¿Por qué hay tanta delincuencia y por qué parece incontenible?

OPINION LIBRE102
POR: DIEGO ROLDÁN JARAMILLO

“En materia de seguridad no se ve propuestas que aborden de manera integral el tema de las pandillas, armas de fuego y la criminalidad reinante en Colombia, y en términos generales, no se conoce de las promesas que hicieron los que gobiernan hoy que busquen mejorar la economía de las mayorías y aperturen fuentes de empleo”.

La principal causa de la delincuencia que azota el país es la impunidad, la repugnante puesta en libertad de los delincuentes de toda clase, que vuelven a sus andadas tan pronto son sobreseídos por los tribunales, ya que la justicia tiene que liberarlos por que el ciudadano no denuncia, se queda callado y después en los corrillos dicen vean esos H.P, jueces no hacen nada. La ley de la selva es esa precisamente: cuando se mata, se asalta y se extorsiona sin temor a sufrir castigo alguno; porque el miedo, el silencio y el delincuente nos están ganando la batalla.

Combatir la delincuencia requiere, como bien lo señala la fuerza pública, una diversidad de disposiciones y programas, pero todas estas se derrumban cuando son más las fuerzas, los grupos y las medidas en favor de los criminales, que aquellas que los combaten. Si bien debemos educar mejor a la población, moralizar a la juventud y fomentar el desarrollo, lo urgente y prioritario es perseguir al criminal y castigarlo, lo que además establece fuertes ejemplos y precedentes.

No cuesta entender por qué hay tanta delincuencia. Cuando caen criminales y asesinos, lo usual es que corran a socorrerles toda suerte de individuos y grupos, en una orquestada estrategia contra la sociedad Colombiana. Parte de esa estrategia es el asesinato de testigos, la aplicación de la ley del silencio en las barriadas, la infame figura de la “conciliación” entre víctimas y victimarios, los lloriqueos sobre los “derechos humanos”, la campaña contra las cárceles de máxima seguridad, los esfuerzos para liberar antes de tiempo a convictos peligrosos. Encima de ello se pretende desarmar a los honrados para que el país quede a merced de las bandas delincuenciales.

Mucha gente escapa por terror

La criminalidad imperante, que tiene todas las señales de ser parte de una estrategia para desarticular el pueblo, no tenemos todo el progreso que anhelamos, ni hay una vigorosa creación de empleo, debido precisamente a la inseguridad física y que la administración municipal no ha tomado las decisiones correctas y no ha habido aciertos en materia de seguridad para controlar la delincuencia.

Además de asaltar el comercio, es ya pan de cada día en muchos municipios del pais, sin el que haya empleo en abundancia y buen empleo no es resultado de “promesas” o de gestiones de un gobierno, sino de un clima de seguridad y garantía, que proteja al comerciante. Y en esto está en primera línea, como con tanta insistencia recalca nuestro principal objetivo, proteger el comercio, el respeto a la propiedad privada y la seguridad jurídica. Y, agregamos, que en un país haya más compasión y esfuerzo en favor de las víctimas que en beneficio de los criminales.