viernes, 29 de diciembre de 2017
miércoles, 22 de marzo de 2017
¿POR QUÉ CAEN LOS IMPERIOS?
OPINIÓN LIBRE
(Diego
Roldán Jaramillo)
Cuando
construyes una estructura, cada pedazo de ella estará sujeta a determinadas
fuerzas, donde hay una dirección y una magnitud de esa fuerza. Al final
las estructuras con fuerzas que van en dirección equivocada o con magnitudes
mayores a las que pueden soportar, se quiebran, se derrumban. Una estructura
está diseñada para soportar fuerzas en determinada dirección. Cambia la
dirección y probablemente la estructura se cae.-*
Los politiqueros
de barriga y soberbia hundieron a la sociedad, y se muestran como los más
pendencieros al mando del mundo. Esos son los capitanes que mandan por
encima de políticos y gobernantes. ¿Nos recuerda a los emperadores y su
séquito, o acaso a las decadencias de los poderosos del pasado? Ya sea
que se les llame "jefes gritones" o "jefes decadentes", lo
cierto es que alguien que piensa mucho en mandar, no está pensando en
trabajar. Pues mira que ser borrego es el oficio ideal, ganar imagen a
costa de los demás sin trabajo duro, sin producir nada. En el siglo XXI son
vistos como parásitos por ello, pero hoy se les llama distinto “LALO”….
A la hora de construir una sociedad, se suele
disponer de reglas, ya sea porque alguien las piensa o porque alguien aprende y
las sugiere para mejorar la forma en que funciona la sociedad y mantener el
precario equilibrio. Pero también están aquellos que tratan de doblar las
reglas a su favor, y en contra de todos los demás. Y es en este estira y
encoge que tiene lugar la evolución de los LALO, y que llega un momento en que
aquello que se diseñó para disparar por el cañón, dispara por la culata.
Y aquella fuerza que debía empujar desde arriba, empieza a empujar de lado, se
vuelca todo o se quiebra y todo empieza a desplomarse como un dominó.
Sabemos que lo que mata en un sismo no es el sismo, sino los edificios.
Cuando el edificio se mueve lateralmente, se puede desbaratar. Y si es
muy rígido, se puede quebrar en mil pedazos. Entonces uno se pregunta: ¿dónde está el arquitecto que lo
diseño, el ingeniero que lo construyo y el bobo que lo compro?
*(Algunos apartes tomados de RANKIA).
viernes, 24 de febrero de 2017
Los 10 peores tipos de Jefes: ¿Les ha tocado alguno?
El jefe perfecto, según muchos, no existe, pero aquí les dejamos los 10 peores tipos de jefes con los que nos podemos encontrar.
Recientemente el Presidente de Amazon, Jeff Bezos, fue elegido
como el peor Jefe del mundo, según una encuesta realizada por la
Confederación Internacional de Sindicatos y en la cual participaron 20
mil personas.
Y si bien el jefe perfecto no existe, hay ciertos rasgos que convierten a un líder en un ser indeseable, déspota y conflictivo, que puede hacer de tus horas laborales un verdadero martirio.
A continuación te presentamos 10 de los peores tipos de jefes. ¿Reconoces rasgos del tuyo?
1. El cahuinero, “Dividir para gobernar”: Este tipo de líder es el que más conflictos crea dentro de su equipo de trabajo. Se acerca con simpatía hacia un empleado, a quien le confiesa los aspectos negativos sobre los demás miembros del equipo, lanzando frases del tipo “La irresponsabilidad de tus compañeros puede afectarte a ti también”. “Tú eres tan proactivo, deberías ayudarme con el resto del equipo, al que no se le ocurre nada”. Obviamente, le pide confidencialidad.
Durante esta suerte de complicidad que genera con su subalterno, suele sembrar la cizaña, con la vieja premisa “dividir para gobernar”. Por ejemplo: “Ten cuidado con tu colega, estoy seguro que quiere tu puesto de trabajo”. “Yo no confiaría tanto en tu compañero, es una persona muy escaladora”.
