Opinión libre
Por: Diego Roldán Jaramillo
El derecho a la educación superior.
La comunidad académica, los estamentos sociales, los comerciantes, la iglesia católica, las asociaciones de padre de familia, los personeros estudiantiles tienen el derecho y el deber de ejercer una auténtica defensa de su universidad, no solo de sus aspectos coyunturales, y en este caso que nos ataña donde la administración actual, le pide a la Universidad de Antioquia que le devuelva el edificio de la antigua FUNA, cuando el comodato se venza en el mes de agosto de este año, y que pide muy cortésmente el alcalde se trasladen para el Seminario de Misiones.
Es crítica y desafortunada esta situación planteada por el ejecutivo municipal, y algunas asesoras que ya se han identificado con estas desagradables propuestas, cuando de antemano la Zona Norte ha tenido complejos problemas por falta de oportunidades en la educación superior, y que además vulnera los derechos a una educación digna y de calidad como lo trae la Constitución Política de 1991.
El servicio que ha prestado esta ilustre alma mater a los Yarumaleños y a la comunidad del norte, ha sido inmensa y sobre todo a la gente de más escasos recursos de toda esta comunidad del Norte antioqueño; pero los métodos poco convencionales del alcalde ejerciendo ese derecho, de pedir en restitución ese edificio que le pertenece al municipio, el alcalde no puede lesionar los derechos de los demás, y menos que los estudiantes no puedan tener acceso a la educación pública por un capricho del mandatario local y de algunas asesoras, ya identificados que están muy cerca de la Universidad.
Lo censurable de esto, parte del ejecutivo municipal contra la Universidad de Antioquia y sus estudiantes que pone en riesgo la continuidad de más de 400 jóvenes que allí estudian sus carreras. “alguien se estará preguntando qué pasa con la maravillosa Universidad Pública, la Universidad de Antioquia en Yarumal. Porque se trata de gobernar con valores, con principios para de atacar la pobreza, la ignorancia y hacer que nuestros jóvenes tenga un futuro mejor”.
La dirigencia que gobierna a Yarumal, o sea los vivientes dañinos o de paso o que se quedaron para hacer daños, está montada sobre un cálculo de ignorancia y mercadería. Ya es tiempo que los jóvenes se arriesguen a ir y a participar en las decisiones políticas locales y a reclamar sus derechos frente a ese lastre de administración municipal que de llegar a mediocre seria mucho, aunque algunos concejales digan que es la mejor. Tal vez tienen razón, la mejor en nada.
“Las tierras Yarumaleñas y su población son fiel testigos de que la ética, la dignidad, la cultura que ese legado de grandes hombres dejo sobre Yarumal, hoy en manos de algunos incapaces que se creen que porque leen un libro son cultos y porque hacen cultura son historiadores, son cualquier cosa, menos lo anterior.
Son tan cultos que no se pueden divorciar de la política de turno y se voltean más que rueda de chicago, mejor dicho un desvelado queda chiquito, y para acabar de ajustar las rodilleras están intactas, pero sus huesos están disecados de tanto arrodillarse y sus bocas chorrean babas y mas babas, porque es lo único que saben hacer. Nadie puede dar ejemplos de dignidad y menos estos Sócrates de la sociedad que se creen "intelectuales" de lo divino y lo humano, solo son borregos del sistema. En mi tierra natal nadie protesta, nadie dice nada, nadie pide explicaciones sobre lo que pasa en Yarumal; mejor dicho el pueblo de los mudos, donde en las cantinas y en los corrillos son valientes para criticar, pero no tienen las agallas para debatir temas de interés local,porque como siempre se esconden, ni siquiera los medios de comunicación tocan estos temas y cuando los tocan los amenazan como lo dice la Asociación de Periodistas de Antioquia al protestar contra la administracion de Yarumal por no permitirle el trabajo a sus periodistas y ser recriminados por un borracho del Concejo Municipal que le alzo la voz a un comunicador social de Teleantioquia, porque no hablaba bien de la maravilla de administracion que tenemos, hombre esto da es pena. Porque además sus áulicos incapaces creen que Carlos Guillermo Atehortua es Álvaro Uribe, pero ni siquiera se parece al Presidente que si trabaja, trabaja y trabaja y el de Yarumal vaga, vaga y vaga, promete, promete, y promete y no cumple nada. ¿Dónde están las mil casitas?, ya van 29 meses y nada…..Pinocho……… te está creciendo la nariz………..
Ñapa1: Recuerdo como si fuera hoy las palabras del humanista José Giraldo Bernal, cuando me decía: “Yarumal es la silla de los forasteros dañinos, y la madrasta de sus hijos”.
Ñapa2: Hay un personaje nuevo en política, uno que reparte mercado y que cobra porcentajes sobre los salarios de los funcionarios que van desde el diez 10% hasta el 15% por ciento, dependiendo de su sueldo. ¡Qué pena¡…(ya lo denunciaron, veremos qué pasa entonces……….(mi fuente no falla).
Ñapa3: En Semana Santa he visto estos personajes cuando acuden a los servicios religiosos para simular una fe que no tienen, mientras que en su vida “secreta” se entregan a las pasiones más bajas y a perversiones dignas de Sodoma y Gomorra. Se confiesan con Dios, pero comulgan con el diablo. Sólo se acuerdan de los pobres cuando éstos pueden servir a sus fines (cuando hay elecciones, por ejemplo).
Ñapa4:Digo que “Yarumaleños de corazón están fuera de Yarumal. Estos son los verdaderos Yarumaleños de verdadero corazón, porque no tienen el corazón en la bolsa del pantalón ni en el estómago, lo tienen en el centro de su cuerpo”.
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