viernes, 31 de agosto de 2012

La envidia, un cáncer social

Erase un repugnante y mofletudo sapo que croaba a la orilla de una pestilente laguna mientras una humilde luciérnaga alegraba, con su lucecita intermitente, el calor de una sofocante noche de verano.

La luciérnaga se acercó, todo ilusionada, hasta la laguna donde el sapo trataba de cazar algún insecto. Con su mensaje de luz quería alegrar la vida del pobre sapo. El sapo la miró con desconfianza y al verla parpadear en la oscuridad de la noche le escupió lanzándole su repugnante saliva venenosa.

La pobre luciérnaga se sintió mareada, sin llegar a comprender lo que estaba pasando, mientras trataba de reaccionar y, todo desconcertada, preguntó:

- “Hermano sapo ¿por qué me escupes...?

Y el sapo, con un tono lleno de resentimiento, contestó:

-“Porque brillas…”

Eso es la envidia: sentirse uno mismo amargado y deprimido al ver los éxitos y las cualidades de quienes nos rodean. El envidioso se siente mal porque el otro se siente bien; se ve humillado porque el otro triunfa; se deprime profundamente porque el otro tiene éxito, ya sea en el campo intelectual, en el político, en el económico o en el religioso o en el afectivo.

La envidia es, entre nuestras pasiones, la más negativa y la más ilógica. El envidioso se torna en enemigo de sí mismo. Él es la causa de su propia amargura y de su propia depresión. Los antiguos pintores representaban a la envidia como una bruja consumida en carnes y con mirada turbia hacia quienes triunfan. La envidia es un verdadero cáncer moral que mata toda amistad y todo auténtico amor. El envidioso, en vez de sentirse contento por lo éxitos ajenos, reacciona interiormente con sentimientos de decepción y de frustración. Los éxitos de los otros se constituyen en su mayor tormento interior. La envidia ha sido definida como la tristeza y el pesar ante el bien o el triunfo ajeno. Ella es la causa más común de los humanos resentimientos. El envidioso no busca tanto su propio éxito. Lo que más le duele es el éxito de quien está a su lado y lo juzga como si fuera su adversario. Lo ve, no tanto como hermano o compañero, sino como enemigo que le arrebata su propio triunfo. Prefiere el fracaso de sí mismo más que el éxito ajeno.

La envidia es un sentimiento que no produce nada positivo en las personas, sino profunda y dolorosa amargura. La envidia puede llevarnos hasta desear la muerte de un ser humano. La envidia provoca muchos males en nuestra sociedad ya que, no pocas veces, se llega a desear la derrota más que el triunfo de nuestros compatriotas. En muchos casos la envidia ha sido la responsable de grandes males para las personas y para los pueblos.

 

jueves, 30 de agosto de 2012

Lo local

Los municipios están atravesando una interesante coyuntura político-administrativa, que debe ser entendida no como una amenaza, sino como una oportunidad para convertir este singular momento histórico, en el inicio de una urgente y necesaria renovada etapa de auge institucional, ciudadana, de prosperidad, desarrollo económico, proyección regional y esperanza de mejor estar. Cada cuatro años escuchamos reverdecidas promesas de cambio y relevo administrativo, pero tristemente se quedan en el discurso de buena intención. Hoy por hoy, con antecedentes puntuales y referencias cercanas que no es posible, ni conveniente dejar de analizar; es más que necesario, -obligatorio-, adoptar una posición diferente, seria, comprometida y de solida madurez personal y política al momento de asumir la responsabilidad de gerenciar el municipio de todos aquellos ciudadanos que anhelan un verdadero cambio. Los ciudadanos tenemos claro cuál es el municipio que queremos. Un municipio en donde existan oportunidades para que los niños puedan ingresar al sistema educativo, donde se tenga la posibilidad de acceder a un sistema de seguridad social confiable, eficiente y de gran cobertura. Todos queremos un municipio con eficiencia en la destinación del gasto, un municipio económicamente sostenible, sin corrupción, con prevalecía de los intereses de los más vulnerables. Soñamos con un municipio seguro, en donde las normas se respeten, tanto por gobernantes como por gobernados. Un municipio en donde se cuide el medio ambiente, en donde los niños y jóvenes puedan practicar muchos deportes y jugar en parques. Soñamos con un municipio donde la cultura hable en las calles y plazas. Por supuesto todos queremos un municipio en paz, que les devuelva la tranquilidad a los padres de que sus hijos van a tener un futuro mejor y que restituya en los niños y jóvenes la esperanza de vivir y superarse. Todos los ciudadanos de bien debemos demostrar que trabajando en conjunto y organizados podemos responder con resultados altamente favorables para el desarrollo, la convivencia y la prosperidad. Todos somos capaces de incidir con nuestras opiniones, ideas y trabajo en el futuro de nuestro municipio. LLEGÓ LA HORA de dejar de hablar de los problemas del municipio y dedicar valerosamente nuestros esfuerzos, a la tarea de solucionarlos, eso es lo que esperan los ciudadanos de sus gobernantes.