Otra forma de generar conflicto entre el equipo, es asignarle una tarea específica a dos subalternos diferentes. “Encárgate tú del informe, porque tu compañero no ha avanzado nada”. Ambos realizan el trabajo, pero al momento de la entrega, se encuentran con la desagradable sorpresa que otro empleado también lo hizo, generándose una tensión entre ambos.
A través de esta actitud de complicidad, el jefe logra la confianza de su colaborador, quien se siente prácticamente su mano derecha. El problema, es que esto lo hace con todos los empleados.
2. El Inseguro: Este tipo de jefe es el que cree que permanentemente le quieren quitar su puesto de trabajo. Esta actitud es especialmente nociva para las pretensiones de sus colaboradores, porque no los deja crecer laboralmente por miedo a que le “hagan sombra”. Si se le entrega una novedosa propuesta, suele ningunearla, desecharla o lanzar su frase típica “Eso se me había ocurrido a mí anteriormente”. Para este tipo de líder, es más cómodo trabajar con personas dependientes y sin iniciativa propia.
Es extremadamente sensible, por lo que se debe estar permanente avisándole de cada paso que se da y copiándolo en cada correo que se envía. Además, cualquier decisión que se tome, por muy pequeña que sea, debe contar con su aprobación. Si no, arde Troya.
3. El Padre autoritario: “Se hace porque yo lo digo y punto”. Ésa es su frase típica. Este tipo de jefe es uno de los más abundantes y también podría decirse, uno de los más difíciles con los cuales trabajar. Es una persona orgullosa, que mantiene su posición hasta el final, incluso pese a darse cuenta de su error. Crea frustración entre sus empleados, porque no los hace sentir partícipes de las decisiones. Al igual que un padre autoritario, no da explicaciones de por qué tomó tal o cual decisión, porque cree que su rango es suficiente argumento.
Esto genera desorientación entre las personas que tiene a cargo.
Por supuesto, cuando llegan las negativas consecuencias de su actuar, siempre va a ser culpa del equipo y nunca de él.
4. El “Padre Gatica”: Es el típico líder que predica sobre responsabilidad, buenas costumbres, proactividad, pero que ellos en la práctica hacen todo lo contrario, abusando de su estatus de “jefe” y por tanto, que a ellos se les permite todo.
Suelen exigir compromiso de parte de sus colaboradores, pero como jefes, ellos hacen todo lo contrario, generando rencor entre el equipo de trabajo. Por lo mismo, jamás pelearían por un aumento de sueldo de sus trabajadores, ni por mejores condiciones laborales. Suelen decir “Es lo que hay”.
5. El jefe “indeciso”: Es el líder que producto de inseguridades o de no saber con certeza lo que quiere, no toma decisiones claras, confundiendo a su equipo de trabajo y lo que es peor, haciéndolos trabajar demás. Suele dudar de todo, y cambiar de idea sobre la marcha. Y muchas veces a última hora, volviendo locos a sus subalternos.
6. El “Maltratador”: Son jefes déspotas y ninguneadores, capaces de ridiculizar a sus empleados en público, por ejemplo, si no les parece una de sus propuestas o trabajo.
Reaccionan vehementemente frente al mínimo error de los miembros de su equipo, y son hirientes. Una especie de jefe como ésta coarta la iniciativa de sus trabajadores, que temen recibir las represalias en caso de error.
7. El 24/7: Es la típica persona que cree que no existe nada más importante que el trabajo y por ende, cree que sus empleados deben estar disponibles en todo momento y a toda hora. Suelen enviar correos a altas horas de la noche, llamar por teléfono los fines de semanas y poner mala cara cuando sus empleados se toman vacaciones legales. Incluso se molestan cuando sus trabajadores hacen uso de su hora de almuerzo. Obviamente, son muy quisquillosos con la hora de llegada y salida del trabajo. En realidad, para este tipo de jefe, nunca se trabaja lo suficiente y es muy difícil dejarlos contentos. Tampoco elogian, pero sí son especialistas en encontrar errores.
