nosotros los católicos representados por las autoridades eclesiásticas, el obispero y los curitas que salen en la tele.

Ya me imagino la reacción de los sectores prostituidos de la iglesia como los curas comunistas y camilistas del Cinep y en general la propia Compañía de Jesús, que han estado en la oposición marxista a las legítimas jerarquías católicas. Van a decir que hay que respetar a las demás religiones, que la libertad de cultos, que la farsa de la Constitución Bigórnica del 91, que los Derechos Humanos y demás estrategias subversivas. ¡Pamplinas! Este país y este pueblo solo tienen una mirada mística, la de Monseñor Builes, la del Santo Papa, un pueblo que venera el legado de la Santa Inquisición, de Escrivá de Balaguer y su gran Opus (de rodillas musulmanes, judíos y animistas pecadores). Volvamos a los pastores de la iglesia, siempre lejos de la charlatanería.

Esta campaña que iniciamos para recuperar la plata y los poderes que tratan de quitarnos, es apenas el comienzo de una larga batalla que emprenderemos desde tribunales, púlpitos y altares para erradicar del país a todas las organizaciones esotéricas que se oponen a la fe cristiana. ¡Para que dieron papaya bribones leninistas, caguaneros!

Vamos a lograr declarar ilegales a todos los gurús, brujos, mamos, agentes de Gurdjieef, rosacruces, masones, indios amazónicos, rabinos, imanes, santones, brahmanes y demás organizaciones sediciosas que pretenden arrebatarnos el monopolio de la fe y del milagro que son la base de la solidez económica de la más vieja multinacional, con dos mil años de experiencia y resultados maravillosos. ¡Propongo ya la entrada de la Iglesia Católica a la Bolsa de Colombia!

Este denuncia será la vanguardia de la lucha que libraremos con los ejércitos de Dios, que no solo son los oficiales sino también los paramilitares. Una nueva cruzada se avecina infieles. ¡Tiemblen pecadores! No estarán exentos de nuestra guadaña purificadora la aun más peligrosa competencia de los protestantes hoy llamados evangélicos, como la Fiscal Morales a quien, sin embargo, debo reconocerle que acierta al haber escogido a su consorte Carlos Alonso Lucio ‘Harry el Lucio’, que es realmente de los nuestros, agente infiltrado de la Trinidad y la Virgen en las frías estepas de los reformistas, luteranos y calvinistas.

Además, estoy dispuesto a presentar a través de algunos amigos congresistas que aun no están en La Picota, un proyecto de ley que defenderá el monopolio de la iglesia católica en materia de recaudos producto del ejercicio del milagro.

Por ejemplo, una ley que nos defienda de una enorme cantidad de impostores que se han apoderado del Fin del Mundo y del Apocalipsis, irrespetando nuestro ancestral derecho al comercio del miedo y de esas vainas afines. ¡Una ley que afinque a los mandamases y que ponga en su covacha al populacho arribista!

Pero volviendo al tema del hampón chamán ¿cómo es posible que en lugar de darle la platica a una parroquia necesitada o a un convento de clausura, la vieja esa Ana Martha y el Santos se la entreguen a un campesino sucio que trabaja con el otro lado, con la competencia que adora al astro rey?

Eso nos pasa por no haber logrado de una vez por todas…digamos… la desaparición del “pensamiento” animista de los indios que creen en el sol. Dejamos históricamente sueltas demasiadas libertades de tal modo que ahora la indiada ha venido consolidando sus ideas, mingas y creencias peligrosas. ¡No me los Mamo, por ejemplo, a los arhuacos y koguis, que dicen que somos hermanitos menores! ¡Menores… las huevas! ¡Somos los padres de la iglesia, los papas y papás de esta vaina, carajo! ¿Que el tipo no es chamán sino rabdomante? Qué importa. Eso de todas maneras es competencia y me suena a rabo. Las nubes las movemos nosotros y están a nuestras órdenes. Lo demás son vainas de hechicería sin profesionalismo y que no siguen las normas Icontec que la iglesia respeta al dedillo.

Y lo peor de este asunto es que además el tal “señor de lluvia” cumple y le salen las vainas y no llueve. Ese es el colmo de la competencia desleal. Y solo con un péndulo. ¡Qué falta de infraestructura operativa!

Esta vaina del chamán no ocurriría con nuestro diácono Álvaro Uribe Vélez, futuro beato. El brillantísimo servicio de inteligencia del tristemente desaparecido DAS, lo habría detectado a tiempo y entregado a las Bacrim antes de que cometiera sus fechorías. Y en el peor de los casos, se habría logrado hacerlo aparecer por ahí en una loma muerto y vestido de guerrillero. Estoy seguro de que ese día hubiera llovido.

viernes, 20 de enero de 2012

Noticias del Concejo de Yarumal.