miércoles, 29 de agosto de 2012

SIN CRITERIO PROPIO

Cada día son más las personas que se venden al mejor postor y no al mejor pastor. Nada les importa. Entran al trapo igual que un toro en una noche de luna clara. Las palabras dichas no tienen valor alguno. Hoy digo una cosa, mañana otra. Da igual pasar del blanco al negro o cegar de un ojo si el vecino ciega de los dos. La lógica racional no cotiza. Ni el sentido común. Y menos el criterio propio. De estas mezquinas actitudes, se deriva una verdad: la renuncia a ser. Abandonados a nosotros mismos, como un objeto en rebaja, se les compra con dinero. Hemos perdido el norte en tantas cosas, que apenas valemos unos pesos. Tras el cheque todo se permite. Que te hagan llorar. Que te insulten. El ser humano no puede caer tan bajo –eso me digo-, pero observo que cada día vive más en el pozo del absurdo. Sin criterio propio, con los brazos cruzados, a la espera de unas migajas. Cuando el ser humano ha de tener su propio criterio y huir de la tentación de confiar en los compradores de vidas. La existencia de cada cual es demasiado importante para ser moneda de letra y cambio. El ser humano no puede ser devaluado a la esfera de lo material. No se pueden consumir seres humanos como pitillos de tabaco.
Es necesario vivir y dejar vivir. Potenciar la cultura de la vida. Quererse a uno mismo para querer a los demás. Interiorizarse sin pensar en tanta exterioridad y en aparentar otra cosa, que a lo mejor, ni vale la pena. Consolar antes que asolar. Construir antes que destruir. Decidirse por esta propuesta no es una apuesta fácil. Lo sé. Somos frágiles. Pero es una forma de saciarse gozosa. Aquel que la cultiva repite. Cultivarse debe ser un afán y un desvelo para que la vida de cada hombre, por el hecho de serlo, sea cada vez más humana, la cual no ha de limitarse solamente a la visión biológica, psíquica, o social, también a otra cuestión de suma trascendencia, la de la dignidad plena, que es un pleno derecho. Todavía hemos de dignificar la dignidad.
No resulta fácil entender comportamientos de personas, que dicen apostar por un mundo mejor, y luego sus andanzas son de lo más salvajes. Se manifiestan violentamente. Lo rompen todo. Operan en manadas y como borregos. Aunque sean titulados universitarios. La abundancia de ideas no siempre lleva consigo la claridad y exactitud del pensamiento, el proceder con sano juicio. Existe en la atmósfera diaria demasiada mentira.
Ya lo decía mi profesor de filosofía, la verdad en el entendimiento es conocer las cosas tal como son. La verdad en la voluntad es quererla como es debido, conforme a las reglas de la sana moral. La verdad en la conducta es obrar por impulso de esta buena voluntad. Por eso cuesta tanto entenderse. Consensuar posturas. Dialogar con aquel que no tiene nuestras mismas ideas. Nos falta la sensatez. El pensar bien consiste: o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella. ¿De qué sirve discurrir con sutileza, o con profundidad aparente, si el pensamiento no está conforme con la realidad? ¿O si nos dejamos mover como marionetas? El buen pensador, el que tiene criterio propio, procura analizarlo todo. No se deja mangonear porque sí. Y al final del tiempo, el juez más justo, apunta hacia esa persona que siempre ha actuado con criterio propio, dejando una estela de seguidores plenamente satisfechos. La coherencia llama al orden, con entero asentimiento: “sí, es verdad, tenía razón”.
 
