miércoles, 16 de febrero de 2011

VERDADES, MENTIRAS Y RETRACTACIONES DE LA POLITICA EN SANTANDER.











El exparamilitar alias ‘Diego Rivera’ mostró evidencias de intentos de sobornos para acabar el proceso contra varios políticos de Santander y de paso dejó a varios paramilitares al borde de su expulsión de Justicia y Paz.

El exsenador Luis Alberto Gil reconoció que se reunió dos veces con el paramilitar 'Ernesto Báez', pero que no fue para beneficiarse electoralmente / Foto Semana

-Gil aceptó que se reunió dos veces con 'Ernesto Baéz'
-Riaño negó haberse reunido con ‘Ernesto Báez’
-Fiscal llamó a juicio a ex congresistas Gil y Riaño
-Procuraduría abre pliego de cargos a Hugo Aguilar y ex congresistas de Santander
-'Diego Vecino', 'Báez' y 'Julián Bolívar' declarán en juicio contra ex congresistas Riaño y Gil
-El nuevo ventilados de los 'paras' (Semana)
-Resucita la parapolítica

El exparamilitar David Hernández López alias ‘Diego Rivera’ denunció ante la Corte Suprema que el exsenador Luis Alberto Gil y los exrepresentantes Alfonso Riaño y Ciro Ramírez se aliaron con el paramilitar Rodrigo Pérez Alzate alias ‘Julián Bolívar’, exjefe militar del Bloque Central Bolívar, en un presunto complot para desprestigiar al magistrado Iván Velásquez y sobornar a testigos en los procesos que el alto tribunal adelanta por ‘parapolítica’.

‘Diego Rivera’, quien declaró desde Estados Unidos por ser un testigo protegido de la DEA, aseguró que Ramón Ballesteros Prieto, abogado de Gil, lo citó en Nueva York a varias reuniones entre octubre de 2010 y febrero de 2011 para que declarara a favor de Gil y Riaño.

La denuncia coincide con las fechas del juicio contra los dos políticos santandereanos, que comenzó en noviembre de 2010 y que tenía programada la declaración de ‘Diego Rivera’ para principios de febrero de 2011.

Este exsubteniente del Ejército y desmovilizado del Bloque Central Bolívar dijo que además de las reuniones, Ballesteros presuntamente le ofreció 100 mil dólares a nombre de alias ‘Julián Bolívar’ para que cambiara su testimonio.

“El 31 de octubre de 2010 en el Hotel Pensilvania, en Nueva York, Ballesteros Prieto me dijo: “David, mire, ‘Julián Bolívar’, Luis Alberto Gil, Alfonso Riaño y Ciro Ramírez van a arremeter contra su familia si usted no les colabora. Ellos son sus amigos. Colabóreles”, contó a los magistrados.

Por medio de un agente jurídico del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el testigo aportó al proceso correos electrónicos y grabaciones en audio y video de conversaciones entre el exparamilitar y Ballesteros, donde al parecer el abogado se reune con el desmovilizado y le pide que cambie su versión. Al mediodía del 15 de febrero de 2011, después de que el video fuera presentado en la Corte, agentes de la Dijin capturaron al abogado, quien aceptó los cargos por soborno ante un juez de control de garantías.

Ballesteros Prieto, quien también fue abogado de la excongresista Yidis Medina, dijo a la salida de la Corte que era inocente: “Iba a denunciar primero a este señor. Iba a denunciar una extorsión que nos hizo. Estuve en Washington tratando de hablar con el Departamento de Justicia. Ellos tienen mis e-mail. Me reuní con dos señores de la DEA en Colombia para anunciar mi viaje a Nueva York. Todo eso se va a aclarar, con seguridad que va a ser así”.

El exrepresentante Alfonso Riaño ha negado reuniones con 'Ernesto Báez' y vínculos con los 'paras' del Bcb y del Magdalena Medio. / Foto Semana

Según ‘Diego Rivera’ el soborno es una estrategia planeada en la cárcel de Itagüí, donde están presos los exjefes paramilitares del Bloque Central Bolívar.

“A mí me querían sobornar para que me retractara y arremetiera contra el magistrado Iván Velásquez, quien jamás me presionó en mis declaraciones. Este es un complot que han querido manipular desde la Itagüí alias ‘Ernesto Báez’ y alias ‘Julián Bolívar’ con estos senadores, para acabar los procesos de parapolítica y para que todos esos políticos que están presos puedan salir”, dijo.

‘Diego Rivera’ también ratificó y amplió sus señalamientos contra Luis Alberto Gil, Alfonso Riaño y Ciro Ramírez. Dijo que días antes de las elecciones de 2006, los políticos Gil, Riaño, Óscar Josué Reyes y Óscar Suárez Mira se reunieron en el Hotel Chicamocha, en Bucaramanga, con él y con los paramilitares Jairo Ignacio Orozco González alias ‘Tarazá’ y José Danilo Camilo alias ‘Alfonso’, enviados por los jefes militares del Bloque Central Bolívar alias ‘Julián Bolívar’ y Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’. Según el testigo, ‘Alfonso’ les entregó mil millones de pesos a los políticos para ganar las elecciones.