El pasado 17 de enero se aprobo el Acuerdo Municipal Nro. 001 de enero 17 de 2012 aprobado por forma unanime por el H. Concejo de Yarumal, con el que se le dieron facultades al Alcalde para desarrollar su programa de gobierno. Estas facultades se le dieron por un (1) año. Tambien se aprobo el Acuerdo municipal Nro. 002 de enero 18 de 2012, por medio del cual se crea la estampilla Proasilo, segun lo establecido en la ley 1276 de 2009, este tributo sera del 4% que se cobrara a todos los contratos y sus adiciones, como tambien se extendera este cobro a todos contratos de los entes decentralizados del municipio, para el sostenimiento del adulto mayor que este en condiciones de pobreza extrema y abandono total. Este tributo quedo asi: el 70% para programas del adulto mayor (alimentacion, educacion, recreacion, salud, seguro exequial, trabajo grupal e individual). En cuanto al asilo sera del 30%, que estara destinado a la infraestructura fisica, funcionamiento, salud, alimentacion, recreacion, seguro exequial, y demas actividades contempladas en el Acuerdo Municipal. Es de anotar que el Asilo se encuentra a puertas de ser cerrado por cuanto sus instalaciones estan en muy malas condiciones. Con este tributo esperamos solucionar definitivamente dicho problema. El asilo no recibio casi nada de la Administracion Municipal que salio, dejando el asilo a portas de ser cerrado por la Direccion Departamental de Salud, que de forma perentoria le dio 2 meses a esta institucion para mejorar sus instalaciones locativas del asilo y mejorar las condiciones de vidad de nuestros viejos. Esperaros ver el Centro de Bienestar del Anciano en mejores condiciones y sentirnos orgullosos de nuestros adultos mayores.

Si quires triunfar............



Si quieres triunfar, no envidies el trabajo de los demas, no te la pases criticando los demas, ni encarcelando los demas para que no suban la montaña de sus propios sueños, no le estorbes el camino  a los demas quitandole sus sueños, no le hagas maldades a los demas, . no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir, escalón por escalón, hasta que llegues arriba. Solo ponte a subir y no mires atras....Cuando pierdes, no te fijes en lo que has perdido, sino en lo que te queda por ganar.

jueves, 19 de enero de 2012

Con ustedes, la sangre del Papa: Por Daniel Samper Ospina



OPINIÓN

La Santa Sede no ha precisado si la muestra reposará en un hotel o en el laboratorio Gómez Vesga.

Sábado 14 Enero 2012 / Revista Semana

Leo en varios periódicos que traerán a Colombia una ampolleta con sangre de Juan Pablo II, y la noticia no puede llegarme en mejor momento. Uno de mis propósitos de este año es ser un buen cristiano, un buen católico, asistir a misa, no burlarme de los defectos de los demás, en especial de los físicos: la quijada de Angelino, los labios del Registrador. Los tres huevos de Uribe. El Número Uno con tres. Qué cantidad de chistes fáciles a los que pienso renunciar, dios santo. No tendré con qué llenar esta columna.

Quiero ser más piadoso, digo, y acercarme a los valerosos pastores de la Iglesia Católica, a quienes admiro enormemente por las recientes batallas que han tenido que dar en defensa de la moral y las buenas costumbres. Hace poco un periodista homosexual adoptó dos hijos preadolescentes, por ejemplo, y monseñor Córdoba protestó con valor ante semejante barbarie. Lo cito textualmente: "le llegan (al periodista) dos jovencitos en una edad en la que pueden ser atractivos para él, que pueden ser una tentación". Y yo creo en sus palabras, porque nadie mejor que un monseñor para saber el momento en que los niños se ponen atractivos.

Lo que sucede es que los valores católicos se han perdido. Miren cómo persiguen al doctor Álvaro Uribe, por ejemplo, el presidente más piadoso de los últimos tiempos: un gobernante que lloraba postrado ante el cuerpo de Marianito y que recordaba, él mismo, al Mesías: conocía a los doce apóstoles, se sentía nuestro Salvador, era trino y uno. Y me refiero, de nuevo, a las tres ramas del Estado y no a su malformación testicular, porque, como ya lo consigné, renuncié al chiste físico con grandeza y desprendimiento.

