Por: Cecilia Orozco Tascón / Tomado Diario el
Espectador/ Octubre 03 de 2012
En la campaña de relección de Alejandro Ordóñez se están reeditando,
elevados a la n potencia, los atropellos que enviaron a unos congresistas a la
cárcel por el cohecho masivo cometido cuando logró quedarse en la Presidencia
Álvaro Uribe, y que tienen en etapa de juicio a nueve promotores de su segundo
intento de sostenerse en la Casa de Nariño.
No hemos descubierto aún hasta dónde han llegado Ordóñez y sus amigos,
enceguecido por sus ambiciones el primero, y por sus temores y necesidades los
segundos, pero horroriza lo que se ha filtrado. El procurador tiene el mazo de
la Justicia en su mano. Uribe, aunque se lo propuso hasta el cansancio, no pudo
usarlo a su antojo. El procurador expulsa de la vida pública a quien le
estorba. Uribe solo lo logró con calumnias que después se cayeron. El
procurador tiene garantizados los votos del Senado, comprados con el método con
que Uribe aseguró los suyos. Sin embargo, mientras el expresidente salía y lo
negaba, Ordóñez lo reconoce y no le pasa nada. Por el contrario, el candidato
al siguiente periodo de la Procuraduría fue postulado por una Corte Suprema
cuyos miembros le deben varios favores. La Corte de la era Uribe lo puso en su
sitio. El asustadizo Congreso de hoy suma a sus votos por Ordóñez los del
liberalismo, enhiesto frente a Uribe. El procurador llevó a su máxima expresión
la yidispolítica de Uribe y empolló sus propios huevitos: no existe tribunal
que no haya sido penetrado por él. Uribe nunca pudo arrodillar al Estado
entero. Ordóñez tiene intimidado al Ejecutivo y cooptado al Legislativo y al
Judicial.
El artículo “…El universo del procurador” del portal La Silla Vacía
relaciona centenares de nombramientos de personas cercanas a políticos y
togados en el Ministerio Público con salarios mensuales que van de los $6 hasta
los $24 millones. Añado un par de botones que demuestran el tamaño de la
corrupción de la ordoñezpolítica: 1. Además de los convites del candidato a su
casa para agasajar a quienes votarán por él, otros eventos se han realizado por
el supuesto fervor que despierta su reelección. Según Juan Paz, del diario el
Mundo, el magistrado Pedro Sanabria del tristemente célebre Consejo Superior de
la Judicatura y sus compañeros investigados por “carruseliar” las pensiones de
colegas suyos (Angelino Lizcano, Ovidio Claros, Julia Emma Garzón), le
ofrecieron un almuerzo en días pasados a Ordóñez quien se mezcló, sin
conflictos de conciencia, con ellos y con “unos veinte” de sus electores, entre
estos, Manuel Enríquez Rosero y Juan Manuel Corzo (impulsores de la reforma a
la justicia en la que políticos y jueces se autobeneficiaban). Ordóñez también
se sentó al lado de Edgar Espíndola, del PIN, partido del condenado Juan Carlos
Martínez a quien el procurador dizque investiga por parapolítica mientras le
pide el voto a su colega de colectividad ¡Bonita combinación! 2. La Corte
Constitucional, último guardián de la Carta en época de Uribe, también ha sido
penetrada por el candidato imperial: Martha Cecilia Pretelt Chaljub,
procuradora judicial I, es la hermana del magistrado Jorge Pretelt, integrante
de ese tribunal. Y como si fuera poco bocado, Ordóñez conserva en su despacho a
Martha Ligia Patrón López, esposa del magistrado Pretelt. Ella es, nadie más ni
nadie menos, la procuradora de familia subalterna de Ilva Myriam Hoyos, la
contradictora de las sentencias de la misma Corte.
Como ven, el senador
Efraín Cepeda, presidente del partido Conservador tiene razón: la relección de
Ordóñez es “irreversible”, aunque sea una vergüenza para nuestra moribunda
democracia. Uribe jamás contó con esa certeza. A este le debemos, eso sí, la
creación del monstruo que nació y se agigantó por el ejemplo perverso que le
dejó al país.
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