El exparamilitar le dijo a la Corte que Luis Alberto Gil y el exgobernador de Santander Hugo Heliodoro Aguilar, destituido e inhabilitado 20 años por la Procuraduría para ejercer cargos públicos por nexos con paramilitares, tuvieron vínculos con ‘Julián Bolívar’.

“Sé quién era Gil porque una vez él salió por televisión cuando se le cayó una tula llena de plata. ‘Báez’ y ‘Bolívar’ se rieron y me dijeron que ahí estaba pintado Gil’… A Hugo Aguilar lo conocí en Puerto Berrío. ‘Julián Bolívar’ me lo presentó en diciembre 2003 o enero de 2004. Me dijo: “vea, usted que es de Bucaramanga, le presento a Hugo Aguilar, de su bella ciudad, el que mató a Pablo Escobar y candidato a la Gobernación de Santander por Convergencia”, contó ‘Diego Rivera’.

El pacto de ‘Halloween’
El presunto complot denunciado por ‘Diego Rivera’ le fue propuesto, según dijo, el 31 de octubre de 2010. Mientras en las calles de Nueva York se celebraba la fiesta de las brujas, en el piso 12 del Hotel Pensilvania él se reunió con el abogado Ballesteros, que le iba a presentar un documento jurídico del que venían hablando desde hacía quince días.

El exgobernador de Santander Hugo Aguilar fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría a 20 años para ejercer cargos públicos, al considerar que tuvo nexos con los 'paras' del Bcb. / Foto Semana

-Procuraduría abre pliego de cargos a Hugo Aguilar y ex congresistas de Santander
-Capturado Luis A. Gil y a indagatoria ex gobernador Aguilar
-"Fui Secretario por orden de 'Ernesto Báez' (Semana)
-Convergencia reorganiza sus 'fichas' en Santander (Votebien)
-Pin, el nuevo nombre que tendrá Convergencia (Votebien)
-Convergencia, ahora PIN, pone sucesores

Según el desmovilizado, el abogado lo contactó a mediados de octubre a través de un periodista, para que cediera los derechos de un libro en el que el exparamilitar contaba su vida como delincuente y así poder venderle la historia a una programadora de televisión.

Pero quince días después, dijo, Ballesteros no le presentó ese documento sino uno en el que el desmovilizado le informaba a la Corte que se retractaba de sus declaraciones contra los excongresistas de Santander. Ese día “Ballesteros me dijo que me darían 100 mil dólares”, agregó.

‘Diego Rivera’ contó que, por proteger a su familia, engañó a Ballesteros y el 20 de diciembre de ese año le respondió que estaba listo para firmar el documento, al tiempo que le avisó a la DEA para que comenzara a grabar las próximas conversaciones entre él y el abogado.

Así, ante la sala de casación penal, el desmovilizado leyó por lo menos 10 correos electrónicos en los que presuntamente Ballesteros le insiste en que ‘colabore’, y compartió un audio en el que, según aseguró, el abogado le dice que no mencione a los políticos de la reunión del Hotel Chicamocha.

Luego, presentó un video, grabado el 9 febrero de 2011, en el que Ballesteros aparece sentado en una cafetería de Nueva York contándole al paramilitar que los exjefes paramilitares alias ‘Julián Bolívar’, Ramón María Isaza alias ‘El Viejo’ y Arnubio Triana Mahecha alias ‘Botalón’ declararon a favor de los excongresistas.

En el audio se escucha decir a Ballesteros: “Le cuento una vaina. Me busqué toda la documentación de la audiencia preparatoria para que me aprobaran las pruebas... Hay unas pruebas que se practicaron y que nosotros no pudimos controvertir, una es la tuya... Mire, me aprobaron ‘Botalón’, Ramón Isaza, ‘Julián Bolívar’, los concejales de Barrancabermeja... La cosa ha salido bien. Los testimonios que nos faltan son el de ‘Baéz’, el tuyo… El tema tuyo es para el día martes 15 de febrero (Sic)”.

Más adelante en la conversación, se escucha que el abogado le cuenta al desmovilizado sobre lo qué han dicho otros exparamilitares de ‘Diego Rivera’.

“'Julián Bolívar' dijo que a ti casi que ni te conoce, lo mismo dijo alias 'Alfonso'… 'Julián Bolívar' dijo que él nunca te había enviado a lo del Chicamocha (hotel donde presuntamente se hizo la reunión entre ‘paras’ y políticos). Esas son las pruebas que a mí me ayudan... Tú me dijiste que la reunión sí la hubo y esa versión es creíble porque en el hotel vivían Óscar Josué Reyes y Alfonso Riaño. Ellos vivían ahí porque se habían separado y alquilaron unos aparta estudios (Sic)”.

Refiriéndose al pago de los 100 mil dólares, en el mismo video se escucha a Ballesteros le insinúa que busque un sitio cerca donde presuntamente le desembolsará el dinero: "Entonces tu quedaste para el 15 (de febrero), Para lo que nosotros vayamos a hacer, tú me dices que yo tengo que estar acá (Estados Unidos). Yo no puedo. ¿Qué hacemos? La otra cosa es… ...¿Tú tienes desplazamientos cerquita aquí a Estados Unidos como México, República Dominicana o el Caribe? (Sic)”.