Se han perdido los valores, digo, y por eso la visita de la sangre papal es un bálsamo. El Tiempo informa que el gobierno ofreció ponerle escoltas a la ampolleta, y yo estoy de acuerdo porque, no lo neguemos, Colombia es tierra de contratistas 'chupasangres', como los Nule o Julio Olarte, y hay muchos vampiros por ahí sueltos y en cualquier momento Sarmiento Angulo monta con la muestra un nuevo banco, esta vez de sangre. Por eso, pago con mis impuestos, gustosamente, un esquema de seguridad que proteja a la ampolleta y que incluya un mínimo de cinco policías y dos támpax.

El Espectador, por su parte, cuenta que la periodista Diana Sofía Giraldo y el exsanto y exmagistrado, José Gregorio Herández, son los managers de esta nueva versión de la gira 'Mi Sangre', que compite con la de Juanes.

Me tranquiliza saber que magistrados que salvaguardaron nuestro Estado laico son tan píos. Quizás fue gracias a esos Glóbulos Omnipotentes que a José Gregorio se le dio el milagro de que le adelantaran la pensión, según denunció Kienyke. Todavía recuerdo cuando lo consolaba en la muerte de Juan Pablo II, de quien es admirador:

-Piensa que fue el Papa de la ultraderecha -lo animaba mientras le consentía el pelo, siempre peinado al óleo-, que era amigo de Pinochet, que iba al África, el continente del Sida, y satanizaba el condón.

Lo decía sin sentirlo, que quede claro: únicamente para darle consuelo. Pero al rato ya estábamos llorando los dos. Porque, de los Papas del siglo pasado, Juan Pablo II fue el gran Papa, fue el Señor Papa. Y como tal salió en Toy Story.

Se inician, pues, los preparativos para lo que será la apretada agenda de la sangre papal en tierras colombianas. La ampolleta va a tener una charla privada con el presidente Juan Manuel Santos y posteriormente sostendrá un encuentro con Angelino Garzón, quien le pedirá que ore por la sangre de las rellenas. El gobierno nacional le impondrá la Cruz de Boyacá. María Fernanda Valencia aparecerá en las sociales de las revistas departiendo amablemente con ella. Lucerito Cortés empujará a la delegación del Vaticano para tomarse una foto con la muestra. Álvaro Uribe le ofrendará un potro purasangre. Christian Toro brindará un coctel en su honor, en el que se servirán bloody maries. Las señoras Zarzur le presentarán su sangre azul.

La Santa Sede no ha precisado si la muestra reposará en una suite del Hotel Cosmos 100 o en el laboratorio Gómez Vesga; tampoco se sabe si visitará el garaje de Palacio, donde se apareciera el santo Job para hacerle el milagro a César Mauricio Velásquez de que no lo toquen los escándalos del gobierno pasado. Como sea, necesitamos que el Eritrocito Divino arroje su luz sobre nuestra confusión. Vivimos desorientados. El paro de los Urabeños, por ejemplo, no nos ha dejado ver los verdaderos problemas nacionales: el culo de Jessica Cediel, las uñas de Laura Acuña.

Por eso, y como cualquier mujer soltera, celebro la llegada de la sangre. Aplaudo a los amigos de ideología conservadora y católica que traen al Leucocito Sacro para 'reparar espiritualmente a las víctimas de la guerra': una medida mucho más contundente que la de darles tierras a esas víctimas, que es con lo que los piadosos hermanos godos no están muy de acuerdo. Y los comprendo: ¿para qué si el campesino nació para ser peón? Mejor que encuentren consuelo visitando el Tubo de Ensayo Celestial, esta Ampolleta Gloriosa que se derrama en virtudes: lo cual puede significar, ojo, que tiene una hemorragia.

Amigos míos: arrepentíos. Visitad la sangre papal. Hacedlo antes de que se vuelva costra.







domingo, 15 de enero de 2012

Al asilo, ¿por obligación o elección?

Manuel Saldarriaga
Para ingresar al Hogar Vizcaya la persona debe estar sana y valerse por sí misma. Los candidatos deben superar pruebas psicológicas, exámenes médicos y, sobre todo, estar por su propia voluntad. Al asilo, ¿por obligación o elección?

No para todos es un abrebocas del infierno. Hay para quienes es una decisión y terminar sus días allí ha sido un proyecto de vida.

Carolina Calle Vallejo
Medellín / Periodico el Colombiano
Publicado el 15 de enero de 2012

"En la inmensidad de una pieza, en la eternidad de un día, mi papá no encontró un rostro familiar antes de morir", murmura Alfonso, luego se cubre los párpados y a sus mejillas las salpican un par de lágrimas.

Falleció solo en su agonía. En el cuarto de un asilo. Sin a quién guiñarle por penúltima vez el ojo, sin alguien que sintiera su caricia mórbida de despedida y sin el oyente del suspiro final. Calcularon su hora de partida gracias a los vecinos que por última vez lo escucharon toser.

