Opinión libre
Por: Diego Roldan Jaramillo
La oleada de este invierno no tiene tregua con nuestro país. Claro está que también la ingeniería colombiana de la cual sacan pecho alguno, dejan mucho que desear frente a la infraestructura vial que hoy tenemos, todo un fiasco latente de nunca acabar. Ni que decir de las corporaciones autónomas que lo único que saben hacer es joder, pero casi nunca se les ven resultados con el impacto ambiental que causa la minería ilegal e irresponsable del homo sapiens, súmele a eso, la contaminación de ríos y la tala indiscriminada de bosques, que tanto daño le hacen a nuestra naturaleza, poniéndola en un estado terminal, por la mano destructiva del hombre. Los colombianos lloran sus desgracias, pero casi nunca hacen nada por proteger el ambiente. ¿Será que llegaran los gomelos de las páginas sociales a invitar a una marchita contra la naturaleza?.....
Tal vez estos fenómenos naturales le cobran al ser humano su desidia frente a la destrucción del mal llamado medio ambiente; colchones viejos, piedras, palos, basura, son los regalos que reciben nuestros ríos y quebradas de parte de los que habitan estos sitios que debieran ser protegidos por las mismas comunidades y las administraciones municipales. Otro gran problema es que la comunidad le falta educación para vivir en armonía con nuestro ambiente natural. Solo se ven damnificados del invierno llorando y gimiendo en este valle de lagrimas, por las pérdidas humanas y materiales, pero tampoco se hace nada para solucionar estas crisis, que tienen medio país inundado por la ola invernal. Qué decir de los funcionarios públicos ineptos que tiene este hermoso país que solo saben hablar, hablar y hablar. El dinero brota a montones, pero el papeleo del gobierno central es más grande que las inundaciones del país del sagrado corazón de Jesús. Hoy se ve que la ingeniería colombiana está de capa caída, se les cae hasta una acera, y para seguir sufriendo, nuestro Presidente Santos se toma fotos con los damnificados, y eso es suficiente para aliviar las penas de los colombianos. Se dice mucho, pero se trabaja poco. En estos días, cuando Juan Manuel Santos se reunió con los mandatarios locales y regionales, y palabras más, palabras menos, les dijo que no se robaran la plata del erario público. Lleva dos años de mandato, y ahora le echa la culpa a los que ni siquiera se han posesionado de la tragedia invernal que por estos días azota sin clemencia el territorio nacional. Sería bueno que fuéramos construyendo un arca similar a la de Noé, para echar en esta, tanto bruto, que contamina y daña la naturaleza, a ver si se dan un paseo ecológico por esta catástrofe, para que vean el daño que el hombre le ha producido a la naturaleza. La naturaleza entre otras cosas, se está defendiendo de los homos sapiens que la tiene acorralada con sus conductas poco amigables con ella.
Bueno espero que el sol salga el año entrante, para que se alivien las penas, y cuando todo vuelva a la normalidad, volvamos a seguir contaminando y destruyendo la naturaleza.
Ñapa1: ¡Arriba la pólvora, arriba los quemados!; ojala nuestra Antioquia grande no se vaya a dejar quitar el primerísimo puesto de quemados en la liga nacional de chambuscados, que vamos muy bien, vamos invictos. ¡Arriba los caratejos!
Ñapa2: La navidad es para estar en familia, para ser solidarios, para estar acompañado de los seres queridos, y no para llenar de billete a los comerciantes. ¡Feliz navidad para todos!......................
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