El abogado Ramón Ballesteros fue capturado el 15 de febrero de 2011 en plena Corta Suprema, cuando defendía a Luis Alberto Gil. / Foto Semana

En la declaración ante la Corte, ‘Diego Rivera’ dijo que bajo la promesa de que él firmaría el documento de la supuesta retractación, Ballesteros le envió antes del 18 de enero de 2011 un cuestionario donde le indicaba qué decir en el juicio.

“Yo inicialmente estaba programado para enero y yo les dije que sí, que iba a hacer parte del complot en contra de Velásquez… El abogado me envió un cuestionario de seis páginas de lo que tenía que decir. Acomodó mi relato, sobre todo en la parte de que se hablaba de la reunión del Hotel Chicamocha”, dijo el testigo.

En el video presentado como prueba, Ballesteros al parecer hizo alusión a ese cuestionario: “Qué es lo de la declaración. Eso que te mandé, de ahí no te puedes salir, tú tienes que negar si te preguntan, dices que desconoces de Gil, de Riaño… ‘Tarazá’ dice que él no estuvo ahí, que estaba en Medellín con su familia. ‘Alfonso’ dice que tampoco estuvo en la reunión. El asunto es que sobre esos temas, tú te niegas a responder. O dices, yo me guardo el derecho de no contestar. Entonces cuando la Corte te pregunte por el señor tal, dices que no sabes... (Sic)”.

Antes de ser capturado y de solicitarle a la Corte que no reprodujera más el video por considerar que se violentaban sus derechos, Ballesteros dijo que el video era real, pero que tenía que explicar las circunstancias. De paso, solicitó que se le practicara un examen psiquiátrico al testigo.

‘David Rivera’ le contestó a la Corte que estaba dispuesto a someterse a cualquier examen, y que en la noche anterior a rendir este testimonio, el 14 de febrero de 2011, él y un ‘familiar’, en realidad un agente encubierto, hablaron con el abogado.

“En un hotel de la Avenida La Esperanza (Bogotá), el abogado le dijo a mi ‘familiar’ que tenía ya los dólares y que se los iba a mostrar entre las 6 y 7 de la mañana. Ayer el abogado me confirmó que ya tenía el dinero, que había hablado con mi ‘familiar’ y que después de rendir el testimonio me daban la plata. Me dijo que ya no eran 100 mil dólares, sino 60 mil. Luego me dijo que habían 10 mil más”, dijo el desmovilizado.

‘Misión Bucaramanga’
‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que los paramilitares del Bloque Central Bolívar se aliaron con políticos de Santander para lograr una objetivo trazado desde 2002 por ‘Ernesto Báez’. “La orden era elegir alcaldes, concejales, gobernadores y congresistas, pensando en la formulación de la Ley 975 (Justicia y Paz) para que los paramilitares se beneficiaran”. El testigo agregó que entre los planes del Bloque estuvo elegir a Hugo Aguilar Naranjo como el Presidente de Colombia para las elecciones de 2010.

El exparamilitar contó que a principios de 2006 alias ‘Julián Bolívar’ lo envió a Bucaramanga, Santander, con dos misiones: la primera, presentarles a los políticos de la región la experiencia de Villa Esperanza, un modelo de proyectos productivos aprobados por el Gobierno para la resocialización de los desmovilizados, que funcionaba en una finca de Copacabana, Antioquia. La segunda, era crear y lanzar Semillas de Paz en Santander, un proyecto productivo similar que ya funcionaba en Cali.

‘Diego Rivera’ dijo que entre enero y junio de 2006 viajó por lo menos cinco veces a Bucaramanga con esa misión y que se hospedó en los hoteles Dann Carlton y Chicamocha. En uno de esos viajes, con una carta firmada por ‘Julián Bolívar’ y con intermediación de alias ‘Alfonso’, dijo que se reunió con Didier Tavera, entonces Secretario de Gobierno Departamental y actual representante por el PIN, para que los ayudara con obras para Semillas de Paz. También le hizo ‘lobby’ a Freddy Anaya, entonces subdirector de la corporación ambiental Cdmb y actual aspirante a la Alcaldía.

El desmovilizado contó que entre sus recorridos, asistió a una reunión en el Hotel Chicamocha, antes de las elecciones de marzo de 2006, y le presentó el proyecto de Semillas de Paz-Santander a Gil, Riaño, Óscar Josué Reyes y Óscar Suárez Mira. Contó que allí también estuvieron alias ‘Tarazá’, exjefe político del Bcb para Santander, y alias ‘Alfonso’, “que me dijo que iba a entregarles a los políticos mil millones de pesos para las elecciones”. ‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que no le constaba la entrega de ese dinero, pero que a su regreso a Copacabana alias ‘Macaco’, exjefe militar del Bcb, le pidió que imprimiera los resultados electorales publicados por la Registraduría y que después le comentó: “Menos mal esa platica no se perdió”, refiriéndose a las curules ganadas por Convergencia.

Antes de terminar la diligencia, el testigo le dijo a la Corte que los exjefes paramilitares que han rendido declaraciones en el juicio contra Gil y Riaño “mienten” y que contrario a lo que los paramilitares han querido mostrar, ‘Diego Rivera’ conoció sobre las relaciones del Bloque Central Bolívar con políticos, porque “fui secretario del colectivo de abogados de los paramilitares, presidente de Semillas de Paz-Santander, inspector político, secretario del proyecto Villa Esperanza y secretario del estado mayor del Bcb en las negociaciones de paz con el Gobierno”.