Su esposa no quiso que de la clínica lo llevaran a su habitación porque si fallecía 'le iba a coger miedo al apartamento'. También hicieron cuentas. Les salía más barato dejarlo en una residencia de abuelos con asistencia médica colectiva que recibirlo a él y a su enfermera particular en la que era su casa de familia.

A pesar de la parálisis que dejó el derrame, a tres de los cinco hijos que lo visitaron les indicó con el temblor del dedo índice, con la mitad de sus labios, con el meneo de un brazo, que ese no era su hogar.

Que en vez de la compañía de desconocidas de traje blanco que lo desnudaban con un pañal en mano, prefería la de su familia. Se cansó del desarraigo. Que sí, que fue un comprador compulsivo de peleas, cultivador de caprichos, embajador del mal genio, sí, lo fue, pero aún era el papá.

Y lo más claro que dijo aún con el silencio de su cara era que quería retornar a casa para morir en confianza y no en ese cuarto de ancianos itinerantes que llegaban moribundos y salían envueltos en sábanas para la funeraria.

Antes de descubrirlo sin pálpitos al atardecer, una empleada le advirtió a la hija mayor que ese día lo notaron decaído, como descorazonado y con ganas de oír la radio. "Papá, por qué no me esperó", le susurró Carmen al encontrarlo con los labios entreabiertos, cuando era tan tarde que esperar un parpadeo ya era pedirle un milagro al cielo.

Después de cerciorarse de que las venas que atravesaban su muñeca ya no vibraban, avisó a los hermanos y a su madre. Ninguno quiso verlo.

La familia aún conserva sus cartas amarillas dirigidas a la señora que lo vio hacerse abuelo. Llevan la firma de ese hombre que murió sin mujer, aunque no era viudo; sin hijos, aunque era padre; sin nietos, aunque tenía más de un puñado; sin familia, aunque la quería a su manera.

Cuando Alfonso, su hijo, tomó uno de esos manuscritos, con más de 50 años de antigüedad, y empezó a leerla, su mirada se empañó, prefirió doblarla, remató con la frase con la que empezó esta historia y se cubrió el rostro.

Esa tinta negra que escribió en 1952 y que partió en letra pegada desde un pueblo lejano durante un viaje de negocios decía: "(...) recuerda mijita, que esos hijitos son el único porvenir de nosotros en la vida, por eso hay que cuidarlos lo mejor posible que se pueda, así es que debes hacerlo por mí y por mi ausencia".

¿Qué hacemos con la mamá?
"Salgo temprano y llego de noche. La encuentro sola en el balcón. Con el gas abierto, casi siempre olvida cerrarlo. Le pregunto que si almorzó y me dice que no tuvo hambre. Que si se tomó las pastillas de la presión y de la diabetes y me responde que no se acuerda.

Se la pasa en pijama todo el día. Tampoco se cepilla los dientes. Yo no quiero que pase más tiempo sin alguien con quien hablar. Mi mamá no puede seguir estando sola", le dijo Sandra a sus hermanos.

"Aquí todos ustedes son independientes, cada uno se casó y vive con su pareja -continuó- como yo me separé, ella se quedó conmigo. Pero yo siento que necesito zafarme de las faldas de mi mamá. Le pregunté a ella que qué prefería, ¿un asilo o un apartamento? y prefirió el primero".

"¡Desagradecida!", juzgó una hermana que aún cuatro años sigue con cierta culpa y una sensación de abandono. "No sintás que la dejamos tirada. Quizá en esa soledad en la que estaba ya ni estaría viva -le recalca Sandra- ahora juega bingo, hace gimnasia, va a misa, consiguió amigas. Siempre la llamo. La visito. Le huelo la ropa, le reviso los dientes. Está mejor que antes".

De pronto a esa mujer tosca que siempre fue la mamá, colmada de amargura, de palabras escasas y caricias ariscas, la señora del grito en la punta de la lengua y la de la correa en la palma de la mano, aprendió la dulzura entre bastones, sillas de ruedas y mecedoras.

La distancia les puso un tema de conversación que puso en jaque el perpetuo silencio y desnudó el cariño que siempre vistieron de mesura. Y quién lo creyera, justo en el asilo, Sandra descubrió a qué sonaba un beso de madre en la mejilla.

La lista de espera

Envidiaba a los sordos cuando había fiesta o salida a la finca y de pronto escuchaba esos cuchicheos que le confirmaban que solo era un estorbo: '¿qué hacemos con mi mamá? ¿quién se queda con la abuela?'. "Me sentía tan mal, -confiesa doña Ligia- por eso me vine, no quería quitarles la libertad".

