
Hay un cuento, de la sabiduria Zen el cual me gusta mucho, y me sirvo de el en el diario vivir. Quiero compartirlo con uds, ya que es muy edificante
Le dice el Maestro, a uno de sus discipulos, hijo mio vete al cementerio, y dile toda clase de insultos a los muertos, y despues vuelve a mi para que me cuentes, lo que te respondieron.
Y asi lo hizo el discipulo, fue al cementerio y subiose a una tumba desde donde le vocifero toda clase de insultos a los muertos. Luego volvio a donde su maestro como se le pidio, el Maestro le pregunta hijo mio que te respondieron los muertos. !Nada Maestro! ah si , nada ?, bueno ahora vuelve al cementerio y dile a los muertos toda clase de elogios y alabanzas, y luego vuelve a mi para contarme la respuesta de ello
Volvio el discipulo al cementerio, y desde la misma tumba anterior empezo a vociferar toda clase de halagos y alabanzas a los muertos, y mas tarde emprendio el camino a donde su maestro.
Hijo mio dime ahora que te dijeron los muertos, igual que la vez anterior !Nada! Maestro. Ah si nada?, asi debes hacer tu ante los elogios y ante los insultos… Quien hoy te alaba y ensalza, manana, te insulta y te critica , y quien hoy te insulta y critica manana te alaba y te ensalza; Y tu como los muertos sin reaccion alguna . Ante el elogio , los halagos y los insultos y la critica vamos a permanecer sin reaccionar como los muertos .
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