Contó que en octubre de 2007, se dio cuenta que “algo estaban fraguando los exjefes paramilitares desde la cárcel de Itagüí”, cuando empezaron asesinar a varios de sus subalternos cómplices y cuando estalló el escándalo del caso ‘Tasmania’, un paramilitar que cambió su versión y dijo que el magistrado Iván Velásquez le había ofrecido beneficios jurídicos para involucrar al expresidente Álvaro Uribe en un crimen.

“Yo estoy dando esta declaración porque me di cuenta que los exjefes paramilitares estaban mientiendo. Habían supuestamente dejado los fusiles, y Villa Esperanza lo convirtieron en un una oficina de cobros, de traqueteo, donde escondían armas. También porque políticos investigados le han hecho daño al país. Le doy gracias a la DEA por la protección, porque si estuviera en Colombia, ya estuviera muerto como muchos testigos que han querido contar sobre ‘parapolítica”, dijo.

La Corte estudiará la veracidad del testimonio de ‘Diego Rivera’ y es posible que compulse copias a la Fiscalía, para que decida si expulsa o no de Justicia y Paz a los paramilitares que no han dicho la verdad, si así lo determina la investigación.

TOMADO DE REVISTA SEMANA / FEBRERO 15 DE 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

Construcción de ciudadanía y elecciones locales.


POLITICA Y GOBIERNO Jorge Iván Cuervo R.* Razon publica

Domingo, 13 de Febrero de 2011 22:35

La dinámica propia de las elecciones locales, movidas por fuerzas modernas y premodernas, no contribuye a construir ciudadanos sino a consolidar alianzas que administran votos, plata, puestos y contratos colgados del uribismo.


--------------------------------------------------------------------------------

Tensión entre lo nacional y lo local

En la misma dirección señalada por Hernando Gómez Buendía en su pasada columna de opinión en Razón Pública, Ciudades sin ciudadanos, uno de los temas que debería debatirse en las próximas elecciones locales es la construcción de proyectos de ciudadanía en el contexto de la democracia política.
Se ha dicho con un simplismo elocuente que la tensión modernidad – premodernidad en Colombia se refleja en la tensión entre lo nacional y lo local, que Colombia es moderna en lo nacional y premoderna en lo local. Que el triunfo del uribismo se explica al haberse conectado con la fibra local y haber obtenido el permiso de las élites nacionales para derrotar a la guerrilla, con los efectos sobre la institucionalidad ya conocidos.

Pero las realidades políticas son más complejas. Lo nacional no termina de construirse en medio de la heterogeneidad regional, entre otras razones porque el concepto de nación no puede dislocarse del concepto del universo local: ambos están imbricados, se retroalimentan y entrecruzan, niegan y reafirman de manera simultánea, así que hablar tajantemente de una realidad política nacional y otra local, no es un buen punto de partida, porque las fronteras son porosas.

Es necesario reconocer que si bien en Colombia los temas nacionales tienen mucho peso en la agenda política y en la conformación de los imaginarios sociales, aún en las regiones, las elecciones locales no se dan en el espacio simbólico de lo nacional, de suerte que las urgencias y demandas que caracterizan las elecciones para Presidente de la República no son las mismas que para alcaldes y gobernadores, y las que se dan para Asambleas, Concejos y Juntas Administradoras Locales no son las mismas que se dan para la elección de senadores y representantes a la Cámara.

Por esta razón no es correcto trasplantar las dinámicas políticas de lo nacional a lo local, así sean los mismos actores los que estén presentes en el juego electoral. El elector nacional es uno y el elector local es otro, porque los problemas y las expectativas son otras.

Es en ese contexto que la construcción de ciudadanía política debería ser el tema central en las próximas elecciones. Como señala Gómez Buendía, tenemos grandes ciudades, pero no tenemos ciudadanía, algo que ya había adelantado el Informe sobre la Democracia del PNUD. Democracia sin Ciudadanos.

La ciudad como metáfora espacial es el escenario para el ejercicio de los derechos, para la inclusión social, para los proyectos colectivos, para la solidaridad, es la polis de los modernos, donde se supone que todos participamos activamente de los asuntos que nos concierne, donde definimos nuestras identidades políticas y donde concretamos nuestros proyectos de vida. La proximidad espacial de la ciudad, debe ser una proximidad vital y política, pero nuestras ciudades parecen haberse disociado del interés común, y es en las ciudades latinoamericanas donde más lejos nos sentimos de la esencia de la democracia.

Colombia, Brasil y México son los países de América latina que cuentan con grandes ciudades, lo cual debería ser prerrequisito para democracias más profundas y sólidas, pero en el caso colombiano, la democracia local que se viene tejiendo desde 1986 con la elección de alcaldes y desde 1991 con la elección de gobernadores, no se ha traducido en ciudadanías locales.

Nuestra democracia es fuerte en lo nacional y débil en lo local. Unas elecciones locales deberían estar jalonadas por la construcción de ciudadanías locales, pero eso nos lleva al segundo tema.

