viernes, 12 de agosto de 2011

El guerrero de la luz y sus adversarios


Comenta un sabio chino sobre las estrategias del guerrero de la luz: "Haz creer a tu enemigo que no conseguirá grandes recompensas si decide atacarte; así disminuirás su entusiasmo". "No te avergüences de retirarte provisionalmente del combate si percibes que tu enemigo es más fuerte; lo importante no es la batalla aislada, sino el final de la guerra". Reconociendo la fuerza del otro El guerrero de la luz sabe reconocer cuando un enemigo es más fuerte que él. Si resuelve enfrentarlo, pronto será destruido. Si acepta sus provocaciones, caerá en la celada que le ha sido preparada. Entonces, él usa la diplomacia para superar la difícil situación en la que se encuentra. Cuando el enemigo actúa como un niño inconsciente, él hace lo mismo; cuando lo llama para el combate, él se hace el desentendido. Los amigos comentan: "Es un cobarde". Pero el guerrero no hace caso del comentario; sabe que toda la rabia y coraje de un pájaro son inútiles delante de un gato. En situaciones como esta, el guerrero se arma de paciencia: pronto el enemigo se alejará para ir a provocar a otros. Adaptándose a las circunstancias El guerrero de la luz a veces actúa como el agua, y fluye por entre los muchos obstáculos que encuentra. En ciertos momentos, resistir significa ser destruido, por lo que él se adapta a las circunstancias. Acepta, sin protestar, que las piedras del camino tracen su rumbo a través de las montañas, En esto reside la fuerza del agua: jamás puede ser quebrada por un martillo, o herida por un cuchillo. La más poderosa espada del mundo es incapaz de dejar una cicatriz en su superficie. El agua de un río se adapta al camino que le es posible, sin olvidar su objetivo: el mar. Frágil en su naciente, lentamente va adquiriendo la fuerza de los otros ríos que encuentra. Y, a partir de determinado momento, su poder es total. Distrayendo al adversario Un guerrero de la luz jamás hace trampas, pero sabe distraer a su adversario. Por más ansioso que esté, juega con los recursos de la estrategia para alcanzar su objetivo. Cuando percibe que está llegando al fin de sus fuerzas, hace que el enemigo piense que no tiene prisa. Cuando tiene que atacar por la derecha, mueve a sus tropas hacia la izquierda. Si tiene la intención de iniciar la lucha inmediatamente, finge tener sueño y prepararse para dormir. Los amigos comentan: "¡Hay que ver cómo ha perdido su entusiasmo!" Pero él no da importancia a los comentarios, porque los amigos no conocen sus tácticas de combate. Un guerrero de la luz sabe lo que quiere. Y no necesita estar explicándolo. © Traducción del portugués: Diego Chozas Ruiz-Belloso www.paulocoelhoblog.com

Publicación eltiempo.com
Sección Editorial - opinión

Fecha de publicación 14 de febrero de 2011
Autor
Paulo Coelho

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