8. El jefe bipolar: Frente a este tipo de líder, generalmente no se sabe cómo reaccionar, porque un día es amigo de todos y al otro, se convierte en un verdadero monstruo sin razón aparente. El problema de este tipo de jefe, es que frente a una misma situación puede reaccionar de forma diametralmente opuesta, provocando ansiedad en su equipo que no sabe cómo actuar.. Nunca se sabe cómo estará al día siguiente. Entre los compañeros de trabajo se suele preguntar “¿Y cómo viene hoy?”
9. El “Controlador”: Es el jefe que trata a su equipo como “menores de edad”, diciéndoles en todo momento y frente a cualquier situación cómo hacer las cosas. Incluso, frente a situaciones tan cotidianas como la forma de escribir un email y cómo hablar por teléfono. Suelen interrumpir el trabajo de sus subalternos a cada momento para dar sus directrices, y no saben priorizar las tareas, muchas veces postergando lo verdaderamente importante por detalles que no tienen relevancia.
10. El “Barrero”: Es el típico jefe que tiene un grupo de trabajadores considerados “los favoritos”. Esto significa que nunca se les reconoce el trabajo de quienes no estén dentro de este privilegiado grupo, generándose rivalidades dentro del ambiente laboral.
Y si bien el jefe perfecto no existe, hay ciertos rasgos que convierten a un líder en un ser indeseable, déspota y conflictivo, que puede hacer de tus horas laborales un verdadero martirio.
A continuación te presentamos 10 de los peores tipos de jefes. ¿Reconoces rasgos del tuyo?
1. El cahuinero, “Dividir para gobernar”: Este tipo de líder es el que más conflictos crea dentro de su equipo de trabajo. Se acerca con simpatía hacia un empleado, a quien le confiesa los aspectos negativos sobre los demás miembros del equipo, lanzando frases del tipo “La irresponsabilidad de tus compañeros puede afectarte a ti también”. “Tú eres tan proactivo, deberías ayudarme con el resto del equipo, al que no se le ocurre nada”. Obviamente, le pide confidencialidad.
Durante esta suerte de complicidad que genera con su subalterno, suele sembrar la cizaña, con la vieja premisa “dividir para gobernar”. Por ejemplo: “Ten cuidado con tu colega, estoy seguro que quiere tu puesto de trabajo”. “Yo no confiaría tanto en tu compañero, es una persona muy escaladora”.
Otra forma de generar conflicto entre el equipo, es asignarle una tarea específica a dos subalternos diferentes. “Encárgate tú del informe, porque tu compañero no ha avanzado nada”. Ambos realizan el trabajo, pero al momento de la entrega, se encuentran con la desagradable sorpresa que otro empleado también lo hizo, generándose una tensión entre ambos.
A través de esta actitud de complicidad, el jefe logra la confianza de su colaborador, quien se siente prácticamente su mano derecha. El problema, es que esto lo hace con todos los empleados.
2. El Inseguro: Este tipo de jefe es el que cree que permanentemente le quieren quitar su puesto de trabajo. Esta actitud es especialmente nociva para las pretensiones de sus colaboradores, porque no los deja crecer laboralmente por miedo a que le “hagan sombra”. Si se le entrega una novedosa propuesta, suele ningunearla, desecharla o lanzar su frase típica “Eso se me había ocurrido a mí anteriormente”. Para este tipo de líder, es más cómodo trabajar con personas dependientes y sin iniciativa propia.
Es extremadamente sensible, por lo que se debe estar permanente avisándole de cada paso que se da y copiándolo en cada correo que se envía. Además, cualquier decisión que se tome, por muy pequeña que sea, debe contar con su aprobación. Si no, arde Troya.