Mafias locales y micropoderes

Los poderes fácticos coparon el espacio local y han empobrecido la democracia. Son ellos los que deciden quiénes participan del juego electoral, con qué recursos y bajo qué circunstancias. Aparentemente, ciudades como Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali y Bucaramanga habrían logrado blindarse frente a este fenómeno, pero las evidencias indican que esa no es una batalla ganada.

Los poderes fácticos usan la estrategia del micropoder, no se trata de ocupar todo el espacio político, sino de parcelas significativas asociadas a actividades que se desarrollan muchas de ellas en la informalidad o con alta dosis de corrupción administrativa: juegos de azar, prostitución, microtráfico de estupefacientes, mototaxismo, que les permite controlar espacio y ejercer influencia en la actividad política y en las dinámicas sociales.

Pero también otros negocios de tesitura legal, como la salud, el transporte público, centrales minoristas de abastos, transporte informal. Son los dueños de esos negocios los verdaderos dueños de ciudades como Montería, Sincelejo, Ibagué, Pereira, Armenia, sectores de Medellín y Bogotá, Riohacha, Villavicencio, por sólo nombrar algunas.

Allí la ciudadanía como espacio para el ejercicio de los derechos y los deberes, la construcción de identidades políticas y la inclusión social, es una ilusión. La dinámica del poder se sustenta en generar las condiciones para que estos negocios se consoliden, y los recursos económicos en las campañas se dirigen hacia allí.

Los discursos ideológicos desaparecen. La discusión sobre condiciones de vida, proyectos productivos, desarrollo social son pies de página en la gramática política subordinada a poderosos intereses, muchos de ellos de naturaleza mafiosa.

Bogotá, que parecía la más blindada frente a esa dinámica, hoy es presa de carteles de contratación y de organizaciones sociales fantasma en las localidades, depredando los presupuestos públicos con el consecuente deterioro de la calidad de vida que sufrimos a diario quienes habitamos la apenas suramericana.

En medio de esa reconfiguración política y económica en lo local, cuya manifestación más sofisticada es la parapolítica, sin un proyecto nacional aglutinante, pasamos al tema de la supervivencia de los políticos tradicionales reciclados en las nuevas generaciones. Lo cual nos lleva al tercer tema.

Más partidos, menos ideología

El modelo político de la Constitución de 1991 buscaba ampliar el escenario político a otras formas de representación. Pasar de un bipartidismo a un sistema de multipartidismo moderado. En el fondo del proyecto político constituyente estaba el problema de la representatividad del régimen político.

A veinte años de esa experiencia, el panorama del sistema político ha cambiado mucho en la forma y muy poco en el fondo. La reconfiguración política formal –más partidos políticos con personería jurídica- no ha significado una profunda reconfiguración ideológica.

El Partido Liberal y el Partido Conservador, sobreviven en medio de sus crisis de identidad y de erosión ética, la izquierda sobreagua en el Polo Democrático Alternativo, y toda la derecha se ha alineado, o bien en el Partido de la U o en Cambio Radical. Los poderes fácticos locales tienen su franquicia en el PIN, los cristianos se consolidaron como minoría definitiva en el Mira, y una facción del movimiento social y del llamado voto de opinión se quiere poner la careta del Partido Verde.

De cara a las elecciones de octubre, en casi todos los municipios y departamentos se cuecen alianzas entre liberales, conservadores y la U, lo cual demuestra que desde el punto de vista ideológico son una unidad- ¿una unidad nacional?; Cambio Radical apuesta más por su consolidación independiente, el Polo por no desaparecer ante la debacle de la administración en Bogotá, y los Verdes tienen el reto de demostrar que la ola verde, ese movimiento ciudadano de indignación ciudadana cabe en el Partido, que Mockus, Peñalosa, Fajardo y Lucho Garzón, son otra cosa, que pueden liderar el llamado voto de opinión y abrir una fisura al sistema político.

Los primeros se siguen sustentando en las redes clientelares y en muchas ocasiones en alianzas con los poderes fácticos, la llamada pequeña parapolítica, y en regiones del sur de la geografía nacional y Arauca, en la llamada pequeña farcpolítica.

De suerte que en octubre también está en juego la consolidación de los movimientos de opinión o la extensión de los cacicazgos del bipartidismo en diversas presentaciones del espectro ideológico: desde el centro del Partido Liberal hasta la extrema derecha del Partido de la U y el conservatismo, porque si hay algo que es significativo hoy en Colombia es que la derecha es la fuerza política decisiva, luego de ocho años de gobierno de su más conspicuo representante, lo cual nos lleva al cuarto y último tema.


El uribismo se refugia en lo local

Hoy se habla del uribismo como una fuerza política mayoritaria y decisiva que amenaza con tomarse el espacio local. Su líder más visible, el ex presidente Uribe, ha definido una estrategia de conservación del legado de su gobierno en las elecciones locales.

Los caciques regionales, siempre en búsqueda de la estrategia ganadora, le apuestan a colgarse de esta puesta en escena, poniendo sus candidatos en el empaque ideológico de la U en alianzas con otros sectores políticos. Finalmente ellos tienen los votos, la plata, los puestos y los contratos. NO tienen pierde: lo saben ellos y Uribe.

