miércoles, 30 de junio de 2010

EL VALOR DE LA VERDAD



Una vida se construye basada en la verdad, sí, en la verdad de cada ser humano.

Una verdad que parte desde su nacimiento, crianza y formación, la misma que se va desarrollando en su inclusión en la sociedad. La verdad es sinceridad y honestidad, la verdad demuestra la buena fe de la persona y en ella se construyen sus actos. Si una persona actúa siempre de cara a la verdad se convierte en fiel a su palabra, pensamiento y obra, la verdad da libertad en la conciencia y brinda confiabilidad.

Existen muchos tratados y teorías sobre la verdad, los filósofos han hablado a lo largo de la historia y gran parte de la humanidad se ha construido sobre la verdad.

Hay gente que dice que la verdad no es absoluta sino relativa, que depende con la óptica que cada cual la vea, según sus creencias y manera de pensar, pero esto no es tan cierto porque la verdad no es una apreciación sino una acción, pues los humanos actuamos sobre hechos y estos pueden ser ciertos o falsos y ahí no caben relativismos. Puede que una persona se equivoque y actúe errada bajo una premisa falsa que las circunstancias lo orienten, pero siempre hay una verdad de fondo y esta no cambia. Es el caso de alguien que se empecina en juzgar a otro por alguna razón o hecho que imagina o le han dicho y sobre juzga y condena, mientras la verdad del caso es diferente. También cuando una persona quiere acomodar su pensamiento o sus hechos a una falsa realidad y la emite como verdadera, pues en ninguno de estos dos casos se está actuando con la verdad porque no son reales.

Mi padre solía decir esta frase “yo prefiero mortificar con la verdad que halagar con la mentira” y cuán cierto es esto, que los hombres honestos que no mienten muchas veces tienen que pasar tragos amargos por decir la verdad. No se puede confundir la verdad con la imprudencia, pues también es cierto que muchas veces debemos saber callar y evitar expresar comentarios o afirmaciones que pueden causar problemas aun siendo verdades, esto es más bien omitir acotaciones o afirmaciones, salvo que su revelación sea imperiosa.

Por eso la verdad es un enorme valor que ayuda a la sociedad a crecer, a ser más confiable y proporcionar libertad, porque en la otra cara no hay nada mas frágil e inconsistente que la mentira, nada que origine más problemas y conflictos, pues un alma mentirosa es una lacra para el espíritu, mientras un espíritu de verdad crece individualmente y aporta al crecimiento de la humanidad. (Autor: DIEGO ARANGO)*

"El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió". - Madre Teresa de Calcuta.

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