La firma le prestó $86.597 millones, sin garantía real, al italiano Alessandro Corridori. Filial que maneja US$50 millones en TECS va hacia la bancarrota.
Por GERMÁN JIMÉNEZ MORALES | Publicado el 5 de enero de 2013 / Periodico el Colombiano de Medellin - Colombia
La otrora poderosa Interbolsa S.A. termina sus días sin ingresos, acosada por las pérdidas netas, con la perspectiva de ver en bancarrota a una filial que maneja US$50 millones en Títulos Estructurados (TECS), sin líder, sin Junta Directiva, con accionistas apáticos por su suerte, con millonarios préstamos sin garantía real y hasta con una deuda de 653.540 pesos con su expresidente y fundador, Rodrigo Jaramillo Correa.
La historia oficial está resumida en el auto 430-000043 de enero de 2013, mediante el cual la Superintendencia de Sociedades reconoce que no hay salvación para Interbolsa S.A. y por ello decreta su liquidación judicial. En palabras sencillas, eso significa la expedición del acta de defunción de un grupo empresarial cuyos ingresos dependían en un 83 por ciento de su comisionista de bolsa, hoy también en proceso de liquidación.
El 16 de noviembre de 2012 la Supersociedades inició un proceso de reorganización empresarial de Interbolsa S.A., para el cual contrató como promotor a Juan José Rodríguez Espitia, a quien le fueron fijados unos honorarios de 228 millones de pesos. Su tarea era tratar de salvar la empresa que generaba 700 puestos de trabajo, pero la misma culminó ayer, sin éxito.
El Grupo Interbolsa se fue desmoronando como un castillo de naipes. La comisionista de bolsa liquidó sus inversiones y terminó borrando las ganancias que había acumulado al mes de septiembre de 2012. Se secó, de esta manera, la fuente que soportaba el 65 por ciento de los gastos de Interbolsa S.A.
Las filiales también dejaron de inyectarle dinero a la holding o casa matriz. La Sociedad Administradora de Inversión (SAI), por ejemplo, tenía 10 carteras colectivas, de las cuales cedió cinco sin recibir nada a cambio, mientras que las otras cinco se liquidarán en dos años.
Se vendió a Interbolsa Panamá, Acercasa S.A. y la aseguradora, pero el dinero resultante está embargado para pagar deudas, cuyo monto no ha sido determinado, entre otras, porque el agente promotor no pudo hacer el proyecto de calificación y graduación de créditos y derechos.
El obstáculo fue la contabilidad de Interbolsa S.A., que no fue remitida en forma clara y precisa. El propio revisor fiscal de la holding expresó su imposibilidad de emitir un concepto sobre la situación financiera al 31 de octubre de 2012, "por no contar con elementos o información suficiente", argumento en el que se amparó la representante legal (e) de Interbolsa S.A. -Ruth Estela Upegui - para aducir que no podía firmar los estados financieros.
A pique también se fueron las comisionistas de bolsa que Interbolsa S.A. tenía en Brasil y Estados Unidos y cuyas grandes pérdidas se tradujeron en una carga financiera adicional.
El próximo colapso, según la misma Supersociedades, podría ser el de una filial del grupo en Luxemburgo, llamada Interbolsa Holdco Company, que hizo una emisión de títulos por 50 millones de dólares, con vencimiento a cuatro años.
Esta última sociedad tiene líos financieros, no puede seguir operando y sus administradores tienen plazo hasta el próximo lunes para declararse voluntariamente en bancarrota, y evitar responsabilidades civiles y penales en ese país. Llegado ese momento, Interbolsa S.A. debe salir a cubrirle a su filial un pasivo de 92.173 millones de pesos.
Otra prueba de la inviabilidad de Interbolsa S.A. es que posterior al inicio de su reorganización dejó de honrar otras obligaciones, por 296,4 millones de pesos, incluyendo una suma tan modesta como 5.000 pesos adeudados a Auros Copias Ltda.