En el Quindío, por ejemplo, ya se selló una alianza entre el Partido Conservador, la U y el Partido liberal para le selección de los candidatos a la alcaldía y gobernación. El cacique tradicional del liberalismo impone a su hija para la alcaldía de Armenia, con el aval de la dirección nacional del Partido, un moderno como Rafael Pardo. La U pondrá en la gobernación a quien garantice la extensión de la concesión del chance a los poderes fácticos que lo administran hace lustros. En un mismo escenario local, convergen poderes políticos tradicionales, poderes políticos emergentes y poderes fácticos: la fórmula mágica que no se hubiera atrevido a vaticinar ni el más maquiavélico asesor de marketing político.

Este ejemplo se verá reproducido en todo el país, con algunas variaciones. En el Valle, el PIN será el actor decisivo, en Sucre el Partido Liberal, y en medio de esta negociación política de élites, se diluye el discurso de construcción de ciudadanía.

Modernos y premodernos a la vez

De manera que la consolidación o disolución de esta federación de caciques reciclados y de poderes emergentes alrededor del uribismo, es otro de los temas que estará en juego en las próximas elecciones locales, lo cual en el fondo, es una reedición más de la tensión entre la modernidad política que, en principio, reclama el bipartidismo tradicional y ahora el voto de opinión y un sector de la izquierda, contra la premodernidad política que refleja el ascenso en la esfera política de discursos como los de la U o del PIN.

Pero de nuevo la realidad es más compleja. Modernidad y pre modernidad atraviesan a unos y a otros, no son categorías estáticas, son imaginarios dinámicos. El Partido Liberal es premoderno y moderno a la vez. El conservadurismo moral de los Verdes no está en sintonía con una de las demandas básicas de la modernidad: la inclusión social, y eso los hace premodernos, en el sentido filosófico de la expresión

En este escenario, la discusión de la nación queda aplazada una vez más y la de la ciudadanía sometida a la voracidad de los intereses políticos que no representan los anhelos de bienestar de los ciudadanos, el verdadero malestar de esta democracia.

domingo, 13 de febrero de 2011

El renacer de la parapolítica en Antioquia. Todo empezo en Envigado.



Por: María del Rosario Arrázola. Periodico El Espectador 13 de febrero de 2011.

La Corte Suprema de Justicia quiere aclarar de dónde surgió y cómo creció el paramilitarismo en Antioquia.

Foto: Reuterss Castaño, oriundo de Amalfi (Antioquia), llegó a liderar el movimiento de las autodefensas. Fue asesinado en 2004. Carlos Castaño, asesinado

Alas-Equipo Colombia, un extraño caso. Desde 1997 a la fecha, la refundación del Estado estaba en marcha.

La primera plataforma política de penetración a los órganos legislativos se llamó Movimiento de Renovación Liberal y el escenario donde se experimentó la captura del poder local fue el municipio de Envigado. Hasta estas evidencias, ocurridas en los años 80, en los tiempos de Pablo Escobar Gaviria y su letal invento de las oficinas de cobro, se dirigen ahora las investigaciones de la Corte Suprema de Justicia, en su propósito de aclarar de una vez por todas la cronología, las conexiones y el mapa de la parapolítica en Antioquia.

Con la colaboración de los jefes paramilitares Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, y Juan Carlos Sierra, alias El Tuso, desde cárceles de Estados Unidos; y otro grupo de exintegrantes de las autodefensas detenidos en Colombia, la Corte Suprema de Justicia está dispuesta a llegar a fondo en la explicación judicial de un largo proceso de infiltración del delito en las instituciones colombianas, y ello explica el súbito aumento de políticos antioqueños citados para explicar hasta dónde pudo llegar el narcoparamilitarismo.

Una pesquisa que comienza en las listas del Movimiento de Renovación Liberal que llevó a la Cámara de Representantes a Pablo Escobar en 1982 y, sin que trascendiera mucho, tuvo comando departamental, coordinadores de zona, jefes de debate y elegidos en diversas instancias de Antioquia. Pero sin duda, el modelo de penetración de la mafia al Estado fue el municipio de Envigado. No sólo porque se convirtió en la trinchera del jefe del cartel de Medellín, sino también en el laboratorio para su expansión “legal” y delincuencial.

Hace 25 años, el primero que lo tuvo claro fue el juez Tulio Manuel Castro, quien indagando el homicidio del ministro de Justicia Rodrigo Lara, constató cómo en el Concejo de Envigado figuraban tres miembros del Movimiento de Renovación Liberal que tuvieron permanente comunicación con los asesinos. Rubén Darío Londoño Vásquez, alias La Yuca; Juan Fernando Maya Restrepo y Alba Marina Escobar, esta última hermana del capo. Desafortunadamente, el juez Castro fue asesinado y su investigación no fue continuada.

Como tampoco se neutralizaron otras modalidades de infiltración mafiosa. El Departamento de Orden Ciudadano de Envigado, un aparato de atribuciones “policiales”, algunos de cuyos miembros terminaron aplicando justicia por mano propia, mimetizándose también en las oficinas de tránsito para acceder a matrículas de vehículos, pases de conducción o realización de retenes. En esas vueltas, y apenas hoy empieza a aclararlo la Corte, ya estaba Daniel Mejía, alias Danielito, quien llegó a ser uno de los matones del paramilitarismo.

