Congreso aprobó proyecto que impide
conciliación en casos de agresión e inasistencia alimentaria.
La alta consejera para la equidad de la mujer, Cristina Plazas, aseguró que
la violencia intrafamiliar siempre se ha considerado como un asunto
privado, "de puertas para adentro", cuando en realidad es el "el peor
enemigo que tiene nuestro país y es de asunto público".
En diálogo con 'W Radio', Plazas resaltó la importancia de que la
Cámara de Representantes le diera luz verde en último debate al
proyecto que le quita la condición de querellables a la violencia
intrafamiliar y a la inasistencia alimentaria. Es decir, ya no van a ser
conciliables.
Cristina Plazas explicó que una de las mayores razones por las que las
mujeres no denuncian a sus parejas cuando son agredidas, es por la 'violencia
económica'. "No te doy dinero si denuncias", suelen decir los agresores,
según explicó Plazas.
Para ello, el Gobierno viene trabajando con empresas para que
vinculen a mujeres y acabar así con la amenaza económica. También
existen medidas de atención como transporte, alojamiento y alimentos para las
mujeres que estén en riesgo de este tipo de atropellos, señaló Plazas.
La funcionaria invitó a que los casos de violencia intrafamiliar e
inasistencia alimentaria por parte de los padres sean denunciados por la
ciudadanía, y que no se sigan consideran estos como delitos
menores.
Las denuncias se reciben en la Fiscalía, comisarías de familia o jueces
municipales.
Padres que no den cuota alimentaria irán a la cárcel
Según lo aprobado, las mujeres ya no
podrán retirar las demandas por alimentos que interpongan contra los padres de
sus hijos, y si los progenitores son hallados culpables de inasistencia
alimentaria, pagarían entre uno y cuatro años de prisión, la misma pena que se
aplicaría para los casos de violencia intrafamiliar.
La iniciativa,
impulsada por la bancada de mujeres en el Congreso, reforma el Código de
Procedimiento Penal y obliga a las autoridades a investigar, de oficio,
los casos que se conozcan de estas dos conductas.
Gloria Stella
Díaz, representante del Mira, explicó que cualquier persona puede denunciar
estas conductas y que las dos dejarán de ser excarcelables.
"Si una persona denuncia, cualquiera que sea, un familiar, un vecino
o un compañero de trabajo, le corresponde a la autoridad judicial iniciar la
investigación y deberán hacerse los exámenes y las pruebas para
comprobar si, por ejemplo, hubo acceso carnal violento o abuso sexual, y se
llegará al final del proceso", anotó.
Si la víctima es quien presenta el recurso, este no será conciliable
ni podrá ser retirado y al agresor o agresora el juez podrá darle hasta cuatro
años de prisión.
Díaz destacó que, una vez sancionado este proyecto, la
víctima no podrá, "por más palabras dulces que el agresor le diga luego
de que la maltrata física, psicológica o sexualmente", desistir de la
demanda.
Victoria Vargas, representante liberal, recordó que el 75 por
ciento de las agresiones intrafamiliares son contra mujeres. "Hemos podido ver
en los últimos meses cómo muchas mujeres, niños y adolescentes han sido víctimas
de la violencia intrafamiliar, y lo que se quiere con este proyecto es que estos
delitos, que en su momento habían sido no querellables, vuelvan a serlo para que
no haya posibilidad de desistir", explicó.
En el trámite se agregó una
proposición del representante Germán Navas, según la cual la decisión del juez
de ejecución de penas "deberá ser precedida de un concepto técnico de un equipo
interdisciplinario de Medicina
Legal". Por este cambio, la iniciativa irá a conciliación con el Senado.
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