"Aquí no nos hace falta nada, -asegura aludiendo al dueto que no falta en el asilo- hay padre y médico diario. Tengo siete hijos, pero todos casados. Son adorados, pero cada uno tiene su obligación. Me ofrecieron vivir con ellos, pero a los matrimonios hay que dejarlos solitos -opina- y qué pereza seguir sola en un apartamento, pegada del teléfono, esperando a ver quien me escucha".

"¿Qué hubo de mi puesto?", preguntaba sin falta cada semana doña Julia cuando llamaba al Hogar Vizcaya para ancianos. Ya había pasado los exámenes médicos y las pruebas psicológicas, superó las dos semanas de inducción y tenía el visto bueno del comité directivo para ingresar pero el cupo estaba completo.

"Por fin se murió alguien", exclamó cuando la llamaron y le avisaron "desocuparon una habitación".

-Me voy para una casa de personas mayores en El Poblado -le anunció doña Julia a su hijo.

-Pero mamá, usted no tiene necesidad -replicó.

-Mijo, viejos con viejos, no nos dañemos la vida mutuamente -le respondió su madre-. Yo ya no puedo con esta casa tan grande ni con mí misma.

-Véngase a vivir con nosotros -insistió.

-Tampoco me aguanto a los nietos que solo quieren vivir con la música a todo taco ni me soporto más a las empleadas del servicio.

Y cuando su hijo le propuso esperar un tiempito mientras vendían los muebles y enseres, le ordenó: "llame al reciclador y entréguele todo" para ahorrar tiempo antes de que alguien de la lista de espera se enterara de la vacante y le quitara el turno. "Y desde que llegué esto parecía el cielo", exclama doña Julia.

Rosa, Marta y Margarita llegaron recién jubiladas. Ni viudas ni divorciadas. Sin hijos y huérfanas, como todas a su edad. Siempre solteras y sin más compromiso que con ellas mismas. Trabajaron toda la vida para asegurar su vejez. Ahora la pensión y una partecita de los ahorros se van cada mes en ese 'arriendo' con alimentación, hospedaje y servicios públicos y privados incluidos.

"Tomé la decisión porque yo ya no podía cuidarme sola. Empecé a desbaratar el apartamento, a vender y a regalar todo lo que tenía", cuenta Rosa. Luego Marta agrega, "si no me mudaba siempre viviría de arrimada" y Margarita remata "mi meta siempre fue vivir en una residencia de ancianos. Le hice una novena a San Antonio para que me diera el puesto y a los cinco días me dieron la buena noticia. Se había muerto un señor".

El asilo o la decisión inducida

1'495.000 pesos paga doña Herminia "con lo que me dejó mi príncipe" y con el dinero de la renta de su apartamento. Vive en la habitación 111 con los recuerdos colgados para que no se le olviden.

De un clavito pegado de la pared está aferrada la fotografía gris de un par de jóvenes y una carta de antaño. "En las sombras de la noche tus ojos resplandecían, hasta los gallos cantaban creyendo que amanecía".

"Cuando él se murió me sentí sola. Y me dolió como un Judas. Ya no quería vivir pensando en qué iba a hacer de almuerzo para mí sola. Yo llegué porque quería, porque la soledad me entristecía.

No quería vivir con ninguno de los hijos porque siempre he pensado que cada uno en su casa y Dios en la de todos. Y hay que contribuir a sus relaciones. Al principio sí sentía que se me desgarraba el alma".

"Yo todavía siento tristeza -confiesa doña Franquelina- después de uno vivir tan bueno, cómo no. A veces hasta lloro. Sí me da nostalgia recordar cuando todos estábamos juntos".

A veces en las noches doña Carlina se despierta y sacude a Orfa, su dama de compañía. "¿No has visto a la hija mía? ¿No ha venido?". "Doña Carlina, tranquila, acuéstese, ella sigue fuera del país, de pronto la llama esta semana".

-Me vine dichosa. Toda la vida me gustó la tercera edad porque nunca tuve abuelos- exclama doña Tere -hice las vueltas en secreto y solo hasta que tuve el cupo asegurado me fui de la casa del yerno.

-¿Por qué? -indago.
-Los nietos se hicieron grandes. Mi temperamento no ayudaba. Y me aburrí cuando noté que ellos tenían sus planes y yo no cabía en ellos.

-¿Cuál fue el detonante?

-Un dolor en el corazón. De repente sentí que sobraba... o no -titubea y después de un suspiro concluye- no era tanto que sobrara sino que ya no era necesaria.





Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...