Escobar y sus socios lo controlaban todo. Era un secreto a voces que la alcaldía de Jorge Mesa nunca se opuso y que buena parte del poder judicial en Antioquia tampoco. En la calle, el capo también ideó un perverso esquema de control que con los años se vino a conocer como la ‘Oficina de Envigado’. Una especie de justicia en los bajos fondos con “tributos” y pena capital para quien quisiera delinquir. La lideró el dirigente deportivo Gustavo Upegui, pero salvo algunas semanas en la cárcel, hasta su muerte en 2006, pasó de agache.

Este modelo, con extensiones de impunidad hasta los municipios vecinos del Valle de Aburrá, fue la base de la expansión paramilitar después de la muerte de Pablo Escobar en 1993. En sus confesiones al antropólogo Aldo Cívico, en su libro Las guerras de Doblecero, el subteniente retirado del Ejército Carlos Mauricio García, quien llegara a ser el jefe del bloque Metro en Medellín, admitió que eso fue lo que hizo el nuevo jefe: Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna. Controlar todas las bandas delincuenciales con su oficina de cobro.

Don Berna, antiguo aliado del narcotraficante Fernando Galeano, se impuso sobre todos. Pero no lo hizo solo. Desde Urabá y en las entrañas de Medellín lo apoyaron los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño. En el bajo Cauca lo hizo Ramiro Vanoy, alias Cuco, y en el Magdalena Medio, Ramón Isaza. Muerto Escobar, de la mano de las Cooperativas de Seguridad Rural que le sirvieron de mámpara, se fue desdoblando la estrategia de las Autodefensas Unidas de Colombia. Lo demás fue replicar el modelo.

En el libro Paracos, del periodista Alfredo Serrano, Don Berna admite que 1994 fue clave para la organización. Ese año consolidó con los Castaño la expansión paramilitar y entró a trabajar con tres personajes claves de su objetivo: Juan Carlos Sierra, alias El Tuso; Francisco Javier Zuluaga, alias Gordolindo, y Ramiro Vanoy. Entre ellos ya se movía Carlos Mario Jiménez, alias Macaco. Y poco a poco fueron llegando otros jefes como los hermanos Fredy, Daniel y Jairo Rendón Herrera, así como Rodrigo y Guillermo Pérez Alzate.

Desde Urabá, pasando por el nordeste y el Magdalena Medio hasta oriente y el suroeste, el paramilitarismo impuso su Talión en Antioquia. Y lo hizo con la misma estrategia que la Corte Suprema de Justicia hoy está dispuesta a aclarar: apoyado por políticos y miembros de la Fuerza Pública, financiado por algunos empresarios y ganaderos, fortalecido con los dineros de la droga y penetrando al Poder Judicial. Muchos investigadores, fiscales y jueces que se opusieron, o terminaron en el exilio o insubsistentes o fueron asesinados.

En 1997, cobró forma la organización Autodefensas Unidas de Colombia, y lo que nació como un laboratorio de ilegalidad en Envigado en los años 80, desde Antioquia, bajo la égida de los Castaño, Don Berna, Doblecero, Cuco Vanoy, Macaco o Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche, se empezó a proyectar a Córdoba, Sucre, Magdalena, Cesar y poco a poco hasta abarcar al país. Los socios paramilitares fueron aumentando y como lo ha sustentado la investigadora Claudia López, se impuso también la fórmula de los distritos electorales.

Las votaciones atípicas, la consolidación de movimientos políticos emergentes, los pactos non sanctos para acceder a las corporaciones legislativas, la apropiación de dineros públicos a través de los contratos y, a mediados de 2001, el punto más alto de su estrategia impune: el pacto de Santa Fe de Ralito para la “refundación de la patria”. Todo eso se hizo porque hubo apoyo político. En varios departamentos de la Costa Atlántica el asunto fue tan notorio que a la justicia no le costó mucho tiempo aclararlo. Pero la Corte quiere ir más allá.

Como lo comentó una fuente a El Espectador, se van a revisar todos los departamentos de Colombia. Pero por estos días la clase política de Antioquia tiembla. Por sus vínculos con Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán, y el proyecto “Movimiento político por una Urabá grande, unida y en paz”, ya fue condenado el exsenador Rubén Darío Quintero. La misma suerte le cupo a la exrepresentante a la Cámara Rocío Arias por sus vínculos con Don Berna. Y Carlos Arturo Clavijo anda en las mismas por cuenta de alias Ernesto Báez.

Pero detrás de ellos hay un interrogante con nombre propio: el movimiento Alas-Equipo Colombia. Un exitoso proyecto político que en las elecciones de 2002 no sólo logró la primera votación al Senado con Luis Alfredo Ramos, sino que en las elecciones locales alcanzó un alto número de alcaldías, ganando espacio en territorios donde el conservatismo tradicional era mayoría. Como segunda fuerza, otro grupo no tradicional: el movimiento de Renovación Acción Laboral, encabezado por el exsenador liberal Mario Uribe Escobar.

Hoy, Alas-Equipo Colombia es una plataforma en la mira judicial. El exsenador Antonio Valencia Duque está preso y los testimonios de los paramilitares señalan que su victoria electoral obedeció al apoyo de las autodefensas. Según estableció El Espectador, ya aceptó acogerse a sentencia anticipada, lo cual implica que asumió su responsabilidad. Y por la misma vía cayó preso el representante Luis Carlos Restrepo Orozco, quien aún se defiende de las imputaciones por su presunta cercana relación con el narcotraficante alias Rasguño.

