miércoles, 3 de agosto de 2011

Los anónimos cobardes

“LA GENTE ENVIDIOSA SUFRE DOS VECES, CUANDO ELLOS NO TRIUNFAN Y CUANDO OTROS LO HACEN".

Con la incursión en la era tecnológica de los periódicos, revistas, radio, televisión y, en general, de todos los medios de comunicación, las posibilidades de acceder a ellos por medio de un computador o un teléfono celular son inmensas. Y con esto, la facilidad para que los lectores, radioescuchas o televidentes se expresen con respecto a una noticia o a una opinión emitida es total, pues basta con hacer un clic y se genera el espacio para escribir al respecto, volviendo mucho más versátil las comunicaciones y extendiendo el mundo de la opinión al universo entero, cosa que hasta ayer estaba reservada para unos pocos.

Pero ese mundo de la opinión parece estarse desbordando y convirtiendo en un espacio demasiado peligroso en manos de tanto cobarde que se mantiene buscando dónde calumniar e injuriar anónimamente a quien se le antoje. Por eso ya es frecuente ver los espacios destinados para el comentario libre, llenos de acusaciones infundadas, de insultos denigrantes y de chismes que laceran la integridad de las personas.

Es innegable que ese morbo que acompaña a muchos induce a acceder a esos comentarios, y a leerlos como una forma de diversión y de ahondar un poco en la miseria humana que acompaña a algunos de los que escriben bajo el anonimato, y que pone al descubierto su resentimiento y pusilanimidad. Pero no deja de ser peligroso, máxime cuando la ignorancia de muchos tiende a convertir el comentario infundado en una verdad, y la multiplican desaforadamente con sevicia sabiéndose impunes e inaccesibles.

Quienes opinamos y actuamos públicamente estamos expuestos a ser criticados, odiados, amenazados, vituperados, maltratados, etc., y aún así seguimos ejerciendo nuestro oficio poniendo la cara y sacrificando muchas cosas de nuestra vida. Por eso no es justo que los medios de comunicación permitan ese mar de calumnias que se repiten a diario, ocultando la identidad de quienes las profieren y convirtiéndose de alguna manera en cómplices de enemigos que usan como mampara su cobardía y las armas innobles para destruir a quienes odian.

Cada medio tiene su reglamentación para controlar de alguna manera la moderación en los comentarios que se hacen vía Internet. Pero sería muy interesante que, antes que coartarlos, censurarlos o suprimirlos, develaran la identidad de quienes los profieren para llamarlos a que respondan en los estrados judiciales. Somos muchas las víctimas de esos cobardes que tienen por costumbre, desde tempranas horas de la madrugada, escribir sus calumnias y desahogar su impotencia, odio, rencor y veneno amparados en el anonimato, llamando ladrones, asesinos, corruptos, violadores, etc., a personajes que no son de su agrado. ¿Será justo continuar protegiéndolos cuando delinquen públicamente a diario y existe la manera de conocer su identidad? ¿Será justo con un líder, un comunicador, un gobernante, un periodista o cualquier hombre público tener que padecer acusaciones injuriosas sin que se le otorgue el derecho a la defensa en los sitios de ley?

¡Qué bueno fuera ver la valentía de esos calumniadores, que pudierasn firmar con su nombre! ¿Seguirán madrugando a insultar, atacar sin argumentos y a denigrar las personas? ¿Seguirán profiriendo acusaciones infundadas, señalamientos indebidos e insultos denigrantes? ¡Lo dudo! Y lo dudo, porque quienes acostumbran a esconderse en el anonimato no tienen la valentía de poner la cara para responder por sus actos. Lo dudo, porque en sus denuestos siempre han dejado ver su enorme grado de pusilanimidad. Y lo dudo, porque muchos de ellos son personas que a diario nos encontramos y osan saludarnos con abrazos "rompecostillas", para enviar su puñalada trapera apenas les damos la espalda.

Opinión

2011-03-25 00

Jorge Enrique Pava Quiceno

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo

Una de cada 97 personas en el mundo, o lo que es lo mismo, el 1 por ciento de la población mundial, se ha visto obligada a abandonar ...