Hay un mundo, más allá del Arco Iris, que se oculta a los ojos de los profanos. Escondido de toda maldad, sobrevive por los siglos de los siglos, protegido por la poderosa luz que lo envuelve. Es el mundo de los deseos, donde todo se hace realidad, donde cumplir los deseos es una forma de vida.
Quizás, los que callan, lo que ya no participan, forman parte invisiblemente de una estadística, de un número que muestra el cansancio de muchos en participar. Pero la vida es acción y solo tendremos alguna posibilidad de cambiar algo, si participamos de alguna manera, si nos sobreponemos a ese desgaste lógico al cual nos exponemos porque vemos que nuestro esfuerzo es en vano, al participar mínimamente en lugares que nos pueden permitir que algo bueno nos pueda deparar la realidad. Está visto que el sistema de estamentos sociales está contaminado de traiciones y deslealtades, de burocratización, de hipocresías, de espejismos y de ansias de poder que están por encima de los problemas y los verdaderos deseos de la población entera.
Pero el silenciarnos, el callarnos ,el no hacer nada, no nos conduce a ninguna parte y solo, aunque al principio no lo sintamos o lo veamos, nos conducirá a sentirnos a la larga, más frustrados por tener que convivir con una realidad, que aparenta ser ,inexpugnable, algo que no debería ser así.
En mi humildísima opinión, creo desde que el hombre es hombre, siempre está tratando de salvarse a sí mismo y esa es, para mí la principal razón de sus actos y a consecuencia de esto es que el mundo es como es.
También veo con tristeza como, el ciudadano común y corriente, a perdido la fe en el sistema, en los valores y sobre todo en la familia y se deshace en elogios hacia su "superior inmediato" por el solo hecho de mantenerse en algún lugar de la ola, siempre que este no sea bajo el torbellino que arrastra, transformándose en un arrastrado mas, termina dando limosnas en la calle como forma de lavar culpas y beber en logias sociales, para tratar de pertenecer a una elite de vacios solitarios ( aún con una familia constituida).
"Mientras haya reflexión hay esperanza”.
Ñapa: Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta
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