Víctor Corcoba E-Mail: corcoba@telefonica.net

martes, 28 de agosto de 2012

La Salud en Colombia

Opinión Libre

Analizando el problema de la salud en Colombia, se pueden llegar a varias conclusiones, en primer lugar: el sistema actual del cobro por parte de los hospitales a los grandes pulpos es muy deficiente, es mas, se pagan por debajo de la mesa comisiones para que el dinero que se les adeuda pueda ser pagado a los hospitales de primer nivel, segundo nivel, y tercer nivel dejando a estos en un gran problema financiero, y que también con algunas maniobras raras arreglan estas a punta de Contador y papel. Segundo la atención: no es un gran secreto ya que la mayoría de los empleados que se contratan en estos centros hospitalarios son ineptos e incapaces, razón lógica de gobiernos de turno por agradar al gobernante de turno. En las ciudades para prestar un servicio de especialista cogen al paciente como violín prestado de aquí para allá, de allá para acá, y cuando llega la orden para operar ya el paciente duerme el sueño boca arriba. Este sistema no es que sea malo del todo, es que quienes están en el sistema son muy malos y eso hace que el servicio sea remalo. Comparen ustedes una clínica privada con una publica y se darán cuenta la diferencia entre la una y la otra, incluso esa diferencia se siente hasta en la atención. Como puede funcionar bien un ente de estos, si ni siquiera a los funcionarios se les paga cumplidamente su salario que entre otras cosas les pagan en muchos hospitales de estos 4 veces al año. Claro el genio revienta y chupen los usuarios por este mal servicio, que entre otras cosas esta mandado a recoger en Colombia. Tercero: Tampoco existe una bitácora para ejecutar, un proyecto que jalone, que planee a corto, mediano, y largo plazo y resuelva los problemas urgentes, pero tampoco eso existe, y si no existe o no se ejecuta pare de contar que será letra muerta la gestión. Las administraciones pasadas han dejado contentos algunos con sus prebendas, pero han dejado a otros: los usuarios del servicio colgados de la brocha, y la deuda es como los globos cada día se infla más. La única forma de acabar con un mal servicio es analizar con cabeza fría que pasa con estos entes de salud que entraron en coma hace mucho tiempo. Cuarto: definitivamente son mas importantes los empleados que los que necesitan la salud que son la mayoría de los usuarios. Este pésimo servicio de salud colombiano, entre otras cosas solo sirve para que los especialistas, los esquiroles, los ejecutivos se llenen sus bolsillos de dinero de cuenta del sistema y de los marranos. Mientras los usuarios caen muertos, o de rodillas pidiendo una miserable cita para su hijo, su hermano, su madre, su padre, y nadie hace nada por detener esta masacre que esta matando al pueblo colombiano. Con razón dicen los usuarios cuando piden una cita para si o para un ser querido “Señor voy hacia ti”, este sistema infame nos mato.

lunes, 27 de agosto de 2012

PRIMERO LA VERDAD LUEGO LA EXTRADICION

Luis Pérez Gutiérrez
El presidente Santos, con un criterio sabio, tomó la decisión de no extraditar de inmediato a un ilegal denominado el Canoso porque, a juicio del Presidente, hay casos en los que hay que privilegiar la verdad sobre la extradición. Y hay que aplaudir esa nueva estrategia porque en la extradición indiscriminada se puede ir o embolatar la verdad, imprescindible para resolver nuestras crisis.
El gran dilema cuando se detiene un ilegal es Extradición inmediata; o primero la verdad y luego la extradición. La extradición es una medida esencial, lo sabio es definir el momento preciso. Extradición inmediata en ciertos casos puede colocar un velo a la verdad de la patria, perpetuar nuestra crisis y perturbar la reparación de victimas.
La meta de la justicia es la verdad. Una Nación no prospera si no conoce su propia realidad. Se necesita certidumbre sobre lo bueno y lo malo. La historia no es solo compendio de lo bueno, las tragedias son tan vitales como los hechos que honran.
Para que haya soluciones eficaces se necesita partir de hipótesis sólidas y no de especulaciones. Si en el tema de orden público no se conoce la verdad, si se parte de hipótesis equivocas, se llega siempre a soluciones fatales o inútiles. Las redes criminales en los tiempos modernos son sofisticadas, se fundamentan en complejos hilos y tecnologías globales, y tienen la capacidad de reproducirse con mayor fiereza cuando son golpeadas; y sin información cierta y completa es imposible destruirlas.
En Antioquia desde hace 4 años, las Autoridades aseguraban a la ciudadanía que todos los males de violencia de Medellin eran culpa de los denominados Sebastián y Valenciano y los convirtieron en mitos de la guerra urbana. Si los capturaban, aseguraban, llegaría la paz a la ciudad. Hoy ambos están detenidos y extraditados y la Seguridad urbana de Medellin y Antioquia empeoran. No se siente ninguna mejoría aún estando excluidos de la guerra urbana esos dos mandones de la ilegalidad. Hubiese sido conveniente que antes de extraditarlos, la justicia y los organismos de seguridad hubiesen buscado la verdad sobre los hilos de las redes delincuenciales urbanas que ayudaran a expedir políticas de seguridad pública eficaces.
Hoy tenemos más graves problemas de seguridad que cuando estaban recorriendo la ciudad Valenciano y Sebastián. Lo que indica es que La Ciudad No tiene gerencia pública contra la inseguridad urbana. Ahora a quien inculparán para encubrir la incapacidad de darle paz a la ciudad?
Primero la verdad y luego la extradición abre caminos de paz.

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...