La historia oficial está resumida en el auto 430-000043 de enero de 2013, mediante el cual la Superintendencia de Sociedades reconoce que no hay salvación para Interbolsa S.A. y por ello decreta su liquidación judicial. En palabras sencillas, eso significa la expedición del acta de defunción de un grupo empresarial cuyos ingresos dependían en un 83 por ciento de su comisionista de bolsa, hoy también en proceso de liquidación.
El 16 de noviembre de 2012 la Supersociedades inició un proceso de reorganización empresarial de Interbolsa S.A., para el cual contrató como promotor a Juan José Rodríguez Espitia, a quien le fueron fijados unos honorarios de 228 millones de pesos. Su tarea era tratar de salvar la empresa que generaba 700 puestos de trabajo, pero la misma culminó ayer, sin éxito.
El Grupo Interbolsa se fue desmoronando como un castillo de naipes. La comisionista de bolsa liquidó sus inversiones y terminó borrando las ganancias que había acumulado al mes de septiembre de 2012. Se secó, de esta manera, la fuente que soportaba el 65 por ciento de los gastos de Interbolsa S.A.
Las filiales también dejaron de inyectarle dinero a la holding o casa matriz. La Sociedad Administradora de Inversión (SAI), por ejemplo, tenía 10 carteras colectivas, de las cuales cedió cinco sin recibir nada a cambio, mientras que las otras cinco se liquidarán en dos años.
Se vendió a Interbolsa Panamá, Acercasa S.A. y la aseguradora, pero el dinero resultante está embargado para pagar deudas, cuyo monto no ha sido determinado, entre otras, porque el agente promotor no pudo hacer el proyecto de calificación y graduación de créditos y derechos.
El obstáculo fue la contabilidad de Interbolsa S.A., que no fue remitida en forma clara y precisa. El propio revisor fiscal de la holding expresó su imposibilidad de emitir un concepto sobre la situación financiera al 31 de octubre de 2012, "por no contar con elementos o información suficiente", argumento en el que se amparó la representante legal (e) de Interbolsa S.A. -Ruth Estela Upegui - para aducir que no podía firmar los estados financieros.
A pique también se fueron las comisionistas de bolsa que Interbolsa S.A. tenía en Brasil y Estados Unidos y cuyas grandes pérdidas se tradujeron en una carga financiera adicional.
El próximo colapso, según la misma Supersociedades, podría ser el de una filial del grupo en Luxemburgo, llamada Interbolsa Holdco Company, que hizo una emisión de títulos por 50 millones de dólares, con vencimiento a cuatro años.
Esta última sociedad tiene líos financieros, no puede seguir operando y sus administradores tienen plazo hasta el próximo lunes para declararse voluntariamente en bancarrota, y evitar responsabilidades civiles y penales en ese país. Llegado ese momento, Interbolsa S.A. debe salir a cubrirle a su filial un pasivo de 92.173 millones de pesos.
Otra prueba de la inviabilidad de Interbolsa S.A. es que posterior al inicio de su reorganización dejó de honrar otras obligaciones, por 296,4 millones de pesos, incluyendo una suma tan modesta como 5.000 pesos adeudados a Auros Copias Ltda.
PARA SABER MÁS
EL MUNICIPIO DE MEDELLÍN ES ACREEDOR
De los $296,4 millones de nuevas deudas vencidas de Interbolsa S.A., la mayor, por $70 millones, es con el Municipio de Medellín, seguida de una cuenta de $54,4 millones con Brigard & Urrutia Abogados S.A. y otra por $42 millones con Leasing Colombia Cía de Financiamiento Comercial.Liquidador: La tarea le fue encomendada a Pablo Muñoz Gómez, el mismo liquidador de los Nule.
Directivos: Rodrigo Jaramillo y Ruth Estela Upegui tienen un mes para rendirle cuentas al liquidador y a la Supersociedades. Si reportan inconsistencias, se tomarán acciones legales.
