27 de septiembre del 2018 - kienyke
Contrario a lo que se puede pensar,
los datos oficiales sobre líderes sociales asesinados no necesariamente
corresponden a la realidad y podría haber mucha mayor victimización en las
regiones golpeadas por este flagelo, según el más reciente informe del Centro
de Estudios de Justicia, Derecho y Sociedad (Dejusticia) en colaboración con el
Human Rights Data Analysis Resource Center (Hrdac).
Según la ONG colombiana, la
diferencia en las cifras que se manejan según distintas organizaciones e
instituciones hace necesario que aplique un modelo estadístico “para entender
cuántos podrían ser los homicidios totales y aclarar cuántos de estos líderes
asesinados se estarían quedando por fuera de los conteos”.
“La diferencia entre las cifras ha
hecho que en el debate público se considere que la información es poco
confiable. De hecho, se ha utilizado la falta de unanimidad entre los
datos de cada uno de diversos actores para debilitar el diagnóstico de la
problemática”, advierte.
“Más allá de la diferencia en los
datos, es claro que existen múltiples dificultades para llevar un registro
completo de los homicidios. Por ejemplo, algunos pudieron ejecutarse en lugares
aislados; es posible que los medios de comunicación no reporten siempre los
seguimientos de las entidades gubernamentales o de la sociedad civil, o algunos
casos pueden verse como una desaparición forzada, y no como un homicidio”,
agrega Dejusticia.
Los resultados de la investigación
son dicientes. Las dos organizaciones encontraron que “existe un subconteo en
los asesinatos a líderes sociales en el país, incluso por parte de las
organizaciones que más realizaron reportes” y en los máximos registrados
durante los últimos dos años se puede evidenciar tal asimetría.
“En el 2016, seis organizaciones
documentaron el asesinato de 160 líderes sociales, mientras que nuestros
resultados muestran que en el mismo año fueron asesinados aproximadamente
166 líderes sociales. Por su parte, en 2017 fueron documentados 172
asesinatos de líderes sociales, mientras que nuestros resultados muestran que
esta cifra fue de aproximadamente 185”, advierte Dejusticia.
Asimismo, la ONG calcula que 20
asesinatos pudieron quedarse por fuera de los registros en 2016 mientras que 48
pudieron haberse ignorado en 2017. Esto implica que mientras que los homicidios
de líderes sociales aumentan a tasas de más del 10%, tal como alerta
Dejusticia, a pesar de que su estudio llevó mayor exactitud a las cifras, se
mantiene un subconteo.
“El documento demuestra que la
violencia contra líderes sociales es mayor a la que reportan las organizaciones
y además, la violencia letal sí aumentó entre 2016 y 2017, probablemente en 10%
o más, por lo que resulta urgente que se tomen medidas eficaces para dar
fin a esta problemática, para lo cual, a su vez, es necesario escuchar
los pedidos de las organizaciones de líderes sociales”, concluye.
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