3. El Padre autoritario: “Se hace porque yo lo digo y punto”. Ésa es su frase típica. Este tipo de jefe es uno de los más abundantes y también podría decirse, uno de los más difíciles con los cuales trabajar. Es una persona orgullosa, que mantiene su posición hasta el final, incluso pese a darse cuenta de su error. Crea frustración entre sus empleados, porque no los hace sentir partícipes de las decisiones. Al igual que un padre autoritario, no da explicaciones de por qué tomó tal o cual decisión, porque cree que su rango es suficiente argumento.
Esto genera desorientación entre las personas que tiene a cargo.
Por supuesto, cuando llegan las negativas consecuencias de su actuar, siempre va a ser culpa del equipo y nunca de él.
4. El “Padre Gatica”: Es el típico líder que predica sobre responsabilidad, buenas costumbres, proactividad, pero que ellos en la práctica hacen todo lo contrario, abusando de su estatus de “jefe” y por tanto, que a ellos se les permite todo.
Suelen exigir compromiso de parte de sus colaboradores, pero como jefes, ellos hacen todo lo contrario, generando rencor entre el equipo de trabajo. Por lo mismo, jamás pelearían por un aumento de sueldo de sus trabajadores, ni por mejores condiciones laborales. Suelen decir “Es lo que hay”.
5. El jefe “indeciso”: Es el líder que producto de inseguridades o de no saber con certeza lo que quiere, no toma decisiones claras, confundiendo a su equipo de trabajo y lo que es peor, haciéndolos trabajar demás. Suele dudar de todo, y cambiar de idea sobre la marcha. Y muchas veces a última hora, volviendo locos a sus subalternos.
6. El “Maltratador”: Son jefes déspotas y ninguneadores, capaces de ridiculizar a sus empleados en público, por ejemplo, si no les parece una de sus propuestas o trabajo.
Reaccionan vehementemente frente al mínimo error de los miembros de su equipo, y son hirientes. Una especie de jefe como ésta coarta la iniciativa de sus trabajadores, que temen recibir las represalias en caso de error.
7. El 24/7: Es la típica persona que cree que no existe nada más importante que el trabajo y por ende, cree que sus empleados deben estar disponibles en todo momento y a toda hora. Suelen enviar correos a altas horas de la noche, llamar por teléfono los fines de semanas y poner mala cara cuando sus empleados se toman vacaciones legales. Incluso se molestan cuando sus trabajadores hacen uso de su hora de almuerzo. Obviamente, son muy quisquillosos con la hora de llegada y salida del trabajo. En realidad, para este tipo de jefe, nunca se trabaja lo suficiente y es muy difícil dejarlos contentos. Tampoco elogian, pero sí son especialistas en encontrar errores.
8. El jefe bipolar: Frente a este tipo de líder, generalmente no se sabe cómo reaccionar, porque un día es amigo de todos y al otro, se convierte en un verdadero monstruo sin razón aparente. El problema de este tipo de jefe, es que frente a una misma situación puede reaccionar de forma diametralmente opuesta, provocando ansiedad en su equipo que no sabe cómo actuar.. Nunca se sabe cómo estará al día siguiente. Entre los compañeros de trabajo se suele preguntar “¿Y cómo viene hoy?”
9. El “Controlador”: Es el jefe que trata a su equipo como “menores de edad”, diciéndoles en todo momento y frente a cualquier situación cómo hacer las cosas. Incluso, frente a situaciones tan cotidianas como la forma de escribir un email y cómo hablar por teléfono. Suelen interrumpir el trabajo de sus subalternos a cada momento para dar sus directrices, y no saben priorizar las tareas, muchas veces postergando lo verdaderamente importante por detalles que no tienen relevancia.
10. El “Barrero”: Es el típico jefe que tiene un grupo de trabajadores considerados “los favoritos”. Esto significa que nunca se les reconoce el trabajo de quienes no estén dentro de este privilegiado grupo, generándose rivalidades dentro del ambiente laboral.
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