Cuatro dirigentes políticos de la región de Urabá se repartieron una curul del Congreso entre 2002 y 2006, y ahora responden ante la justicia por las mismas causas: extrañas alianzas con el exjefe paramilitar Fredy Rendón Herrera. Son Manuel Darío Ávila, Estanislao Ortiz, Jesús Enrique Doval y César Augusto Andrade, llamados popularmente “los cuatrillizos”. Avalados por Rubén Darío Quintero y encartados con la justicia por los mismos hechos: presuntos pactos con los grupos de autodefensas.

En medio de la redada está Mario Uribe Escobar. Surgido de las entrañas del Partido Liberal del entonces todopoderoso Bernardo Guerra Serna en los años 80, junto con su primo, el expresidente Álvaro Uribe, constituyó una disidencia que lo llevó a la Cámara en 1986. Llegó a la Presidencia del Congreso en tiempos de Andrés Pastrana y preparaba su retiro político cuando entró en desgracia. Un testigo llamado Pitirri lo señala, y desde Estados Unidos, El Tuso Sierra también lo deja mal parado. Seguramente esta semana se conocerá su suerte.

Pero la Corte no para y, según estableció El Espectador, ya avanza en otros campos sobre pistas seguras. Sabe, por ejemplo, que además de Fredy (El Alemán) y Daniel Rendón (Don Mario), hay un tercer hermano llamado Jairo de Jesús, conocido con el alias de Germán Monsalve. Y tiene claro que colabora activamente con la justicia de Estados Unidos. Los investigadores de la Corte aspiran a que también lo haga en Colombia. El Tuso Sierra y Don Berna no quieren guardarse nada y el alto tribunal está dispuesto a hacer justicia.

Se está revisando todo. Los nombramientos de notarios, los negocios de tierras, las listas políticas, los contratos con el Estado, las relaciones con la Fuerza Pública. La Corte tiene claro que si bien hubo Castaños o Rendón desde Amalfi, Ramón Isaza en el Magdalena Medio, Cuco Vanoy o Macaco en el bajo Cauca, H.H. en Urabá o Don Berna en las entrañas del Valle de Aburrá, también hubo políticos que se dejaron seducir por el poder criminal, replicando la fórmula que hace un cuarto de siglo acuñó Pablo Escobar: el modelo Envigado.

El proceso por parapolítica contra Mario Uribe

La investigación en contra del exsenador Mario Uribe por sus presuntos nexos con el paramilitarismo en Córdoba comenzó el 26 de septiembre de 2007, cuando la Corte Suprema de Justicia lo llamó a indagatoria.

Las pesquisas empezaron por los testimonios aportados por varios exparamilitares, entre ellos alias Gomelo, Pantera, Jairo Castillo Peralta, alias Pitirri, y el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quienes señalaron que Uribe se reunió con algunos de ellos con el fin de comprar tierras baratas en Córdoba y llegar al Senado en 2002.

Estos testimonios sirvieron para que la Corte expidiera orden de captura en su contra el 22 de abril de 2008. Al conocer la decisión, Uribe solicitó asilo político en Costa Rica, recurso que le negaron, por lo que se entregó a las autoridades y acabó detenido en la cárcel La Picota de Bogotá. La Corte Suprema de Justicia decidirá en las próximas semanas si lo condena o absuelve.

Los pasos de Rocío Arias por la justicia

Después de que entrara sin ninguna experiencia política al Congreso como representante a la Cámara para el período que empezaba en el año 2002, la periodista, Rocío Arias empezó a ser señalada de ser una de las legisladoras impuestas por jefes de las autodefensas como Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, y Ramiro Vanoy, alias Cuco Vanoy. Su discurso en el Congreso sorprendía por sus debates en la no extradición de narcoparamilitares a Estados Unidos y la constante promoción de la Ley de Justicia y Paz que, sin duda, beneficiaría a los paramilitares desmovilizados.

Una investigación en contra de Arias haría que ésta se acogiera a sentencia anticipada en 2008, razón por la cual un juez la condenó a 45 meses de prisión por el delito de concierto para delinquir agravado. En 2010, la excongresista fue destituida e inhabilitada por la Procuraduría a 20 años para ejercer cargos públicos por sus demostrados nexos con las Auc.

Nuevas investigaciones preliminares por parapolítica

La Corte Suprema solicitó al Congreso que certifique en qué momento pertenecieron o desde cuando integran el Poder Legislativo la senadora Olga Suárez Mira, el supernotariado Jorge Enrique Vélez, el representante José Mesa y el exrepresentante William Vélez. Las averiguaciones de la Corte obedecen a los testimonios que han venido dando los paramilitares Juan Carlos Sierra, alias ‘El Tuso’, y los hermanos Daniel y Freddy Rendón Herrera, más conocidos como alias ‘Don Mario’ y alias ‘El Alemán’.

De igual modo, abrió investigación preliminar contra el actual gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos y el congresista Guillermo Gaviria Zapata. Ademas aseguró a Óscar Suárez Mira.


María del Rosario Arrázola | Elespectador.com

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...