En el mundo existen 2 tipos de personas: Las que son felices o están muy cerca de lograrlo y las resentidas o dicho en otras palabras las que buscan perpetuamente encontrarse cara a cara con la felicidad en algun momento de sus vidas y es sobre este tipo de personas que hoy quiero escribir.
A las personas resentidas nada les llena, siempre insatisfechas, siempre están hambrientas de algo más, siempre culpando a los demás por la posición que ellos tienen en la vida o en la sociedad. También se quejan de todo, hasta de que el sol les quema ó la lluvia les moja, se lamentan de todo lo que es posible lamentarse, son unos maestros de las quejas y las lamentaciones.
Por lo tanto con su pobre actitud hacia la vida, siempre están resentidas contra todo el mundo y para esas personas todo, literalmente todo, !apesta!.
Esto hace que critiquen cualquier cosa y a cualquier persona, pues con su eterna insatisfacción, hasta los más suculentos manjares les saben a nada, estas personas son diferentes de las que son felices por una simple y sencilla razón.
Se olvidaron de agradecer y ser agradecidos, para ellos su vida está en piloto automático, no se detienen a observar como sucede el milagro de abrir los ojos, despertarse y levantarse de la cama, no tienen tiempo para eso, su tiempo lo consume ese fuego de insatisfacción que les quema las entrañas.
No agradecen el estar vivos, el tener una casa, un trabajo, comida o ropa para vestir, no agradecen que pueden ver, que pueden caminar o que pueden llorar, hace mucho se olvidaron de que el agradecimiento es importante y necesario para apagar el fuego de la insatisfacción.
El mundo está lleno de estas personas y lo peor es que su actitud se contagia fácilmente y cada día este mundo estrena más gente insatisfecha, consigo misma, con el ambiente que le rodea y hasta con el universo entero.
Personalmente conozco algunas personas que encajan con esta descripción y cada vez que me las encuentro les regalo una sonrisa y mentalmente les agradezco que existen, pues me recuerdan que debo darle importancia al acto de agradecer, porque siendo agradecido puedo valorar todo lo que tengo y todo lo que soy.
Cultivar el agradecimiento, gradualmente te lleva hacia el estado mental de la felicidad y plenitud, pero porque agradecer?, a quién agradecerle?, cuanto debo agradecer?, con que frecuencia puedo hacer uso de la gratitud?.
Para contestar estas cuestiones, me permito sugerirte lo siguiente:
Gracias a Ti.
Antes que nada, dale gracias, miles de gracias, millones de gracias al Ser que tú eres. Ya seas mujer, hombre, niña, niño, anciana, anciano, Alguna vez pasó por tu cabeza el darte las gracias?, de reconocer que existes?, Te agradeciste cuando te enamoraste por primera vez?, agradeciste que puedes ver reflejada tu imagen en los ojos de tu ser querido?. Estimada lectora, estimado lector, en tu vida has pasado por muchas situaciones que debes agradecer el haberlas vivido.
Gracias a dios
Dale gracias a dios, a tu propio dios, nómbralo como lo nombres. Es tu Dios, tu propia idea y representación de Dios. (no quisiera herir suceptibilidades de algunas personas que disientan conmigo el haber colocado a dios en segundo lugar, o haber escrito la palabra dios en minúscula – Recuerden que nada es por azar, todo tiene un motivo) pero que pasará con las personas que hayan llegado a la conclusión de que dios no existe, ya sea por sesudas reflexiones ó por dejarse inculcar las ideas ajenas al no tener bien definido su propio criterio? – Estas personas pueden repetir el paso uno, volver a agradecerse a ellas mismas las veces que lo deseen, mientras más lo hagan, más cerca estarán de un gran descubrimiento. (que no se los adelantaré aquí).
Gracias a los demás
Continuando con el paso Tres, ahora te toca agradecer a todas las personas que hayan hecho posible tu estancia en esta tierra, eso incluye desde tus padres, los que te cuidaron de bebé, tus maestros de todas las escuelas en que hayas estado, tu pareja, tus hijos, tus amigos, los que construyeron la casa en donde vives, el auto que conduces, los que te prestan un servicio, en fin a todas esas personas que hacen posible tu estancia en esta tierra.
Eso significa que el ejercicio de practicar la gratitud, debe tener una prioridad muy alta en tu vida, debo decirte que si eres consciente de esto, tendrás mucho que agradecer desde hoy hasta el día en que te marches de aquí.
Quizás pienses lo aburrido que resultaría ser andar agradeciendo todo y a todos, pero recuerda que no lo haces por ti, sino por la gente resentida que abunda en nuestras calles, hogares y escuelas, para que cada dia sean menos y como efecto a tu causa llegarás a tener la felicidad soñada.
Practicando el arte de la gratitud y dándole la importancia real en tu vida, conseguirás lo que todo mundo anhela encontrar buscando afuera: La felicidad en plenitud para ti y los tuyos.
Jesus Rodriguez Gomez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario